Una semana después, el sol se estaba ocultando y los chicos estaban haciendo su última prueba de sonido; no podían cantar canciones de su nuevo disco ni de los anteriores, así que tenían un variado repertorio que cantarían esta noche.
Paola se encargó de divulgar por todo su colegio que los chicos se presentarían en la feria, vendió unos cuantos boletos adelantados prometiéndoles un buen lugar para disfrutar del concierto y, sobre todo, les pidió que no subieran nada a sus redes sociales con el nombre de la banda.
—¿Lo escuchas bien? ¿No hay eco? —me cuestionaba Freddy mientras yo los observaba desde lo más lejano de donde estaba el escenario.
—¡Se escucha perfecto! —grité para que pudieran escucharme, los cinco sonrieron agradecidos y comenzaron a cantar.
Miré hacia dónde Efraín y Michelle se encontraban, daban las últimas instrucciones a los chicos de la escuela que se habían ofrecido a ayudarnos con los puestos; la comida estaba casi servida, algunas cosas los mantenían en ollas y cacerolas para evitar que se enfriaran.
Efraín se acercó corriendo a mi, me sonrió y se sentó en la silla de a lado pasando un brazo sobre el respaldo de mi silla. Miré de reojo a los chicos, intentaron disimular pero se quedaron mirando a mi acompañante.
—¿Qué tal va el ensayo? —cuestionó mientras me quitaba la libreta de las manos, en ella estaba apuntando todo lo que ya habíamos hecho y lo que nos faltaba.
—Todo perfecto. Gracias por conseguir el equipo de sonido. —su primo tenía una banda y poseía todo el equipo necesario para dar una presentación, curiosamente nunca daban una pero se agradecía que tuvieran el equipo para que los chicos lo hicieran.
—No es nada. Él nunca lo ha utilizado, así que el equipo está prácticamente nuevo. —sonreímos y miramos al frente, los chicos inmediatamente comenzaron a ensayar de nuevo y solté una pequeña risa. —¿Sigue celoso? —cuestionó Efraín haciendo una seña con la cabeza a Alonso.
—No lo creo. —respondí mirándolo con el ceño fruncido, mi amigo soltó una carcajada y me abrazó.
—Mírale la cara. —me dijo susurrando en el oído.
Hice lo que me dijo, Alonso nos miraba con el ceño fruncido y rodó los ojos; Jos miraba con enojo a Efraín y los demás chicos disimularon lo que estaba sucediendo intentando llamar la atención de los otros dos.
—¿Qué sucedió? —cuestionó, desvíe la mirada y le di un empujón. —Te lo dije, no entiendo porqué no están juntos si se quieren. —negué con la cabeza y me crucé de brazos.
—Es complicado. —respondí sin mirarlo, comencé a jugar con las puntas de mis pies moviendo las piedrecitas del suelo.
—No. Ustedes lo hicieron complicado, no entiendo por qué no quieres fama. Mi primo la ha estado buscando desde que tenía 17 y míralo, no lo ha conseguido pero le ha prestado su equipo de sonido a unos chicos que sí lo son. —reí y solté un suspiro.
¿Alonso y yo lo hicimos complicado? Él no hizo nada, creo que fui yo la que complicó todo. Mi miedo fue lo que me llevó a tomar esa estúpida decisión que nos rompió el corazón.
Miré al chico castaño que estaba frente a mi, columpiaba sus pies mientras estaba sentado en la orilla del escenario y cantaba con la mirada clavada en el cielo. Miré hacia arriba y me pregunté qué estaría pensando, ¿de verdad estaría celoso como Efraín dijo?
Tomé mi mochila y la abrí, en el fondo aún conservaba él anillo que Alonso me regaló cuando viajamos a aquel pueblo. Efraín lo notó y lo tomó mirándolo con los ojos entrecerrados.
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El Chico del Abrigo
Fanfiction-¡Espera! Tu abrigo. -Quédatelo, me lo regresas cuando te vea. HISTORIA 100% MIA. CUALQUIER PARECIDO CON ALGUNA OTRA ES PURA COINCIDENCIA. :)