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Era uno de esos días en familia, donde no solo estaban la pareja mayor acurrucada en el sofá junto a sus dos frijolitos, estaban discutiendo de forma indirecta.

-"Que mi pequeñita se va al campo a ordeñar vacas conmigo dije." - Movió su boca en silencio, pues no quería interrumpir la concentración que tenían los menores en la televisión.

Los más pequeños, ya tenían cinco años, y estaban viendo un canal muy extraño y antiguo llamado Barbapapa.

-"Nos quedamos para irnos a la playa." - Respondió el contrario, este apenas fruncía un poco su seño en señal de desacuerdo.

-"A ellos les gusta el campo" - Contraatacó, llevaban esa pelea silenciosa desde hace un buen rato, y nada que podían ponerse de acuerdo y parar.

- Nosotros queremos ir al bosque. - Sin previo aviso, la pequeña de la familia comentó, sin siquiera despejar la vista del televisor.

Su hermano pequeño (físicamente) asintió ante lo que decía su melliza, ambos sabían de la discusión de sus progenitores y hasta ahora los detenían, pues, era divertido ver a su papi Colombia pellizcar a papá Rusia.

-Quiero ver un oso...- Kosru colocó su manito sobre la de sus padres, atacandolos con una mirada encantadora para que ambos aceptaran.

A la segundos, su hermana se le unió con la mirada de cachorrito, haciendo derretir a los mayores.

Soltaron un suspiro rendido, sus pequeños tenían claro qué querían hacer.

Luego de otra plática decidiendo en cuál territorio visitarían el bosque y verían los osos, se quedaron en el territorio ruso, pues tenía más probabilidades de ver un oso y que no los atacara un puma.
(Sí, en Colombia en las zonas donde se encuentra el oso de anteojos también se encuentran grandes felinos.)

Ya era día de su "viaje" familiar, y los pequeños iban más que encantados con todo su entorno. Kosru, aunque no soltaba la mano de Colombia por los nervios a esos altos e imponentes árboles, daba pequeños saltos emocionados de encontrarse en ese ambiente, y Rusk, bueno, iba montada encima de Rusia preguntando por los animales a cada segundo.

- Papá, ¿y nos podemos llevar uno? - Era la tercera vez que preguntaba por llevarse un oso, y siempre recibía la misma respuesta, un asentimiento por parte del mayor.

-Esta es una buena zona para armar las tiendas - Avisó el tricolor mientras bajaba las maletas que cargaba, era una zona llana y abierta, pero protegida por los árboles, así que no tendrían tanto problema si llovía.

Rusk saltó de los hombros de su progenitor hasta el piso, en algún otro momento la pareja se hubiera casi infartado, pero esta ya era una costumbre de la menor.
Corrió hasta el cafetero para agarrar las cosas e intentar sacarlas por si misma, aunque eran tres veces más grandes y pesadas que ella misma.

-Mamita, se va tirar eso encima. - Más que una advertencia, sonó como un hecho, y bueno, a los segundos si que se tiró todas las cosas encima. - Le dije o no le dije.

Se acercó para sacarle las cosas de encima, dando una suave risa al ver cómo esta se aguantaba las ganas de llorar.
Le tomó en uno de sus brazos y con el otro empezó a organizar las cosas, de a poco armando lo que era su tienda de dormir.

Mientras, Rusia llevaba de la mano a Kosru, se dirigían a un lago que vieron en su camino, podrían sacar algún pescado para la cena.

- Papá, pero el pescadito... - La pequeña voz de su hijo hizo al mayor bajar la cabeza, enfocando su vista en este. - Si nos lo llevamos ya no tendrá amigos...

No joda carechimba. [Colombia x Rusia] countryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora