𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧𝐥𝐲 | ✔

𝐗𝐋𝐕𝐈𝐈

Lía admitía que cada día que pasaba en Grecia se enamoraba más del lugar.

Del bonito departamento de un piso, el cual para su gusto era enorme, de aquellas bonitas ventanas que abarcaban toda la sala de estar incluyendo la cocina. Inclusive amaba los atardeceres que podía ver desde la comodidad de la cama envuelta en las sábanas con él.

Todas las semanas ansiaba que llegara el sábado para tomar su transportador e ir en busca de Draco, comer algo y terminar en las bonitas sabanas de seda con él.

Ese día en particular, Lía despertó girándose y encontrándose con Draco a su lado, el aun estaba dormido boca abajo con mechones de cabello estorbando por su frente.

Aun dormido lucia demasiado imponente.

Lía comenzó a pasar sus dedos por su espalda y escucho como soltó un jadeo ahogado girándose y quedando frente a ella.

Lentamente abrió los ojos, aun demasiado adormilados y sonrió. Lía se acurruco con el provocando que se removiera murmurando algo dormido y la pegara contra él.

—Buenos días. —murmuro con voz ronca aun adormilado.

-Buenos días.-Lía beso su pecho y lo escucho suspirar. —¿Dormiste bien?. —tarareo. —Yo también.

—Siempre que estamos aquí duermes perfecto. —rio pasando su nariz por la mejilla de la menor

—Lo hago. —murmuro cerrando los ojos. — Ya quiero vivir aquí.

—Ya quiero que lo hagas. ¿Quieres que prepare algo para desayunar?

—Mas tarde. —murmuro. —Tenemos tiempo.

Draco escondió su cabeza en el cuello de Lía mientras ella pasaba sus uñas por su espalda lentamente, sintió como Draco comenzó a dejar besos húmedos en su cuello provocando que pequeños suspiros salieran de sus labios.

La mano de Lía comenzó a descender por su pecho, trazando sus huesos marcados en la cadera con forma de v, mientras en seguía besando su cuello, Draco jadeo al sentir como Lía comenzó a tomar su longitud y bombearla lentamente.

—¿Qué haces, amor? —murmuro.

—Divirtiéndome un poco quizá. —rio un poco para seguir moviendo su mano.

Draco tomo su mentón y no tardo en juntar sus labios con los de ella mientras lentamente bajaba la mano que tenia en su cintura hasta llegar a su entrepierna, Lía no tardo en separar sus piernas un poco dejando libre acceso a la mano de Draco, la cual no tardo en comenzar a jugar con ella.

—¿Te gusta esto? —pregunto mientras sus dedos rodeaban su clítoris lentamente. Lía tarareo jadeando en sus labios sin dejar de acariciarlo.

Cuando paso su pulgar justo por la punta y unto sus fluidos en ella, Draco soltó un gemido ronco y mordió su labio ligeramente.