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Al día siguiente, no fue sorpresa que algunos countrys faltaran, ya sea por la desvelada o porque se quedaron con algún otro compañero.

Los hermanos cómo era de esperarse llegaron descansaditos y sin ojeras, para irse a sus lugares habituales y hablar con sus amigos.

Colombia fue directo a México, dándole un codazo de saludo.

-Mex, Mexiquito, cómo amanece parce. -

-De la chingada carnal, siento que me estrelló un bus. -Le miro cansado, recostando se de a poco en la mesa con la cabeza entre los brazos. -No dormí casi, me duele la cabeza y hoy doña Julia no tenía tamales.

El contrario río ante la actitud de su amigo, dándole palmaditas en el hombro.

-Ñero si quiere le doy de mi tinto, así por lo menos no anda desganado. -Le ofreció el líquido caliente con una sonrisa, sí había tomado un poco, pero estaba limpio y quedaba más de la mitad.

-Güey no sabes cuánto te quiero - Levantó la cabeza de forma dramática, para agarrar la bebida y tomar de a sorbitos.

Minutos después ONU inició la reunión, preguntando que cómo la pasaron y demás.

En algún punto, ONU pidió a Rusia dar un informe de su país, y cuando el colombiano fijo la mirada en el soviético, casi se le sale el corazón del pecho.

Ahora sí que confirmaba que a quien le había dado una totera anoche era Rusia, el pobre se encontraba con el rostro moreteado, con cortes y hasta uno que otro chichón. También, confirmaba que Colombia hasta con un cartón era peligroso.

El cafetero se sintió a morir, sí, quería devolversela al ruso engreído, pero no quería dejarlo tan vuelto mierda. Iría a disculparse cuando la reunión terminara.

Tres horas y media después, por fin empezaba a haber movimiento en la sala de conferencias, muchos countrys se retiraban ya a sus territorios, era la última reunión de la semana.

Sin perder tiempo el tricolor se fue contra el ruso, deteniendolo del hombro.

-Nea, Rusia. -intento saludarlo casual, ganando una mirada extrañada del otro.- Mire parce, le voy a decir la verdad, yo sí quería darle su buena golpiza, pero tampoco quería pasarme.

Admitió con pena, no quería quedar como alguien que solo andaba a los putazos y no sabía dialogar.

-Entonces si fuiste tú. - Musitó el alto, sin quitar su sería mirada del más bajo.- ¿Cómo me vas a indemnizar?- levantó una ceja inquisitivo.

-¿Indemnizar?- repitió sin creerlo, para luego poner su mano en su barbilla pensando y  luego chasquear los dedos.- Venga lo llevo a mi finca unos días, el climita y la comida harán que se le pase rápido toda la vaina.

El ruso hablaba de forma monetaria, más no esperaba que el colombiano tomara esa palabra tan bien y de paso le invitara a su casa. Le miro con cierta incredulidad, pero luego de ver cómo el otro le contaba dónde vivía y demás, rodó los ojos y suspiró.

- Iré, pero llego mañana. -no había escuchado mi la mitad de lo que decía el latino, pero al menos le haría "pagar" por la golpiza que le dió sin razón alguna.

-Listo, me llama cuando llegue y yo voy y lo recojo. - Asintió y le dió unas palmaditas en el hombro para luego despedirse e irse.

Rusia lo vio alejarse de lo más tranquilo y hasta un poco alegre, suspiró con cansancio y tomo camino a casa, tendría que empacar alguna ropa.

Pero, ¿En Colombia que clima tienen?

No joda carechimba. [Colombia x Rusia] countryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora