¿Darle fin a la banda? ¿Oficialmente lo habían decidido y hablado con sus managers?
Miré a Alonso aún llena de confusión, ¿cómo así de fácil lo habían hecho? Me preguntaba si los managers se habían puesto pesados con ellos o simplemente los habían dejado ir así como si nada.
—Aún nos quedan un par de fechas. Una de ellas será definitivamente la última y me gustaría que estuvieras ahí. —asentí sin pensarlo.
—Por supuesto que sí, si es importante para ti lo es para mi. —sonreí, Alonso se acercó lentamente y dio un pequeño beso en mis labios.
—Te quiero, y no sabes cuánto. —me sonroje al instante. —Cuando me contaste que habías tenido un accidente quería venir para acá y dejar plantado todo. —confesó aún con su rostro frente al mío, su calidez me agradaba y el tono de su voz cerca de mí me hacía querer abrazarlo y nunca soltarlo.
—No quería preocuparte. —le recordé, no sabía exactamente qué decirle o cómo decírselo cuando respondí su llamada.
No pensaba atender, pero Michelle me dijo que Alonso podría tomarlo como una mala señal así que al final le respondí.
—Lo sé. Estuve a punto de no asistir a la reunión por venir a verte; los chicos lo impidieron porque también querían venir pero primero debíamos atender nuestro asunto en la disquera. —asentí comprendiendo.
Alonso se acomodó a mi lado lentamente, supongo que intentando no lastimarme. Aún me dolía, muchísimo, pero no dejaría que lo supiera. Solo debo tomar mi medicamento y pasaría una noche tranquila, o al menos eso esperaba puesto que no podría dormir en mi acostumbrada posición fetal.
—Me quedaré esta noche contigo, si no te importa. —dijo cuando estuvo acostado a mi lado, al estar sentada tenía que inclinar mi rostro para mirarlo a los ojos.
—¿No tienes pendientes en la disquera? Digo, acaban de soltar una bomba y no creo que se tomen el asunto a la ligera. —Alonso soltó un suspiro que me indicó el cansancio que tenía con respecto al tema.
—Si llega a surgir algo me llamarán. —dijo finalmente haciéndome suspirar, asentí y me moví lentamente para acostarme a su lado. —Entonces, ¿puedo quedarme? —volvió a cuestionar con una sonrisa, reí y puso su mano sobre la mía.
—Eso no depende de mi, tendrás que hablar con mi mamá. —susurré esto último, Alonso cerró los ojos con fuerza sin dejar de sonreír y asintió.
—Tienes razón. —se puso de pie lentamente y caminó hacia la puerta, se detuvo y dirigió la mirada nuevamente a mi. —¿Quieres que te traiga algo? —me lo pensé un momento.
—¿Unas galletas? Me parece que hornearon algunas hace unas horas. —pedí haciendo un pequeño puchero, Alonso asintió y se acercó rápidamente a darme un pequeño beso.
(...)
Un par de horas después, los demás chicos se regresaron a la ciudad y Michelle se fue con Efraín. Yo me encontraba en el baño limpiando mi herida antes de irme a dormir, Alonso había preparado y acercado mi sofá aún más a mi cama para estar al pendiente de mi a pesar de que le insistí en que estaba bien.
Al salir del baño me encontré a Paola, tenía un vaso con leche en su mano derecha y me lo entendió.
—Dice nuestra madre que es para que puedas dormir. —al tomar el vaso lo sentí tibio, le sonreí a mi hermana como agradecimiento y añadió: —Deséale buena noche a Alonso de mi parte. —dicho esto caminó hasta su habitación y yo fui a la mía.
Alonso estaba acostando mirando su celular hasta que me vio llegar, se puso de pie rápidamente y me siguió con la mirada hasta que llegué a la orilla de la cama, la cual nos separaba puesto que el sofá donde él dormiría había reducido por completo el tamaño de mi habitación.
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El Chico del Abrigo
Fanfiction-¡Espera! Tu abrigo. -Quédatelo, me lo regresas cuando te vea. HISTORIA 100% MIA. CUALQUIER PARECIDO CON ALGUNA OTRA ES PURA COINCIDENCIA. :)