𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧𝐥𝐲 | ✔

𝐗𝐕𝐈

Lía había pensado dejar a Harry mil veces... y esas serian pocas, pero casi como si el supiera lo que ella haría la distraía, besándola, llevándole la cena o el desayuno a la cama después de haber estado juntos.

Se había vuelto demasiado atento para su gusto, demasiado dedicado, demasiado... amoroso.

Solo habían pasado tres meses desde que se habían visto con frecuencia.

Esos mismos tres meses que no sabia nada del señor Malfoy. Y tampoco era como si eso le interesara.

O eso decía ella.

Se había acostumbrado a dormir los sábados con Harry e ir a comer con Scorpius los domingos.

Menuda vida. ¿Verdad Lía?

Pero le gustaba, le gustaba tener la atención de ambos hombres sobre ella. Le gustaban las palabras bonitas, los detalles, y sobre todo el sexo... de ambos.

Harry era demasiado dulce, amoroso y delicado... Y Lía no podía negar que le gustaba un poco.

Después de una cena rápida esa noche, Lía y Harry estaban donde acostumbraban

La cama de Harry.

El cuerpo de Lía se elevaba y bajaba lentamente, la habitación estaba repleta de gemidos, Lía sentía el cielo entre sus piernas y ver los brazos de ese hombre en sus caderas aferrándose a ella la hacían gemir aún más de lo que pensaba.

Tomo ambas manos y las coloco en la cabecera de la cama, pegándolas en el colchón provocando que los pechos de Lía quedaran justo en su cara, Potter aprovecho y tomo uno con su boca succionándolo y jugueteando con su lengua en él.

—Ha-Harry.—gimió.

Puso los ojos en blanco dejándose llevar por el placer que le provocaba, había perdido la cuenta de cuantas veces había mencionado su nombre pero que el hombre era bueno en la cama, lo era.

En un ágil movimiento la puso debajo de él, volviendo a penetrarla tomando el total control de su cuerpo, podría jurar que su miembro hacia magia dentro de ella, mientras atacaba su cuello con delicadeza

—Córrete para mí, mi amor.—murmuro en su cuello.

—Casi...ya...ya... ¡Oh dios!—gimió mientras elevaba sus caderas y clavaba sus uñas en la espalda del mayor, mientras él se aferraba a su cintura haciéndolo más rápido logrando que ambos llegaran.

Ambos respiraban descontroladamente tratando de recuperarse, la miro y ella sonrió mordiendo su labio, le quito un mechón de su cara y la beso cortamente.

—Hueles tan bien.—murmuro besando su cuello.—Demasiado dulce... como a Lavanda.

—Uhm.—tarareo cerrando los ojos.—Harry.—murmuro.

—¿Pasa algo?—levanto su mirada topándose con la de ella.

—Tengo que irme.—murmuro acariciando su cabello.