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No fue mucho después que a ambos países les agarro el sueño, por lo que cada uno se dirigió a su habitación a dormir.

A la mañana siguiente, el ruso se levantó a las seis de la mañana como acostumbraba, y pensando que el colombiano dormiría por lo menos hasta las nueve, se dirigió a la cocina a preparar su propio desayuno.

-Buenos días. - Le saludaron apenas entró a esta, este respondió entre un murmuro y luego se detuvo estático.

¿El cafetero andaba despierto?

Se volteo a mirar a quien lo saludo, efectivamente era el colombiano, este estaba perfectamente cambiado, cocinando algo y de paso escuchando música con sus audífonos.

-¿Marica que vio un espanto? - El contrario volteo a verle extrañado, el ruso no es que se le quedará viendo con tanta impresión y por tanto tiempo constantemente.

-No... Solo pensé que estarías dormido a estas horas. - Confesó incrédulo, hasta él se encontraba en pijama a esa hora, ¿Pero el colombiano estaba totalmente listo?.

-¿Dormido?, Parce en el campo, nos levantamos apenas salga el sol. - Aseguró asintiendo, para voltear a seguir cocinando.- Pero como no estoy en casa ni tengo los trabajos que debo hacer allá, me tomé el tiempo para arreglar el cuarto y cocinar el desayuno.

El soviético iba a decir algo más, pero fue interrumpido  por las señas del cafetero. Este le indicaba que pasará a la mesa, dónde ya habían servido algunos platos que se notaban humeando.

-Ya voy a llevar lo último, por eso necesito que se quede quieto en la mesa a no ser que quiera que le tire la paila encima.

-Paila...-

Repitió sin entender y se fue a sentar, al rato vio como Colombia llegaba con el sartén aún caliente en mano y pasaba cerca de él, para servirle lo que parecían huevos revueltos.

Luego de dejar el sartén en el lavaplatos, este también fue a sentarse en la mesa, en esa gran mesa. Por un lado agradecía que fuera tan amplia, pues dejaba que pusiera varios platos y vasos, por otro lado, de seguro era una mamera recoger todo luego.

-Entonces - habló el tricolor más bajo, dispuesto a explicarle al ruso el desayuno que hizo. - Tenemos huevos pericos, pan, queso, chocolate, una que otra arepa para acompañar y también caldo de papa.

-¿No es mucho?- Le miró inseguro, cómo podría tener tanto para la primera comida y no sentirse con mareo.

- Obvio no parce, esto es lo que ayuda a empezar el día. - Aseguró y le hizo señas de que empezará a comer.-

Ambos empezaron a comer su desayuno, de a ratos el soviético tomaba pequeños momentos para bajar la comida y de alguna forma crear un espacio para toda esta, mientras observaba como el otro literalmente se atragantaba de un montón de cosas y parecía no tener llenadero alguno.

Una vez terminaron, el cafetero se vió con pereza de recoger la loza, pero para su suerte, el soviético le pidió el favor a unas de las amas de casa que tenía en el palacio.

- Bueno parce, ahora, a ejercitar. - Declaró con seguridad, a lo que el contrario hizo cara de querer echarse a correr. -

-Si hacemos eso terminaremos enfermos...- Intentó convencerle, se sentía a reventar y si se ponía a mover mucho de seguro tiraría toda la comida.

-Ay no sea marica - le dió un codazo leve - ejercitar es lo que va hacer que se sienta menos enfermo. - Se acercó a darle palmaditas en el hombro, con ánimo.

Rusia le miro con cierto toque de piedad, pero de igual forma terminó con ropa deportiva y en el patio.

-Lo primero es  calentar.

El colombiano se veía energético y como si nada, empezando a hacer skipping en su lugar como método de calentamiento.  Por otro lado, el ruso le hubiera seguido fácilmente el paso si no fuera porque se sentía muy lleno de comida.

- Oye Rus, métele velocidad. -

Cómo si fuera una palabra mágica, el contrario intentó subir su velocidad, se sentía algo pesado por el desayuno pero parecía que de a poco le pasaba.

Así, luego de calentar, estirar y hacer unos cuantos ejercicios, el soviético ya se encontraba ligero y hasta animado a seguir.

- ¿Que tal una carrera? - Propuso este, mirando algo animado al más bajo, que terminaba de estirar sus piernas.

- De dónde a dónde. - Le devolvió el ánimo con una mirada decidida, tras que este le señalará de qué lugar a qué lugar y un breve conteo, ambos se echaron a correr.

Corrieron con todas sus fuerzas, e impresionantemente llegaron al mismo tiempo al lugar determinado como llegada.

- G-Gonorrea, lo que es tener piernas largas - Jadeó con dificultad y cansado, había sido un recorrido algo complicado.

-Se llama entrenamiento - El otro, que se encontraba igual de mamado, tomo un pedazo de su camisa para limpiarse un poco el rostro.

-No pues si se nota - Dió una risa cansada al ver que efectivamente el cuerpo del soviético se mostraba trabajado. - Pero eso no significa que yo sea un chancho. - Aseguró mientras levantaba por igual su camisa, demostrando que sí, el colombiano aunque no fuera de gimnasio, tenía sus métodos para trabajar el cuerpo.

Sin razón aparente, Rusia instintivamente volteó el rostro con un deje de nervios, el cuerpo del cafetero era lindo a su parecer.

- Ay ñero se apenó - Soltó su camisa y río despreocupado, acercándose a darle un golpecito en el brazo. - Bueno parce toca ir a bañarse, que apenas son las ocho y no hay que ir por ahí oliendo a berrinche.

Sin más, Colombia tomó rumbo al interior del palacio y a su cuarto asearse y vestirse, el soviético hizo lo mismo por su cuenta.

No joda carechimba. [Colombia x Rusia] countryhumansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora