𝐈𝐕

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Después de estar esperándolo por un par de minutos, se levantó molesta, se volvió a vestir y salio de la habitación

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Después de estar esperándolo por un par de minutos, se levantó molesta, se volvió a vestir y salio de la habitación.

¿Qué había sido eso?

Entro a la oficina de la señora Parkinson de vuelta mientras ella se giraba en su silla para verla con el ceño fruncido.

—Se fue.—dijo molesta mientras fruncía el ceño—¿Por qué se fue?

—Bueno.—dio una vuelta en su silla—Pueden ser por muchas razones una de ellas es que es su primera vez con alguien... como nosotras.—Lía levanto las cejas—Dale tiempo. El pago por ti no cancelara.

—Me dejo ahí.—levanto ambas de sus manos—Solo me toco y me dejo esto.—saco el dinero de su bolsa—Y se fue.

—Pero te pago.

—Pero me dejo.

—Lía.. perdón Cheryl, no esperes que se despida con un beso de buenas noches.

—No esperaba eso—negó.

—Yo sé lo que esperabas pero.—suspiró—Dale tiempo a Malfoy, solo déjalo pasar, ve afuera, diviértete, ya será otro día.—bufo para darse la vuelta—Pero, no te puedes meter con ningún hombre, tu virginidad es de Malfoy. ¿Entendiste?

—Si, entendido.—salió del lugar apreciando las luces neón y la música resonando por todo el lugar.

Camino entre las personas abriéndose paso hasta llegar a la barra, pidió una bebida y al entregársela regreso su mirada a la pista. Estaba molesta... demasiado molesta.

¿Qué se creía el tal señor Malfoy para dejarla así?

Después de un par de copas más decidió acercarse a la pista, comenzó a bailar con una que otra chica del club, bailaba y rozaba su cuerpo con el de otras chicas mientras reía a causa del alcohol.

Cansada regreso a la barra, totalmente aturdida, se sentó en el primer taburete que encontró, sentía como su corazón palpitaba fuertemente, se sentía diferente y única y eso le gustaba.

El espectáculo a su alrededor seguía, veía como algunas chicas sentadas en las piernas de hombres de aspecto adinerado, unos besándose, otros simplemente coqueteando, era todo un espectáculo, mientras corría su mirada por todo el lugar, sus ojos cruzaron con unos verdes.

¿Era el señor Potter?, ni de broma, lo peor es que la estaba mirando mucho, a ella, a la amiga de sus hijos, ¿No la reconocía?

O tal vez por eso la miraba, pero era estúpido, tenía años que no coincidía con él ni con su esposa.

El señor Potter le sonrió levantando su trago y Lía repitió su acción, vio como el señor Weasley le susurro algo al oído y lentamente se acercaba a ella.

Esto iba a terminar mal.

—Buenas noches.—sonrió al llegar a ella.

—Hola.—trato de sonreír.

𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧𝐥𝐲 | ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora