𝐇| Tener a Draco Malfoy el padre de su novio en su cama era un pecado...
Estar con Harry Potter el mejor amigo de sus padres en una era otro quizá algo peor...
Pero estar con ambos en la misma cama era un pecado celestial
+18
DracoxHarryx OC
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Habían sido aproximadamente dos semanas desde la discusión.
Lía no había vuelto a ver a Draco así como cada vez que veía a Scorpius el se alejaba de ella con mala cara.
Había algo que ella no entendía, a pesar de tratar de sobrellevarlo, era no podía dejar de llorar por las noches, su cuerpo se sentía cansado y débil quizá por la falta de alimento el cual al intentar consumir algo de inmediato lo devolvía, o quizá era el insomnio, no estaba muy segura.
Su cabello había dejado de brillar , sabía que su piel se veía desgastada y más pálida de lo normal. Todos los días aplicaba grandes cantidades de maquillaje.
Otra duda que llenaba su mente y no comprendía, eran las ganas de hablar con Scorpius. No sabía porque, pero era como si lo necesitara.
Suspiro al estar frente a la puerta y toco dos veces, se escucharon pasos provocando que diera dos hacia atrás y al abrirla frunció el ceño al verla jugar con sus dedos.
—¿Qué quieres? —pregunto brusco.
—Hablar. —murmuro.
—No creo que tengamos nada de qué hablar. —trato de cerrar la puerta y Lía lo detuvo.
—Claro que sí, tenemos mucho que hablar, si dejaras de ser tan...
—Con una condición. —la interrumpió cruzando de brazos.
—¿Cuál?
—Me tienes que contar todo.
—¿Qué es todo? —frunció el ceño.
—Desde como lo conociste hasta como terminaste en un departamento con él.
—Scorpius. —negó.
—Y tienes que decirme la verdad si no lo haces lo sabre, es más. —entro a su habitación revolviendo los cajones. —Entra y cierra la puerta. —dijo sin mirarla. Lía obedeció pegándose a la puerta mientras veía como abría y cerraba cajones. —Tómatelo.
—¿Qué es? —frunció el ceño al ver el frasco negro.
—Veritaserum.
—Scorp...
—Tómalo o vete. —Lía suspiro tomándolo, Scorpius se sentó frente a ella sin dejarla de mirar. —Tarda un par de segundos.
—¿Hablaste con él?
—No me interesa saber nada de él.
—Eres lo más importante que tiene y...
—Si lo hubiera sido jamás se metería contigo.
—Él no sabía quién era yo.
—Te escucho. —se cruzó de brazos.
—Aria me... me ofreció entrar a Lux, no acepte en ese momento porque me daba miedo pero. —suspiro. —Entre a la página y organice una cita con la señora Parkinson. Me conto como serían las cosas, lo genial que me iría y que pagaban muy bien.
—Tu no ocupas dinero. —levanto una ceja.
—Se que no. —asintió. —Pero estaba aburrida de la vida monótona, quería conocer cosas nuevas, hacer cosas nuevas, y ahí es donde entra Draco.
—¿Te pagaba?. —Lía asintió.
—El me conocía como Cheryl. —Scorpius rio asintiendo. —Paso el tiempo y cada uno siguió su rumbo, tú y yo comenzamos a salir y vino a buscarme varias veces nos alejamos pero siempre... siempre terminábamos volviendo.
—¿Cómo estas con el ahorita?
—El día que me lo presentaste... lo hicimos, después lo vi a escondidas un par de veces.
—¿Cuántas son un par de veces?
—No lo sé Scorpius, un par de veces. —paso su lengua dentro de su mejilla. —No pensé en el daño que te estaba haciendo, en realidad era feliz contigo pero...
—¿Él te seguía buscando?. —Lía asintió cabizbaja.
—Después te encontramos a ti y a Albus y bueno... supongo que lo acepte, me lo merecía después de todo.
—No puedo creerlo. —se levantó negando. —Pudo ser con cualquiera, el estúpido de Potter, el otro imbécil de Weasley, pero joder Lía. ¡Mi padre!. —grito.
—Scor...
—Todos los días pensaba que eras la mujer con la que debía estar, te describía como mi padre describe a mi mamá, si Lía su esposa. —los ojos de ambos comenzaron a llenarse de lágrimas. —Estaba tan enamorado de ti, iba a ir en contra de mi padre con tal de que te quedaras. —negó despeinándose. — Esa es la razón por la cual no me dejo casarme contigo. Él te quiere a ti.
—Pe..pero Albus.
—¿Quieres saber que paso?. —Scorpius sonrió sin gracia. —Me dio amortentia. —hizo una mueca. —Una y otra y otra vez. El idiota me lo dijo después de que hable con Draco, su padre lo convenció para que me la dieran, y tiene sentido mi padre estaba tan obsesionado contigo que solo te puede tener para él. Solo te tiene para él, ¿Y aun así lo amas?
—No lo amo. —Lía negó. —Yo... él me dijo de la amortentia.
—¿Y qué piensas hacer?. Ir corriendo por su amor. —gruño a lo cual Lía negó.
—Se termino... se terminó todo.
—Joder Lía. —negó moviéndose de lado a lado en la habitación. Lía sollozaba en silencio mirándolo. —¿Ves lo que haces?. Hubiéramos tenido nuestro final feliz. —tomo su cara en ambas manos. —Saldríamos de aquí, seriamos felices juntos. —Lía siguió sollozando mientras se miraban a los ojos. — Nadie nos juzgaría Lía, ¿Sabes qué dirán haya afuera de ti?. Toda la credibilidad de los Scamander se ira a la mierda por tu culpa. Señalaran a tu familia por lo que hiciste. ¿Eso quieres?
—N-No. —sollozo negando.
—Yo te amaba Lía. —sollozo. —Dímelo. —Lía negó cerrando los ojos. —¡Di que me amaste una vez!. —levanto la voz. —¿Me amaste?. —repitió y Lía asintió, Scorpius tomo su mentón apretándolo. —Dilo. —apretó aún más.
—Si. —dejo salir más lagrimas ahogándose en su propio llanto. —Me arrepiento todos los días de ir a Lux, no quería eso, no soy yo. —negó. —No quiero decepcionar a mis padres, no quiero. Te ame. —murmuro.
—¿Enserio—Lía asintió. —No te imaginas cuanto yo te amaba. —murmuro juntando sus frentes.
—Scorpius. —Lía murmuro.
—Te pienso cada día... cada noche. —rio negando. —Joder Lía te iba a pedir matrimonio. ¿Lo entiendes?
—Si. —sorbio su nariz mirándolo. —¿Aun me amas?
—Lía, no importa. —la soltó y antes de alejarse Lía tomo su mano.
—No, no, no, dímelo, por favor. —suplico jalándolo hacia ella. — Por favor.
—Si. —murmuro tomando su cintura. —Mírame Lía. —levanto su mirada topándose con los ojos grises, sus pupilas estaban dilatadas mientras sus ojos hinchados la miraban fijamente. — ¿Tú me amas?
—Yo no...
—Shhh. —puso uno de sus dedos en su boca. —No dejes de mirarme. —lentamente penetro su mirada. —Me amas tanto, y no nos separaremos... le diremos a todos que nos vamos a casar. —acaricio su mejilla. —Y tú le dirás a todos que me amas, ¿Verdad?
—Si Scorpius. —asintió.
—¿Te casarías conmigo Lía Scamander?
—Si, si lo hare Scorpius. —asintió obedeciendo todo lo que le había ordenado, tal y como lo haría a partir de ese día.