«Dvadtsat' devyat»

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Cerré la ventana, girándome para acuclillarme, pasando mi mano por debajo de la cama hasta tocar la áspera caja que aun seguía ahí

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Cerré la ventana, girándome para acuclillarme, pasando mi mano por debajo de la cama hasta tocar la áspera caja que aun seguía ahí.
La tome, sacándola a rastras, y me senté, comenzando a revisar. Las fechas estaban y la cantidad seguían intactas, salvo por un sobre con mi nombre en el con aquella caligrafía que había ayudado a enderezar. Fruncí el ceño, dándole vuelta para revisar que la parte delantera tuviera alguna indicación, pero nada, solo una pegatina de una carita feliz que lo mantenía cerrado, aunque no por mucho tiempo.

Con suavidad lo quite, dejando el sobre a un lado, quedándome con la blanca hoja doblada prolijamente

— Aquí estas —me sobresalte, pegándome a la cama de repente con la vista en su silueta, la cual reconocí al instante

— Mierda, Ayato —me incorpore, guardando la carta en mi bolsillo de mala gana— ¿Quieres que te golpee? —arquee mis cejas, tomando la caja entre mis manos, saliendo de la habitación con sus pasos siguiéndome— ¿Que haces aquí?

— Estaba buscándote, tu torpeza podría llevarte con facilidad a la muerte —sonreí, estirando una mano hacia él

— Oh, mira allí, tu preocupación acaba de aparecer —canturree, ojeando mi alrededor— No es importante, pero solo vine a buscar algunas cosas —me acerque a la mesa— ¿Donde esta Kaneki?

— No es de mi interés

Detuve mis movimientos, apoyando mis manos sobre la madera mientras soltaba un suspiro. Sabia perfectamente en donde se encontraba, estaba cansado de solo quedarse quieto y va a interferir. Salvara a los que deba, aunque quede enredado y acabe su cabeza rodando, lo hará de todos modos, y no escucharía a nadie que se interponga en el camino.
Kaneki dejara de ser un espectador más para volverse parte del reparto.

Suspire, pasando mi mano por mi cabello

— En este instante, Yoshimura-San es el objetivo al que deben aniquilar con urgencia —sonreí de lado— Ah, si tan solo supieran... —me dirigí hacia la puerta, adoptando un semblante serio— ¿Crees que podamos encontrarnos luego?, necesito... hacer algo

No espere respuesta de su parte, me basto con que pudiera oírme.
Subí la gorra del ligero buzo, comenzando a correr por la calles, escondiéndome si hacia falta para no ser visto por las palomas. Ya habían evacuado, seria sospechoso si un ciudadano se encontraba afuera, corriendo en la dirección en la que el operativo para matar al Búho se hallaba en proceso.

Los sonidos y explosiones se oían con más claridad a medida que me acercaba, al igual que el aroma de la sangre tiñendo la nieve, como en mis pesadillas.
Debía tranquilizarme.
Cerré mis ojos con fuerza

"... le devolveré el favor pronto. Cuando me necesite, estaré, no importa la gravedad de la situación, si usted necesita ayuda, cuente conmigo, Yoshimura-San. Estoy absolutamente a su disposición"

"Te lo agradezco, Matsuyama. Tener aliados en estos tiempos es beneficioso"

Negue leve, sonriendo amargamente.
Aun cuando se lo había advertido con sinceridad y precaución, la sonrisa en su rostro dejo en claro que aceptaba mi propuesta. Aun cuando las cosas cambiaran y se pusieran en su contra, se inclino delante de mi con agradecimiento. Aun cuando mi yo roto tomo la mano del titiritero, me tomo con fuerza junto a Kaneki, teniendo la posibilidad de dejarme en medio del gas que solo nos hacia daño a nosotros.

☣Iɴsᴀᴛɪᴀʙʟᴇ☣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora