«Sorok pyat'»

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Separe mis labios, acercando mi mano para tocar su hombro, pero como ha estado haciendo desde que había dicho la verdad, se alejo con aquella frialdad en el rostro que me oprimía el pecho dolorosamente

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Separe mis labios, acercando mi mano para tocar su hombro, pero como ha estado haciendo desde que había dicho la verdad, se alejo con aquella frialdad en el rostro que me oprimía el pecho dolorosamente.
Apreté mis labios y contraje mi mano hacia mi pecho, mirando mis pies como un niño al que acababan de regañar.

Me sentía muy fuera de lugar, aquí, en casa, en donde sea que el aura de Ron estuviera yo no dejaba de sentirme en un agujero de constante desprecio y deseos de muerte.
Me lo merecía, así que no hacia nada para evitarlo. Aunque su enojo y odio hacia mi durara toda la eternidad, lo aceptaría de igual manera, no tenia derecho a retomar el papel de hermano mayor cuando ya lo había perdido todo. Ron merecía otro ejemplo a quien seguir, a quien mirar con orgullo y señalar mientras dice con felicidad que en eso se convertiría cuando creciera. Ron tenia derecho a hacer lo que quisiera, crecía con velocidad y no podía detenerlo, no me veía en posición, no como antes.

Desvié la mirada cuando Naki se acerco, sonriendo muy leve a labios sellados. Presiono mi hombro, apoyándome

— Debes darle algo de tiempo, no es fácil —frote mi brazo, agachando mi cabeza

— Tampoco lo es para mi, suelto una cadena de disculpas cada cinco minutos aun cuando se que eso no basta —suspire— ¿Que sucede contigo que aun no me gritas?, mamá era alguien especial para ti también

— No estoy enojado contigo, Kai. He tenido muy presente tu problema, lo he visto cada vez que sucedía y como tu cuerpo se retorcía para evitar lo que tenias el impulso de hacer —acaricio mi cabello, tomando mi mentón para que lo viera— No negare que si desde el principio todo hubiese salido a la luz, quizás el que te estuviera consolando ahora seria Gerald, pero no te culpo por nada

Negue leve, frunciendo el ceño con incredulidad.
¿Como podía no culparme?, ¿Acaso no había sido lo suficientemente grave?. Me gustaría comprenderlo, sentir lo que siente en este momento, saber lo que piensa, y así intentar estar en sus zapatos. El consuelo no era necesario, podría encontrar un poco de aquello en alguien más, esperaba... esperaba otra reacción de su parte ante eso.

Dos siluetas se detuvieron frente a nosotros. Mis cejas se arquearon cuando Yukio se abalanzo sobre mi, sus brazos rodeándome cálidamente contra su cuerpo.
Estaba estático, dudando en corresponder como las veces anteriores, pero acabe cediendo. Era extraño, no habíamos hablado durante el día, pero ahora estaba pegado a mi, acariciando con tranquilidad mi espalda. Misaki a su lado solo palmeaba mi cabeza repetidas veces, sonriendo con aquel brillo que te contagiaba a pesar de la verdadera razón de la muestra de afecto

— Yo... um, ¿Te encuentras bien, Yu?

— Lo sentimos —se alejo, tomándome de los hombros— Hablamos con Naki, necesitábamos algunos consejos y su punto de vista para reflexionar sobre... ya sabes —asentí débilmente— No estamos molestos contigo aunque deberíamos

— Ah, ustedes también —rodé los ojos, alejándome bruscamente para cruzarme de brazos, mirando a ambos— Demonios, ¿Acaso no lo ven?. Soy una maldita mier-

☣Iɴsᴀᴛɪᴀʙʟᴇ☣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora