☣Iɴsᴀᴛɪᴀʙʟᴇ☣

«Sem»

Rei al verlo caerse por tercera vez. Al tener una estatura pequeña, Ron no llegaba a ciertos juegos del parque a no ser que saltara, lo cual no duraba mucho. Sus dedos y manos se aferraban con fuerza, pero luego de unos segundos caía rendido, respirando agitado por el esfuerzo y con el ceño fruncido, mirando con rencor a aquel juego

— ¡Una vez más! —rodé los ojos divertido por verlo hablar con un mástil y me acerque— ¡Esta vez lo lograre y te venceré! —tomo impulso para saltar y elevo sus brazos, pero no logro llegar gracias a mi amable interrupción

— Bien, pequeño saltamontes —lo pare en el banco más cercano, sacudiendo la tierra de su ropa— Ya ha sido bastante diversión por hoy, ¿No crees?

— ¡No!, ¡Aun no podemos irnos! —señaló el juego a mi espalda— ¡Necesito acabarlo! —hizo amague de bajarse, pero lo sostuve, abrazándolo

— En otro momento, gran guerrero. Es hora de volver

— ¡Nii-San, estas alejándome de mi destino! —dejo caer su cuerpo hacia atrás, dramáticamente, posando el dorso de su mano en su frente. Rei y lo sostuve con firmeza para no dejarlo caer

— ¿Tu destino? —lo mire con sorpresa— Wow, ¿Cómo es que yo no sabia eso? —movió su cuerpo y poso sus manos en mis mejillas, mirándome con esa seriedad que ocasionaba risas en mi

— Esas son cosas que solo pueden saber los elegidos, lo siento —asentí y sonreí

— Elegido, ¿Eh? —fingí una mueca de tristeza— Que lastima que seas uno de esos, los elegidos no pueden tocar el piano, otras personas lo hacen por ellos

Su rostro borro la expresión seria, reemplazándola por una de sorpresa. Suspiró profundo y miro hacia otro lado, dejándome ver en el proceso, un tenue rubor en sus mejillas.
Rei silenciosamente, esperando una respuesta

— B-Bueno... supongo que no sucederá nada si me alejo de mi destino —alborote su cabello y lo baje

— Sabia decisión, aunque... —lo mire de reojo y sonreí— ¡El último en llegar a casa hará la tarea del otro! —comencé a correr

— ¡O-Oi!, ¡Espera!

Rei, disminuyendo la velocidad con disimulo, logrando que pudiera alcanzarme. Oí su risa y sonreí, eran escasos los momentos que teníamos juntos, pero siempre intentaba estar a su lado, ocupándome de todo lo que llegase a necesitar. Ron jamas había tenido problemas en la escuela, era un buen alumno, algo que me hacia sentir orgulloso de él, estaba viviendo como lo hacia antes de lo que paso, con sus risas, sonrisas, con tranquilidad, dibujando sus sentimientos y confiando en mi, contándome con detalles lo que sentía o le ocurría. Me hacia sentir tranquilo el saber que se encontraba bien.

Comencé a caminar sin perder de vista su silueta, la cual se alejaba con emoción cada vez más, parecía un punto rojo moviéndose entre las farolas de la acera. Giraba su cabeza hacia atrás para asegurarse de que aun lo seguía, y luego volvía a correr, solo que no tan rápido como antes, se notaba más cansado. Era entendible.
La tarde entera se había movido de aquí para allá, buscando entretenerse con lo que sea, optando por pedirme salir. No me negué, ambos lo necesitábamos