𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧𝐥𝐲 | ✔

𝐗𝐈𝐕

Sin perder mas el tiempo, Lía tomo su cuello para acercarlo a ella mientras Scorpius a tientas caminaba hacia la cama.

Se dejo caer con Lía encima mientras ella colocaba sus piernas a cada lado de su cuerpo, el pasaba sus manos desde sus cintura hasta su espalda acariciándola lentamente.

Esto no estaba bien, ella lo sabía perfectamente, debería de irse a su habitación y alejarse de los Malfoy, pero Scorpius la hacía sentir tan bien que no tenía la suficiente fuerza para detenerse

Ella quería eso, en realidad quería a Scorpius entre sus piernas y lo iba a lograr.

—Me asegurare de que no escapes esta noche.—murmuro en su oído al mismo tiempo que se colocaba sobre de ella.

—¿De qué hablas?—rio mientras sentía como sus manos se levantaban para terminar amarradas a la base la de la cama.—¿Magia no verbal?. Eres malvado—rio.

—Solo un poco.—volvió a atacar su cuello mientras con ambas manos bajaba su vestido.—Te vez tan sexy hoy.

—No te quedas atrás.

—Solo piénsalo, Lía.—acaricio su cara.—Tú y yo.—comenzó a acariciarla sobre la ropa interior— Tú y yo juntos.—rozo su nariz por su cuello mientras seguía acariciándola sobre la tela.

—Malfoy.—suspiro cerrando los ojos.

Podría ser el alcohol, el cómo el la tocaba o lo molesta que se sentía que su libido subía sin medida y quería más, deseaba que Draco la estuviera viendo, que se estuviera muriendo de celos, giro su cabeza y lo imagino ahí, sentado viéndolos con esa mirada tan escalofriante que lo caracterizaba, molesto por que alguien estaba tocando a su pequeña zorrita.

Gemía en los labios de Scorpius cada vez que la tocaba levantaba sus caderas pidiendo un poco más, metió su mano en su ropa interior.

—Estas tan estrecha...Para mi.—murmuro con voz ronca en su oído—Solo para mi.—gimió al sentir su dedo curvándose en ella.

—Por favor.—suspiro.

—¿Qué mi amor?—beso su pecho—Dime que quieres.

—A ti.

—Paciencia.

—Déjame tocarte.—jadeo.

—No.

—Por favor.—movió sus manos.

—No.—la tomo de la quijada.—No me puedes tocar hoy. ¿Crees que puedes ir ahí con ese vestido tan corto como si nada?

—Perdón.—sonrió en sus labios—¿Hice algo malo?

—Todos te veían Lía.—apretó su trasero—No quiero que nadie más te vea—le dio un beso corto— Quiero que seas mía, mía para siempre.