𝐇| Tener a Draco Malfoy el padre de su novio en su cama era un pecado...
Estar con Harry Potter el mejor amigo de sus padres en una era otro quizá algo peor...
Pero estar con ambos en la misma cama era un pecado celestial
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DracoxHarryx OC
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D R A C O
Draco entro tronándose su cuello mientras dejaba caer su saco en el sillón del recibidor.
Camino hacia su oficina encontrándose a Scorpius sentado en su silla con los pies en el escritorio.
—Se que desde que murió mamá no te intereso en lo más mínimo, pero.. ¿Podrías mínimo disimular?
—No estoy para tus comentarios sin sentidos.—negó.—Baja los pies de mi escritorio.
—Quedamos en desayunar hoy querido padre.—sonrió a medias.—Te he esperado por horas.
—Tenía cosas que hacer desde temprano, no te interesa.—dijo mientras se sentaba enfrente de Scorpius.
—Eres un hijo de puta.—gruño poniendo ambas manos en su escritorio.
—Cuida tu maldito lenguaje.—contesto entre dientes mirándolo.
—No han pasado ni seis meses y ya te estas revolcando con alguien.
—¿De qué hablas?—frunció el ceño.
—Mírate el cuello tu putita te rasguño lo suficiente para verlo desde lejos.—se levantó.—Me das asco.
—No sabes lo que dices.
—¿Ah no?. Entonces que paso.—levanto una ceja.—¿Te peleaste con un Hipografo?, eres despreciable.
—¿Qué esperabas que hiciera?
—Que le guardaras respeto.-—levanto la voz mientras golpeaba el escritorio.—Ella te amaba, eras todo en su vida, te acepto a pesar del hijo de puta que eres.
—¡Cállate!—grito mientras se levantaba.—¿Crees que no me pesa? ¿Qué no me duele?, Si pudieras ver un poco más allá de tu estúpido ego te darías cuenta de cuanto sufrí yo por tu madre.—lo miro furioso.—Yo morí el día que ella murió, me culpo todas las noches por no haber sido suficientemente bueno con ella o al menos intentar algo para que no le pasara.- comenzó a romperse su voz.—Si pudiera escoger me hubiera muerto yo... a mí no me necesitas, ni ella me necesitaba de la manera que yo la necesito y tú la necesitas.
—Papá.—sus ojos se llenaron de lágrimas.—Joder odio llorar.—se limpió las lágrimas que ya corrían en sus mejillas.—La extraño—bajo su cabeza.—La extraño tanto, y siento que ni siquiera te tengo a ti.
Draco se acercó a él y lo abrazo provocando que ambos comenzaran a llorar.
-Es solo que te necesito, necesito tu apoyo de vez en cuando.
-Lo siento, estoy para ti siempre Scorp, siempre.
Y ahí Draco entendió, él no podía dejarlo todo por ella, él tenía un hijo un hijo que acababa de perder a su madre, y sufría tanto que no lo había notado, debía tener su atención en él, no en nadie más que él.