Capítulo 2

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Ya llevaba en la universidad un mes, me estaba gustando demasiado, ya tenía nuevos amigos aparte de Leo, éramos un grupo de 6, Flor, Kristen, Zac, Neidan, Leo y yo. Eran divertidos, simplemente me caían muy bien, Neidan nos confesó que es gay hace un par de días y que no se avergonzaba de eso, todos lo tomaron bastante bien, nadie lo alejó, por lo que él se sentía muy cómodo con nosotros. 

Hoy era lunes y estábamos en el comedor del instituto, esperando la siguiente clase. Hasta que Leo abrió su gran bocota. 

—Bueno, con lo que nos contó Neidan, creo que es hora que tú también seas sincera, cuéntales que no pasa nada—dijo mirándome a mí, con una sonrisa traviesa.

—Ammm...yo—tome una pausa de unos segundos, mirando al bocon de mi amigo queriéndolo golpear—soy bisexual.

Todos levantaron las cejas y sentí mis mejillas arder cuando Zac habló.

—¿Y eso era difícil de decir?—preguntó sonriendo, mientras los demás también lo hacían—mejor cuéntanos, ¿por quién tienes preferencia?

—Por las chicas—me encogí de hombros riendo con nerviosismo.

—¿Y cuántas parejas has tenido?—preguntó Flor interesada en el tema.

—Yo no...—no pude completar la frase.

Y es que algo o mejor dicho alguien se robó mi atención, la chica que había estado en mis pensamientos día y noche entró con un par de amigas por la puerta principal del comedor riendo, —vaya, hasta su risa es perfecta—pensé.

Parecía estar buscando a alguien, hasta que su mirada conectó con la mía y sonrió de manera dulce, pareció que se quería acercar donde estaba yo, pero en ese momento llegó su novio y preferí desviar la mirada para seguir la conversación con los chicos, que ahora estaban atentos a lo que yo veía.

—Hey, parece que ya encontraste a alguien que te llama la atención—comentó Neidan riendo, a lo que sonreí nerviosa pero no conteste nada. 

—No contestaste mi pregunta, ¿cuántas parejas has tenido?—repitió Flor.

—Ninguna, no soy una persona enamoradiza, y no me gusta demostrar muchos mis sentimientos—aunque no sabía que me pasaba con aquella castaña. 

En ese momento sonó el timbre y tuvimos que ir a clases.

Habían notado la conexión que tenía con esa chica y eso me tenía hasta cierto punto nerviosa, no quería que se involucrarán en eso aunque fueran mis amigos, además tenía novio y era imposible.

Las clases terminaron, y fui la primera en salir de mi grupo de amigos, por lo que me dirigí a mi casillero para guardar algunos libros, estaba a punto de cerrarlo cuando escuché una voz detrás de mí.

—Hola—era una voz dulce, pero un poco ronca, no se me hizo conocida. 

Me gire para ver de quien se trataba, y mi piel se erizo al ver que se trataba de la chica de ojos verdes, me miraba con una sonrisa y parecía tranquila, sus ojos brillaban y se notaba un poco de nerviosismo.

—Hola—respondí con una sonrisa, intentando parecer que no estaba nerviosa, cuando por dentro sentía mil mariposas en mi estómago. 

—Sé que no te conozco y no me conoces, pero sentí la necesidad de hablarte, perdón si te incomodo—dijo con una sonrisa mientras agachaba la cabeza, su nerviosismo ahora se notaba a kilómetros. 

—Vaya nadie me había dicho eso jamás—confesé mientras reía haciendo que ella también riera levantando la mirada—no incómodas te lo aseguro, vi que desde la mañana te querías acercar a hablarme. 

—¿Fui tan obvia?—preguntó mientras reía y sus mejillas se enrojecieron, estaba muriendo de ternura al tener a esa chica enfrente de mí y haciendo esas cosas.

—Sí, un poco—nuestras miradas se conectaron, el verde en sus ojos era muy intenso, y sus pupilas estaban dilatadas. 

Ella estaba apunto de hablar cuando llegó el chico con el que estaba discutiendo la vez pasada. 

—Hola hermosa—la tomó del mentón y le dio un corto beso ya que ella se soltó del agarre. Yo solo atiné a voltearme, cuando vi salir a Leo, no entiendo porque estaban tardando tanto, tal vez me habían visto platicar con ella y no querían interrumpir. 

—Hey ya nos tenemos que ir—me dijo Leo viendo mi cara de incomodidad. Asentí y le di una última mirada a esa linda chica que me estaba viendo, me di la vuelta y me fui. 

Ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora