𝐇| Tener a Draco Malfoy el padre de su novio en su cama era un pecado...
Estar con Harry Potter el mejor amigo de sus padres en una era otro quizá algo peor...
Pero estar con ambos en la misma cama era un pecado celestial
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DracoxHarryx OC
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1999
—Entonces estas dos teclas juntas hacen ese sonido. —Toco con sus dedos sobre los de él.
—Vaya. —repitió el movimiento. —¿Cómo eres tan buena?
—Pasaba mucho tiempo sola en casa. —se encogió de hombros. — Daphne y yo no fuimos muy unidas.
—Te entiendo.
—Muéstrame tu lugar.
—¿Mi lugar?
—Si ese lugar donde te gustaba esconderte de niño. —Astoria sonrió. —Si me lo muestras te digo el mío.
—¿Cómo sabes que tengo uno?
—Pareces ese tipo de persona que lo tiene. —sonrió.
—Ven conmigo. —la tomo de la mano y juntos caminaron por los largos pasillos de la Malfoy Manor mientras Astoria apreciaba cada centímetro de esta Draco estaba concentrado en mantener sus manos unidas, le gustaba esa sensación de calidez que la mano de Astoria brindaba. —Llegamos.
—¿La cocina?
—Los elfos... eran mis amigos, entonces en ese cajón de por ahí. —apunto. —Me gustaba estar, así podía comer pastel sin pedir permiso. —sonrió tímido y Astoria rio.
—Es muy ingenioso Draco, el mío era detrás de los árboles.
—Aburrida.
—Tenía lo suyo. —sonrieron. —¿Cómo te sientes con tu graduación?
—Fue lo más aburrido del mundo. —bufo.
—¿Ya pensaste que harás después?
—No. —negó. —Supongo que tomare un puesto en el ministerio... o quizá. —frunció el ceño. — No lo sé, ¿Tú has pensado en algo?
—Bueno terminando mi ultimo año, quiero ser sanadora. —sonrió.
—No estaría mal. —sonrió. —Iré a comprar algo a Hogsmeade, ¿Quieres acompañarme?
—¿Qué compraras?
—El regalo de cumpleaños de Luna. Falta poco.
—Oh. —levanto ambas cejas. — ¿Aun están juntos?
—Algo así... después de su cumpleaños la traerá a casa, será oficial ante todos.
—Vaya. —trato de sonreír. —Eso suena magnifico.
—Si. —murmuro. —Luna tiene razón, no debo de ocultarla, quizá aun no le vaya a pedir matrimonio pero... lo hare oficial con mis padres, supongo que es un avance.
—La quieres mucho. —murmuro.
—Lo hago. —asintió. —Quiero hacerla feliz. Y no se merecía lo que hice en todo el año.