°°°El canibalismo es una de las manifestaciones más evidentes de la ternura°°°
Tokyo Ghoul no me pertenece, todos los derechos reservados a su creador: Sʜᴜʜᴇɪ Mᴏʀɪᴛᴀ
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Mire hacia atrás levemente, golpeando con suavidad la ventana antes de intentar abrirla con mis manos, lo cual no funciono, la traba estaba puesta. Suspire, chocando mi frente contra el vidrio sin medir la fuerza, lo que ocasiono el dolor que llego después. Usar la puerta hubiese sido la mejor opción, pero solo dos habían salido de la casa, no estaba seguro de con quien podría encontrarme si entraba como una persona normal. Tenia información al respecto de quienes eran parte del escuadrón Quinx, y Kaneki encabezaba la pirámide.
Apoye las manos en la ventana, haciendo sombra para ver mejor la parte de adentro de la habitación. Estaba vacía, ordenada e impecable, pero vacía. Pegue mi oreja al vidrio, el silencio daba a entender el vacío, fruncí el ceño
— No lo he visto salir...
Tantee los bolsillos de mi pantalón hasta encontrar el celular, en donde comienzo a marcar mientras me apoyaba para no caer y poder usar ambas manos.
No tenia noticias y tampoco podía preguntar, lo nuestro era secreto de las puertas hacia dentro de esta casa y del CCG mientras que de mi lado lo único que ocultaba era que aparecía a hurtadillas por su lugar de trabajo y, ahora, casa. Nuestra relación se consideraría alta traición y, quizás, complot tanto de su parte como de la mía. Mientras Naki-San no apareciera, no habría desesperaciones o histeria, por ahora, las cosas estaban bajo control
— ¿Que estas haciendo ahí?
Un sobresalto y mi cuerpo cayendo inevitablemente (y, debo decirlo, literalmente) a sus pies, siendo mi costado el que se llevara todo el impacto. Solté un bajo quejido, girándome hacia el otro lado mientras me hacia un ovillo, la respiración me había abandonado de repente al chocar contra el suelo. Su mano se poso en mi cabeza, mientras la otra tomaba mi muñeca, girándome hacia su dirección, lo que aproveche para esconderme entre sus piernas, soltando un suspiro
— ¿Estas bien?
— Creo que me rompí algo —gire, quedando boca arriba y presione la punta de mi dedo contra su frente— ¿Como te encuentras?, ¿Te sientes distinto?
Palmeo mi abdomen, pasando sus manos por debajo de mis brazos para levantarme del suelo junto con él. Camino hacia una puerta, la cual supuse daba al baño, y lo seguí, apoyándome en el marco de la misma mientras el se paraba delante del espejo, abriendo y cerrando su mano lentamente
— De momento no noto ningún cambio, pero... —rodé los ojos, abrazándolo desde atrás
— Pero, pero, pero —ladee mi cabeza, mirándolo por el espejo— Debes hacer reposo, Urie. Te han dado el alta, pero eso no significa que todo este bien y que ya puedas correr detrás del primer ghoul que se te cruce —arqueo sus cejas— Oi, sin incluirme
— Lo se, descanso de las misiones —asentí sonriente
— Exacto, aunque... —mire alrededor, recorriendo el cuarto de baño antes de repetir la acción con su habitación— Espera, ¿Como es que perderás el tiempo?. Solo seras tu y... tu
