𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧𝐥𝐲 | ✔

𝐋𝐕𝐈

Última parte.-

—Estamos aquí para unir la vida...

Scorpius sonreía mirándola mientras ella tenía su mirada perdida en sus manos las cuales estaban entrelazadas con las de él.

Lloro hasta el cansancio y cuando la maquillista la vio de inmediato y sin preguntas le corrigió todo lo que se había corrido y en un abrir y cerrar de ojos ahí estaba.

Había aproximadamente doscientas personas frente a ellos, familiares, amigos y conocidos llenaban el jardín decorado.

Quizá mucho lo adoraban, amaban como se veía pero ella lo odiaba, deseaba poder quemar todo frente a el y quitarle la estúpida sonrisa que tenía en sus labios.

De reojo veía a Draco, él estaba tranquilo, parecía muy concentrado en Odette, en como ella jugaba con su mano mientras le susurraba una que otra cosa en el oído logrando que riera entre dientes.

Era como si no hubiera besado a Lía por las noches, como si los te quiero que le había dicho mientras la besaba hubieran sido palabras vanas, no se veía dolor en sus ojos, rencor, o alguna expresión negativa, se veía... tranquilo.

Quería gritar y decir que no amaba a Scorpius, que todo lo que estaba pasando había sido planeado por él y el asqueroso de Lucius, que el hijo que esperaba era de Draco, su Draco. ¿Pero para qué?. Draco no la recordaría, podría ir directo a Azkaban si tan solo mencionara algún tipo de relación entre ellos. En fin.

Lo que sea que tuvieron había terminado.

—Acepto.—la voz de Scorpius saco a Lía de sus pensamientos agito levemente la cabeza y miro a Scorpius.

—Lía Calantha Scamander, aceptas tu a Scorpius Hyperion Malfoy como tu legitimo esposo.—todas las miradas cayeron en ella, miro alrededor uno por uno hasta terminar en Draco.

<<Di algo>>—Pensó Lía.—<<Impide esto por favor>>

Nada paso.

—Acepto.—suspiro rendida, regreso su mirada a Draco el cual seguía concentrado en lo que Odette le decía al oído.

—Bien, yo los declaro marido y mujer.—sonrió levantando ambas manos, los aplausos entre los invitados se hicieron presentes al mismo tiempo que un par de gritos de emoción.—Puedes besar a la novia.—Scorpius acerco a Lía tomándola suavemente de la cintura.

—Mia.—sonrió sínicamente antes de juntar sus labios.

Mas gritos y aplausos se hicieron presente.

Después de la ceremonia todos estaban celebrando en el jardín, bebidas, aperitivos y risas llenaban el jardín. Lía sonreía cada vez que alguien se les acercaba a felicitar a la pareja agradeciendo por su tiempo.