Rico despertar con el ruido de los gallos, el sol quemandote directamente a la cara y las picaduras de mosquitos en todo el cuerpo.
O algo así debía pensar el colombiano, que andaba durmiendo en las tejas de la casa.
-Jueputa quién abre la ventana a esta hora. - Gruñó con notable molestia y decidió cambiar su posición al dormir, recostandose de lado.
Lo intentó, antes de que su cuerpo empezará a deslizarse de la teja y atentará con irse al piso, que no estaba muy cerca que digamos. Colombia sólo se salvó del totazo y posible descuajada porque reaccionó apenas sintió el movimiento y se agarró a demás tejas como si su vida dependiera de ello.
Y bueno, sí dependía de eso.- ¡SAPA HIJUEPUTA MADRE Y YO QUE HAGO AQUÍ! - Gritó con espanto, y cómo no si se encontraba casi al borde del tejado. - ¡RUSIA!, JUEPUTA, ¡RUSIA TRÁIGAME UNA ESCALERA PARCE! - Casi se le salen los pulmones por los alaridos que pegaba.
Por todo el ruido, y luego de escuchar tan desesperado al tricolor, apareció Rusia mirando por el balcón, pero para el suelo.
-¡MARICON MIRE PARA ARRIBA! - Pataleó con rabia por lo lento que andaba el soviético.
Rusia subió la vista y se encontró a un cafetero colgando del tejado.
-Сукин сын... - Soltó con espanto y se echó a correr dentro de la casa, a buscar algo con qué bajar al contrario.
Luego de una gran misión de rescate, dónde les tocó más encima traer a los bomberos del pueblo, Colombia al fin tocaba suelo.
Y apenas lo toco se tiró a este para abrazarlo.
-Para la próxima vez, tengan cuidado con sus borracheras. -El bombero les miro con cierto fastidio por la tremenda maricada que habían hecho, pero igual se despidió cordial y se retiraron de la finca.
-¿Cómo es que terminaste allí arriba...?- Rusia seguía sin entender un carajo, había pasado un buen susto al encontrarse al otro ahí escalado.
- ¡Cómo si supiera malparido caremonda! - Replicó levantándose y limpiando la tierra de su ropa. - ¿No será más bien que usted me subió ahí ñero? - Le observó inquisitivo, el ruso negó a la vez que movía sus manos.
Le miro unos segundos más analizandolo y finalmente suspiró, pasándose una mano por el cabello y notando que había sudado mucho por toda la adrenalina.
-Marica mejor entremos a la casa, que quiero bañarme. - Tomó rumbo a la casa.
Luego de esa mañana tan problemática, ninguno de los dos tenía guayabo, es como si el susto se los hubiera quitado a las malas.
-¿Y usted dónde amaneció?, O fuí solo yo el que quedó en algún lado raro. - Suspiró con más calma, mientras llegaban a la sala.
-Yo estaba metido en una de tus materas.-
Colombia le miro por un rato largo, sin creerle, las únicas materas que tenía él en la casa estaban colgadas un poco alto del suelo.
-Debemos dejar de emborracharnos juntos. - Sentenció, el contrario asintió.
Colombia metió a bañarse y Rusia se fue a la cocina, además de hacer un desayuno ligero para que no se agarraran a vomitar, lo usó como medio para desestresarse.
-¿Tenemos desayuno colombiano o ruso? - Volvió ya arreglado, asomándose por el hombro del soviético.
-Colombiano, recuerdo que cocinaste este una vez que teníamos guayabo. - Dobló un poco sus rodillas, haciéndose un poco más bajo para que el colombiano logrará ver por encima de su hombro sin tener que andar en puntitas.
Ya tenía hechos los huevos con tomate, el jugo de naranja y ahora cortaba pequeños pedazos de fruta.
-Se ve rico. - Murmuró con más hambre por el olor de la comida. - Voy a pasar los platos. - Le dejó palmaditas en el hombro a su amigo (que volvía a estirar sus piernas para estar en su altura común.) Y tomo los platos con comida para llevarlos a la mesa.
A los segundos llegó el ruso con la fruta picada y servida, para dejarla en la mesa y sentarse junto al colombiano a comer.
Ambos suspiraron satisfechos, la comida comida de Rusia estaba sabrosa como siempre y habían terminado en menos de nada sus platos.
Colombia llevó los platos al lavaplatos y los dejó ahí, hoy los lavarian más tarde.-¿Parce por qué no va y se baña?, Está lleno de tierra. -Le señaló vagamente con el dedo, a lo cual el contrario se observó a si mismo.
-¿Me prestas ropa?- Se levantó estirándose un poco.
Colombia asintió sin problema, ya tenían de costumbre el usar la ropa del otro algunas veces que viajaban al territorio contrario.
- Que pereza - Se estiró en su lugar, dejándose escurrir un poco en la mesa.
Al rato, se levantó de la mesa y no para lavar la loza, sino para meterse en una hamaca y ver la televisión.
-Colombia...- Sacó su cabeza de la hamaca para ver qué necesitaba el soviético que le llamaba.
Estubo a nada de un patatus.
El ruso había roto una de sus camisas, y ahora la llevaba toda rasgada en zonas como la espalda y el pecho. Era seguro que este se había estirado mientras la llevaba.
-Ay este hijuemadre... -Se echó una mano a la cara y volvió a meterse en la hamaca, no, no estaba enojado, más bien se sentía apenado por ver esa escena.
-Te la voy a reponer. - Aseguró Rusia, Colombia le hizo señas con la mano de que no había problema y de que fuera a ponerse otra.
Cuando salió de la sala, Colombia se tomó un tiempo para analizar la existencia y al mismo tiempo, analizar el cuerpo de su amigo.
Decidió dejar de pensar pues sentía como su pecho palpitaba cada vez más fuerte y un sentimiento de pena que le dejaba inquieto se hacía presente.Suspiró con cierto toque enamorado que no alcanzó a notar y volvió a centrar su atención en la televisión.
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No joda carechimba. [Colombia x Rusia] countryhumans
SonstigesCountryhumans [Colombia x Rusia] ¿Quién no ha visto que cuando Colombia se enamora, lo pintan de tiernito, baboso y calladito?, Y más aún cuando menos lo quieren. Pues tranquilos jóvenes, que aquí, mostraremos que Colombia como buen colombiano que...