—Les caíste bien—indicó sonriendo cuando llegamos a su cuarto.
—Menos mal, estaba preocupada porque mis estúpidos nervios lo fueran a arruinar todo.
—No te preocupes, todo salió bien, ahora vamos que llegaras tarde a tu casa y tu mamá te llamará la atención—camino con entusiasmo para abrir la puerta de su cuarto.
—Oye espera—dije tomándola de la mano para que no siguiera caminando—no creo que sea buena idea que vayas conmigo.
—¿Por qué?—preguntó confundida.
—Con lo que pasó en la mañana, es más seguro que estés en tu casa, te vendrás sola y no quiero que te pase algo, dijiste que puede ser peligroso ese tipo.
—Pero en ese caso tú también corres peligro, porque me defendiste.
—Lo sé, pero como estaba tan enojado, apuesto que no me vio bien.
—Está bien me quedaré aquí—se alejó de mí y tomó una hoja para empezar a anotar algo—toma, es mi número de celular, quiero que me mandes mensaje cuando llegues a tu casa.
—Lo haré.
—Vamos, te acompaño a la puerta—salimos de su cuarto y sus papás ya no estaban ahí—tal vez mis papás se fueron a dormir un rato.
—Me lo imagino.
Estábamos enfrente de la puerta, pero antes de que la abriera, se volteó quedando recargada sobre ella, mientras me miraba, la mire con las cejas levantadas no entendía qué pasaba.
—¿Pasa algo?
—No, es solo que no quiero que te vayas, este día a sido de los mejores en mi vida, simplemente me encanta estar contigo, y no se que va a pasar en futuro, pero sin duda quiero estar contigo, nunca me había sentido así con alguien—afirmó caminando hacia mí, poniendo sus brazos alrededor de mi cuello, acercándose a mis labios poco a poco.
—Nos pueden ver tus papás—avise en un susurro.
—No pasa nada.
Terminó esas palabras y me beso, quitó sus manos de mi cuello y jalo mi suéter para que la siguiera, ella volvió a recargarse en la puerta, puse mi mano en su mejilla y el brazo que tenía libre lo puse en la puerta, al lado de su cabeza. Pasó de ser un beso tranquilo a un beso acalorado, sentí como puso su mano en el cierre del suéter para desabrocharlo.
—Hey me tengo que ir son las 5—informe cortando el beso, pero sin moverme de la posición en la que estaba.
—Claro, lo siento—dijo agachando la mirada sonriendo.
—No te preocupes—le di un beso corto y me quite de esa posición.
Abrió la puerta y me recordó que tenía que mandarle un mensaje cuando llegara a mi casa.
De verdad quería estar con ella de todas las maneras humanamente posibles, pero no era el momento, no me quería saltar ninguna etapa sobre qué se sentía estar enamorada, tal vez ella sería mi primera pareja y no quería arruinarlo, quería ir despacio.
Ya estaba en mi casa, no estaba muy lejos, por lo que llegué como en 10 minutos, lo primero que hice fue mandarle un mensaje.
-Hola bonita, ya llegue a mi casa.
-Perfecto te acordaste que tenias que mandarme mensaje, no tardaste mucho, ¿no queda muy lejos tu casa?
-Claro si no me acordaba me ibas a matar, y no, no queda muy lejos, cambiando de tema ¿le dirás a tus papás lo que pasó en el instituto?
-Sí, no puedo ocultarles algo así, tienen que saber el tipo de persona que es él.
-Me parece perfecto eso.
Platicamos un rato más hasta que mi mamá me dijo que quería hablar conmigo.
—Hija, ¿me dirás quién era la chica con la que fuiste al salir de clases?—dijo sentándose en mi cama. No le había dicho que no asistí a la mayoría de clases, sabía que me iba a regañar.
—Es una amiga que conocí en la universidad, no sé su nombre porque tenemos una especie de juego.
—¿Un juego?
—Sí, no podemos saber nuestros nombres, es un poco difícil de explicar—dije sonriendo.
—Bueno, creo que ya estoy un poco vieja para entender los juegos con tus amigos—dijo riendo y me dio un abrazo.
Empezó a sonar mi teléfono y era Leo.
—¿Le puedo contestar a Leo?
—Claro, te dejaré sola.
Conteste la llamada y como siempre Leo quejándose.
–Vaya, creí que no contestarías, con eso de que te fuiste con tu noviecita te estás olvidando de tus amigos.
–No seas dramático, no es mi novia y no me estoy olvidando de ustedes.
–Bien demuéstralo, el domingo iremos al cine y queremos que vengas.
–Claro, pero me la llevaré a ella.
–No hagas eso, amamos a la ojiverde, pero desde que estás con ella nos descuidas.
–Ya te dije que no seas dramático, esa es mi propuesta ¿la tomas o la dejas?
–Está bien llévatela, pasaré por ti y por ella a la una de la tarde, adiós.

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Ella
RomanceJamas había tenido una pareja, no sabía lo que era el amor y ni siquiera me interesaba averiguarlo... hasta que la conocí a ella. Portada hecha por: @Brigitte_idk. 🤍