Nuestro labios se unieron de manera tranquila al principio después se convirtió en un beso arrebatado y sin nada de inocencia ni tranquilidad, mi cuerpo comenzó a temblar, cuando puse mis manos a la altura de su cadera, alze un poco su blusa y acaricié su piel recibiendo de ella un pequeño gemido pero a la vez un reclamo.
—Dios estás helada—dijo sin cortar el beso, yo solo di una pequeña risita.
Ella tenía sus manos en mis mejillas cuando las bajó hasta mi cuello. Nos tuvimos que separar cuando nos hacía falta aire, pero a los pocos segundos me volvió a besar esta vez bajando por mi cuello era una sensación increíble, pero yo la quería besar de la manera en la que ella lo estaba haciendo, hice un movimiento que dejó a la castaña ahora debajo de mí, sonrió levemente cuando volví a besarla baje por su cuello dejando varios besos, estaba a punto de quitarle la blusa que llevaba puesta cuando tocaron la maldita puerta.
Las dos nos separamos de manera lenta, estábamos con la respiración agitada, la castaña tenía sus labios hinchados y podría imaginar que yo también.—Vaya que inoportunos son—exclamo poniendo los ojos en blanco.
—Lo se—asegure dándole un beso rápido para abrir la puerta.
—Hey ¿interrumpo algo?—preguntó Leo, a la mierda todo, tenía a los amigos más inoportunos de la historia.
—No, para nada—dije tratando de sonar sincera.
—Bien, pues ya estamos preparando todo para la fogata si quieren salir—informo sonriendo y se fue.
—¿Valió la pena que nos hayan interrumpido?
—No, pero mínimo ya comenzaron a hacer la fogata—dije con una sonrisa burlona.
—Menos mal—comenzó a reír.
—¿Quieres ir ya?
—Sí, vamos.
La tomé de la mano y salimos, los chicos se encontraban muy cerca del lago, cuando llegamos ya tenían encendida la fogata, solo esperaban a Neidan que fue por los malvaviscos, por lo que decidí ir a ayudarle. Ya venía en la puerta con cuatro bolsas de malvavisco, pero ahora fui yo quien lo detuve.
—¿Te puedo hacer una pregunta?—estaba bastante nerviosa.
—Obvio.
—¿Fue muy difícil para ti salir del closet con tu familia?
—Al principio sí, porque no me aceptaron después las cosas se arreglaron poco a poco y ahorita ya me piden que lleve a Dani a mi casa—dijo sonriendo—¿por qué la pregunta?
—He pensado en preguntarle a la castaña que si quiere ser mi novia, pero para eso quiero que sus papás y mis papás sepan nuestras preferencias, no me gustaría esconder nuestra relación—dije nerviosa.
—Haber esperate ¡¿le vas a pedir que sea tu novia?!—preguntó con una gran sonrisa y saltando.
—¡Neidan! Callate, no he hablado nada con ella, no sabe de mis planes, así que guarda silencio.
—Que hermosa pareja van hacer, y me gusta que no quieres esconder su relación, el amor no tiene porque esconderse.
—Está bien, lo pensaré muy bien, va hacer difícil—dije haciendo una mueca.
—No te preocupes por eso en estos momentos, disfruta de la fogata—me dijo sonriendo y fuimos con los demás chicos.
Comenzamos a asar los malvavisco, Laura estaba lejos de mi y yo estaba con la castaña, ella estaba comiendo una brocheta de malvavisco, me provocaba tanta ternura verla comiendo de esa manera.
—¿De verdad tienes 18 años?—le pregunté sonriendo.
—Claro ¿Por qué preguntas eso?
—Pareces una niña pequeña, me provocas mucha ternura.
—No, me digas eso—dijo riendo y sus mejillas comenzaron a teñirse de rojo.
Me acerque a darle un beso cuando Laura llegó.—Que linda estas—dijo dirigiéndose hacía mí con una sonrisa.
—Gracias, supongo—dije incomoda.
—¿Me acompañas a la cabaña de Neidan por un suéter?
—Estoy con ella, ¿por qué no le dices a Hugo?—pregunté intentando no sonar muy grosera.
—Vamos, no tardaremos mucho, te lo juro—aseguró tomándome de la mano, haciendo que me levantará.
—Está bien—dije levantandome, antes de irme me voltee y le di un beso a la castaña, que se notaba que estaba un poco enojada pero aún así me correspondió el beso.
—Oye de verdad estas muy linda, me llamaste la atención desde que te vi—afirmó intentando agarrarme la mano, a lo que rápidamente la quite.
—De verdad estoy con la castaña, tú y yo podemos ser amigas pero hasta ahí —trate de sonar amable.
—Se que estas con ella, pero no siento sincero su amor hacia ti.
—¿Tú que vas a saber de nuestro amor?—cuestione molesta.
—Se mucho, creeme.
—Ya llegamos, pasa por tu suéter te espero aqui—dije sin mirarla.
¿Cómo carajo se atrevía a decir que no es sincero el amor de la castaña hacia mí? Estaba empezando a molestarme con ella, no me gustaba que mis amigos se metieran en lo nuestro, mucho menos Laura que la acaba de conocer hace unas horas.
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Ella
RomanceJamas había tenido una pareja, no sabía lo que era el amor y ni siquiera me interesaba averiguarlo... hasta que la conocí a ella. Portada hecha por: @Brigitte_idk. 🤍