°°°El canibalismo es una de las manifestaciones más evidentes de la ternura°°°
Tokyo Ghoul no me pertenece, todos los derechos reservados a su creador: Sʜᴜʜᴇɪ Mᴏʀɪᴛᴀ
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La puerta se abrió estrepitosamente, haciendo balancear la campanilla sobre el marco. Apoyo sus manos en sus rodillas, tomándose un minuto para recuperar el aire que fue perdiendo
— ¿Que sucede, Ron?
Misaki acompañado de Yukio se acercaron al menor, el rubio se arrodillo a su frente mientras el contrario se paraba detrás con sus manos en los bolsillos.
El pequeño Matsuyama suspiro profundo, luchando contra la desesperación para que sus palabras se oyeran con claridad
— ¡Nii-San, desapareció!
— ¿Que?, ¿Estas seguro? —los mayores compartieron una mirada, el rubio frunció el ceño— ¿Has hablado con Naki?, él estaba en casa
Ron negó, las lagrimas pronto saldrían de sus ojos. El camino desde su casa hasta la cafetería se había vuelto un infierno, aunque fuera corto.
Aun recordaba lo visto en la habitación, la puerta estaba cerrada, pero de una patada logro abrirla. Sabanas por el suelo y la cama arrugada dejaba algo de tranquilidad en su pecho al darse cuenta de que si había dormido allí, lo siguiente fue el cuarto de baño. El espejo destrozado y los fragmentos en el lavabo y suelo lo hicieron preocupar, aunque la sangre no estuviera allí.
No servia llamar, ni gritar, la casa estaba vacía y el celular perteneciente al pelirrojo sobre la cómoda sin tocarse desde la noche anterior. ¿Que era lo que debían hacer?
— Espera, espera —Yukio paso una mano por su rostro— Quizás nos estamos apresurando a los hechos
— ¡Si!, ese niño no tiene motivos para desaparecer
— Si tiene
Una voz desconocida para los tres se unió a la conversación, la mueca de desagrado y tensión en su cuerpo se hizo notar en el de ojos oro pálidos al ver a Ayato, más no soltó palabra alguna, no tenia interés ni tiempo en aquello. El problema era más grande y contenía nombre y apellido. Matsuyama Kai.
El de cabello azulado hizo una breve seña con su cabeza, indicándoles que salieran de la cafetería para hablar con comodidad, involucrar a personas no era la intención que tenia.
Sin rechistar lo siguieron, siendo el pequeño pelinegro el primero en ir detrás de él. De la noche a la mañana su hermano estuvo a su lado, durmieron juntos abrazados bajo las mantas, e incluso lo vio al despertar. No recordaba haber hecho algo malo, ni tampoco que Kai estuviera enojado, al contrario
— ¿Entonces? —Misaki levanto sus cejas con interrogación— ¿Sabes donde esta Kai?
— Estuvimos juntos en la noche, esperando a Naki —se apoyo en la pared cercana, hundiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta negra— Tuvieron una discusión, más del lado de Kai mientras Naki solo intentaba calmarlo al ver que comenzaba a hiperventilar. Después de eso, el idiota fue a su habitación con enojo
