No joda carechimba. [Colombia x Rusia] countryhumans

26

Todos esperábamos ver la escena dónde Colombia se abrazaba a Rusia por miedo a la película y bla, bla,bla, ¿Verdad?.

Bueno, cambio de planes.

¿Qué Rusia abrace a Colombia?

No tampoco.

La verdad, ambos se encontraban mamados de esa película, era tan mala que les metía ganas de llorar y no por pena, sino como método de súplica para que esa huevada se acabara.

Se miraron por décima vez en esa media hora, con notables expresiones de que debían parar ese sufrimiento.

-Voto por cualquier otra maricada. - Levantó la mano el tricolor, a lo cual el ruso hizo lo mismo y asintió.- Por mayoría de votos, esto se va a la mierda.

Quitaron el intento de película y se pusieron a navegar por internet, a ver si encontraban algo que los espantara o siquiera hiciera temblar.

Bajaron, bajaron, bajaron y bajaron hasta que Colombia tiró el control remoto con fastidio.

-Ay no, no joda, así mejor me voy a dormir. - Gruñó fastidiado, les salían puras maricadas.

Rusia tomó el control y siguió buscando, el cafetero se había rendido pero esto no se quedaría así.

Bajó, buscó, investigó y escarbó hasta terminar en lo que para él parecía una novela.

-bueno parce deje la doctora polo que qué se le hace. - El cafetero por fin dió palabra y lo hizo por la doctora polo.

Se quedaron viendo ahí un caso de robo de tierras y algo más, realmente mostraron emoción cuando llegó el almuerzo de esa tarde.
Sin muchas ganas de cocinar ni de poner a trabajar a los ayudantes del palacio, optaron por pedir comida china, una rica comida china.

Ahí sí que empezó lo bueno, pues tan pronto se repartieron los platos y se acomodaron en la cama, empezó la pelea de los hijos por las tierras.

-Va ganar el enano. - Apostó el soviético, a la par que comía.

-Yo digo que el que tiene cara de abogado. - Contrarrestó Colombia, devorando el arroz.

Ambos se quedaron callados, hasta que Colombia le dió por subir la apuesta.

- Si gana el que tiene cara de abogado, ¿que me da?- Miró por el reojo a su compañero, que seguía atento a la pelea.

- No sé, ¿Plata? - Murmuró, solían apostar con plata.

- Nel parce algo mejor. - Bajó la mirada de forma pensativa al plato de comida. - ¿Aún tiene ese disfraz marica de hace dos años?

-Sí. - Volteó a verlo, sabía que sería la apuesta.

Colombia sonrió como un mafioso, mientras masticaba un pedazo de pollo.

-Adivino. - Suspiró el más alto. - ¿Si pierdo me toca ponerme eso, o no?

Su amigo asintió varias veces ya que tenía la boca llena de comida.

-Entonces si yo gano te toca a ti ponértelo. -Le hizo la misma jugada, por lo que el colombiano tosió un poco, esperaba que eligiera cualquier otra cosa.

-Trato parce, luego más le vale no fresearse. -Se dieron un apretón de manos y siguieron comiendo conforme pasaba el caso.

A ninguno se le cumplió el milagro, pues no ganó ni el enano ni el abogado.

Se miraron intentando saber que hacer ahí, y suspiraron al unisono.

-piedra papel o tijera para ver quién se queda la parte de arriba. -El soviético alistó su mano a la par que hablaba, el colombiano se puso en posición por igual.

Hicieron dos de tres, perdiendo igualmente el ruso.

-Mijo ya vaya rezando para que las medias no le corten un huevo. - Le dió palmadas en el hombro como muestra de apoyo, para luego ponerse a reír.

El tan aclamado disfraz de hace dos años era un traje de sirvienta, con medias, zapatos, falda, camisa y muchos accesorios.
Lo habían usado hace unos años para una broma de halloween y ahora volvía a tener protagonismo.

Colombia debía usar la parte de arriba, así que sin problemas se puso la camisa y los demás accesorios de brazos y cabeza, esperando con ansias a su amigo más alto para burlarse a todo pulmón.

Luego de unos minutos, Rusia salió del baño donde se cambiaba, dejando ver unas medias de malla acompañadas de una falda, que en el cuerpo alto y grande del soviético, se veían como una mini falda y unas medias a nada de romperse.

El cafetero no espero más y se agarró a reír, las carcajadas resonaban por todo el cuarto mientras su amigo, con pena de estar tan expuesto se sentaba en la cama a su lado.

-M-marica esa pobre falda -Lo miró con lágrimas en los ojos por las carcajadas.

-Se va romper en cualquier segundo - Aclaró el contrario, no intentaba bromear, enserio estaba a nada de escuchar cómo las prendas se desgarraban encima de él.

Ante lo dicho, el tricolor de alguna forma, estalló en más risas.

Pasaron unos segundos más y se agarró el estómago para detenerse y tomar aire, dando palmadas en la cama por lo entretenido que estaba.

-Te va dar algo...- Murmuró algo preocupado al ver al tan rojo y fatigado colombiano, que intentaba regular su respiración pero igual soltaba risillas.

- Moriré feliz - Afirmó, dando un largo suspiro y enfocando su vista en su amigo más alto, para observarlo bien. -Pero parce, que envidia que le quede esa ropa.

Ante la clara expresión de incredulidad por parte del ruso, continúo hablando.

-Ay marica pues, mire que rellena muy bien la ropa. - Se tomó el atrevimiento de tocarlo, posando una mano en los muslos trabajados del soviético.- Cuando a qué las mujeres morirían por piernas tan llamativas.

Siguió palpando las mismas, eran firmes y suaves, por lo que no se cansaba de pasar la mano.
Pero en Rusia cada vez aumentaba más la pena, y pensando en cómo desvíar la atención del colombiano de sus muslos decidió hablar.

-Colombia se te está cayendo la camisa. - Comentó serio, logrando que el tricolor se pusiera a revisar su propia ropa con comentarios tipo "Está toda estirada y no se queda en su lugar."

Bueno, el soviético no había mentido, a Colombia si que se le iba bajando la camiseta, ésta estaba estirada y se dejaba deslizar con más facilidad.

-Que vaina más fastidiosa - Se quejó mientras la acomodaba, pero al ver que seguía cayendo pues la dejó así sin más.

En ese momento, Rusia le hubiera dicho que dejara que le ayudará a acomodarla, pero esta vez prefirió aprovechar.

Miraba de reojo el torso de su amigo tricolor, era marcado y con dos botones que se veían bastante suaves y bonitos.

Subió la mirada a el rostro del cafetero, este ya se había centrado de nuevo en la televisión porque empezaba otro caso de la doctora polo, así que se tomaría un rato más para admirar la anatomía ajena.