𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧𝐥𝐲 | ✔

𝐋𝐈𝐈𝐈

-Últimos capítulos.-

—Lía. —murmuro y se puso de rodillas frente a ella. —¿Qué paso?.—tomo su cara. —Princesa, ¿Qué está pasando?.¿Qué te hicieron? —pregunto mirando desesperadamente su cuerpo esperando ver algún rasguño.

—¡Ellos!. —sollozo pegando su cuerpo al de él. —Ellos lo saben todo.

—¿Quiénes?. —pregunto aún más confundido.

—Tu papá y Scorpius. —lo miro. —Quieren separarnos. Ellos... el hará que yo. —levanto su mano izquierda dejando ver el anillo que anteriormente era de Astoria. —Yo no quiero te juro que no quiero. —sonó su nariz. —El.. el hace algo conmigo, me mira a los ojos no sé qué hace que hago todo lo que él dice, es como si estuviera atrapada en otro cuerpo, no puedo pensar, no puedo hacer nada.-lloro.-Draco tengo mucho miedo, yo no me quiero ca..

—Shh. —la pego a su pecho. —No dejaremos que te hagan eso. ¿Dónde estan?.¿Como llegaste aquí?

—Ellos me trajeron y me quitaron el hechizo. Dijeron algo de veinte minutos. —Draco asintió frenéticamente.

—Tenemos que irnos entonces. —Se levanto y la tomo en brazos. —Vamos a salir de aquí está bien.

—Si. —asintió aferrándose a su brazo,

Draco comenzó a caminar, puerta por puerta tratando que alguna abriera lo cual no sucedía.

—Alohamora. —murmuro en una ventana. Nada sucedió. —No, no, no, no. —alejo a Lía un poco de él. —Cubre tu cara.

—¿Qué harás? —pregunto asustada.

—¡Solo hazlo!. —levanto la voz.

Lía obedeció y separando sus dedos pudo ver como Draco comenzó a golpear la ventana, dos puñetazos y cuatro patadas y nada sucedía.

—Joder.-peino su cabello con frustración mientras respiraba alterado. —Joder, joder, joder. —gruño.

—Draco. —Lía sollozo detrás de él, se giró y se aferró a él. —Tengo miedo.

—No digas eso. —beso su frente. —Ya estás aquí amor, estás conmigo. —comenzó a cepillar su cabello tratando de calmarla. —Todo estará bien, vamos a salir de aquí y no dejare que te separen de mí. ¿Está bien?. —Lía asintió. —Perdóname por ser un idiota, eso no volverá a pasar, no debí portarme así contigo.

—Está bien. —trato de sonreír. —No pasa nada, no importa ya.

—Pero ya no llores corazón. —limpio sus lágrimas. —¿Recuerdas donde iremos en un par de meses?

—Grecia. —murmuro y Draco asintió sonriendo.

—Grecia. —beso su nariz. —Iremos juntos, lo prometí.