RIESGO

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Cuando abrió de nuevo los ojos rápidamente dirigió su mano hacia su corazón y pudo notar lo agitado que estaba.

Su estupido corazón palpitaba con mucha energía, golpeando fuerte y velozmente, bombeando más sangre hacia su cuerpo, PUM, PUM, PUM.

Con frustración paso sus manos por su cara y negó mientras hacia una rabieta pequeña, detestaba mucho recordar cosas de su pasado pues siempre reflejaba en él lo débil, ingenuo y en general todo lo que solía ser.

-Joder, no puede ser, otra vez pensando en eso- habló frustrado e infantil.

Recordar siempre como era lo tomaba muy absurdo y tedioso, detestaba muchas veces ver lo débil que era en el pasado, donde todo el mundo podía aprovecharse de su amabilidad y su buen corazón.

Durante su entrenamiento para convertirse en asesino y con los años tuvo que aprender a enterrar ese Izuku adolescente, un chico gentil y enamorado que soñaba con ser héroe para ser un agente capaz, profesional y que jamás nadie lograra beneficiarse de él a su antojo, ahora tenía la capacidad y valentía de acabar con quien quisiera que lo lastimara.

Pero por muy dentro una pequeña parte de él añoraba aquello, la gentileza y amabilidad que le caracterizaba, poder estudiar y entrenar con sus amigos, poder admirar a un héroe de la infancia para un día ser como aquel, poder abrazar y darle cariño a su madre y poder amar y esperar ser amado.

Intento disolver aquellas imágenes en su cabeza y tomó sus sábanas para envolverse e irse a dormir, tenía que ir a dejar algo al día siguiente, era fin de mes.

......

De forma rápida abrió de nuevo los ojos Bakugo y se levantó de su cama exaltado y con los sentidos al límite.

Revivir el pasado si que podía darle batalla y estremecerlo, encarasmar el recuerdo de aquella oportunidad fallida de enmendar las cosas era doloroso.

Como no pudo darse cuenta de todo el teatro de Toga y Uraraka nunca, dejar pasar aquellos meses de dolor y soledad a Deku mientras él se convertía en un héroe y ella jugaba con todos. Si aquel descuido de ella sobre Toga nunca hubiera ocurrido jamás habría descubierto la verdad y aún seguiría creyendo aquella barbarie sobre Deku, tan cegado estaba.

Toda esta situación lo sacaba de quicio y solo él lo había provocado, pero el ayer es el ayer y por más que quisiera disolver el pasado y construir uno nuevo no podía hacerlo, ahora tenía que construir un presente y forjar un futuro bueno para Deku y él intentando ocultar un poco sus errores.

-Imbecil, como no creíste en él, eres un grandísimo idiota- expresó en aquella habitación sola.

Miro el reloj que tenía cerca de su cama y la hora no era su amiga en ese momento, 3:25 am. Era bastante tarde sin duda y no podía comenzar a reparar todo en la madrugada así que se metió entre el cobijado y intento dormir, ya en la mañana pensaría como comenzar a ganarse el amor de Deku.

Al despertarse no sabia el porqué pero se sentía motivado y creía que el día sería mejor y no tan caótico como el anterior, además de que había dormido de más pues pasaban de las nueve de la mañana.

De forma rápida se levantó de su cama, se dio una ducha, se vistió y bajo a desayunar con la esperanza de encontrar al pecoso fuera lo que estuviera haciendo. En el comedor ya todos estaban desayunando y de forma cómoda se sentó a lado de Kirishima.

El pelirrojo tenía la boca llena de cereal y miró de forma sorprendida al pelicenizo.

-Buenos días Bakubro, parece que estás relajado hoy?- habló mientras tenía comida en su boca y aproximaba otra cucharada de cereal a ella.

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