𝐇𝐞𝐚𝐯𝐞𝐧𝐥𝐲 | ✔

𝐗𝐗𝐈𝐕

L I A

Lentamente abrió los ojos, cegándose por la luz y de inmediato los volvió a cerrar.

—¡Ya despertó! — escucho que alguien hablo no muy lejos.

Se quejo tapándose la cara y casi de inmediato sintió como se volvía oscuro, abriendo lentamente los ojos de nuevo.

—¡Estas despierta! —Scorpius tomo su cara con ambas manos. — ¿Estas bien hermosa?

—¿Qué paso? —murmuro.

—Te desmayaste princesa. —acaricio su mejilla. — Pero tu tranquila, iré a decirle a tus padres y al doctor que ya despertaste.

—No me acuerdo de nada. —negó. — ¿Dónde estamos?

—San Mungo. Mi papá y yo te trajimos, él se encargó de hablarle a tus padres, no tardo.

—Está bien. —murmuro.

Scorpius beso su mano y se levantó caminando hacia la puerta, le sonrió antes de salir y cerrar la puerta tras de él.

Lía se sentó en la camilla tomando su cabeza con ambas manos, no recordaba lo que había pasado, solo recordaba ir de camino con Scorpius a Hogsmeade y de ahí nada estaba lo suficientemente claro.

—Buenas tardes. — el doctor seguido por sus padres entro. — Soy el doctor Morningstar.—sonrió. — ¿Cómo te sientes?

—Confundida. —hizo una mueca.

—¿Qué es lo último que recuerdas?. Platícame tu día.

—Uhm. —hizo una mueca. — Me desperté, desayune, entre a mis clases, estudie un poco con mi mejor amiga.

—¿Me podrías decir el nombre de tu mejor amiga?

—Samantha Zabini.

—Bien, bien, continua por favor.

—Después Scorpius, mi novio. —lo apunto. — Me dijo que íbamos a salir, comí con unas amigas y... Sali de castillo con Scorpius.

—¿No recuerdas otra cosa? —negó.

—¿Cuándo se desmayó? — miro a Scorpius.

—Después de salir de las tres escobas con papá y su novia.

—¿Su qué? —Lía frunció el ceño. — Perdón, yo... —negó. —¿Salimos con tu padre?

—Si, —la miro frunciendo el ceño. — Saliendo de te detuviste y te desmayaste.

—¿Recuerda eso señorita Scamander? — Lía negó.

—Princesa. — ambos de sus padres se colocaron a su lado besando su frente. — ¿Qué tiene mi hija?

—Bueno. —frunció el ceño mirando su libreta. — Puede ser estrés.

—¿Estrés? — preguntaron.