No joda carechimba. [Colombia x Rusia] countryhumans

6

El cafetero limpiaba su casa, no solo por ser domingo, sino porque llegaba Rusia.

Cómo todo buen anfitrión debía tener una casa presentable y limpia, cómoda y agradable. Su teléfono comenzó a sonar, a lo mejor el otro ya había llegado al aeropuerto.

Tras una simple llamada tomó sus cosas y se montó en su Jeep. Su finca no estaba muy lejos de Bogotá, cómo a hora y media quizá, y pues como siempre demoraban un poco a los gringos en lo de la entrada al país pues tendría tiempo suficiente para llegar.

El colombiano no sabía si echarse a reír o no, veía al ruso acercarse con su maleta a lo lejos, y, para bien o mal, llevaba tremenda ropa pesada de abrigo. Sin poder contenerse más, el cafetero empezó a dar pequeñas carcajadas hasta que el contrario estuvo a su lado con una ceja levantada y una expresión sería.

-¿Sucede algo? - Preguntó demandante, no aguantaría que se burlaran de él.-

-N-nada, marica se va morir de c-calor -estallo en otras pocas carcajadas, para luego recuperarse de la risa con pequeñas lágrimas en los ojos. -Pero bueno, al menos no llegaste a Bogotá con chanclas y pantaloneta. -le dió un codazo animado, a lo cual le miraron unos ojos frívolos.

Colombia le ayudó con su maleta y le dirigió a la salida, llevándolo hasta su Jeep.
El más joven miraba el automóvil sin saber que pensar, ¿Enserio andaba con eso por toda la ciudad?, Esperaba un auto más serio quizá.

-Te presento a mi pequeño "granito", es quien nos va llevar. - Colombia presentó el auto dándole pequeñas palmaditas, luego subió las maletas y al ruso.

El camino fue en silencio, solo escuchando los ruidos de la ciudad y las veces que pitaba el auto.

-¿Rusia, traes ropa solo de frío?- le miro de reojo el tricolor, viendo como el otro asentía.- Me va tocar prestarte ropa y luego salir a comprar, si andas con eso encima te dará un golpe de calor.

-¿Por qué? Si la ciudad se ve bastante fría. - Dirigió la mirada al cielo, viéndolo gris cómo era típicamente.

-Yo no vivo en la ciudad, Rusia. -Dio una risa suave, ya estaban tomando el camino para fuera de la ciudad.

Los minutos pasaban y el ruso se empezaba a sentir incómodo con sus pesadas ropas, el más bajo tenía razón con lo de un golpe de calor, ¿Cómo había podido cambiar tanto el clima en unos pocos kilómetros?.

-Mejor te quitas la Ushanka y el abrigo, aún faltan como treinta para llegar. -le avisó, el más alto se veía bastante transpirado.

El contrario hizo caso quitándose el abrigo, pero siguió con su típico gorro.

A la media hora ya estaban en la finca del colombiano, estacionó la Jeep y tomo maletas del ruso para ayudarle. El pobre se veía a nada de un golpe de calor.
Entraron rápido y lo primero que hizo el cafetero fue traerle un vaso de agua con algo de hielo.

-Sientate en alguna de las hamacas, así te refrescas. - le empujó levemente hasta una, viendo como el contrario se veía casi en otro plano astral.

Este se sentó y casi se va de cara, pero luego de que Colombia le dijo como acomodarse bien entonces pudo mantenerse.

La casa era grande y encantadora, con dos pisos amplios, mayormente abierta y con un estilo colonial lindo.
Al tener arquitectura colonial, en el centro de todo el "edificio" había un patio amplio, con una fuente, sillas y hasta un gran árbol que brindaba sombra. Y por si no era poco, al estar en una amplia finca, las zonas despejadas y abiertas que invadian la casa dejaban correr una refrescante brisa que colaboraba a ese bochornoso clima.

Rusia seguía dándole sorbos a su agua mientras pensaba en la casa y la ambientación de la misma, colorida, con figuras de animales y flores, bastante llamativa. Hasta podría decir que artística.

-Te traje un cambio de ropa, no puedo decir que te quede muy holgada pero te colaborará con el clima. - El dueño de la casa le dejo la ropa en frente en una pequeña mesita de madera. - También dejé tu maleta en el cuarto de al lado mío, por si necesitas algo.

Le dió una amplia sonrisa y un "Bienvenido a Colombia", el cafetero si que amaba traer personas a casa para que conocieran de su territorio.

El soviético estando ya más fresco decidió cambiarse de ropa, el colombiano no había mentido al decir que no le quedaría holgada, pues era casi como si llevará ropa ajustada a propósito.

-Pero es cómodo - Afirmó para si mismo, moviéndose y viendo como la ropa aún siendo ajustada se estiraba y no creaba problema alguno.

-Veo que estás más al clima, ¿qué quisieras hacer ?- Se acercó el tricolor para sentarse en una de las hamacas, tomando tinto.

-No se, ¿Qué se puede hacer? -le miró con cierta curiosidad, ¿Estaba tomando algo caliente en un clima caliente?, loco.

-Podemos ir a ver las cosechas, montar a caballo, ir a la piscina, pasarnos por el pueblito... - enumeró con los dedos, de forma pensativa.

-Piscina. - Decreto el soviético.

-¿Piscina?- Repitió incrédulo el contrario.

-Piscina. - Afirmó.