Capítulo 5

4.2K 326 4
                                    

Ya estábamos en mi casa, Leo no dejó de hacer preguntas en el camino, y odiaba eso por lo que no contestaba ninguna.

—Dime, ¿te gusta esa chica?—me preguntó mirando hacia la película mientras comía palomitas.

—No lo sé, lo único que me queda claro es que ella y yo tenemos una conexión extraña pero linda.

¿De verdad solo era eso? O yo me hacía creer eso para que no se hicieran reales los sentimientos que tenía hacia la chica, no podía decir que estaba enamorada de ella porque no era así, pero por primera vez en mi vida me sentía vulnerable a enamorarme y eso me asustaba.

—Vaya, estás en peligro de enamorarte—aseguró viéndome con un poco de angustia—te apoyo en lo que sientas y en lo que quieres, pero no quiero que te lastimen, por favor ten cuidado.

Odiaba que me conociera de esa manera, a él no le podía ocultar nada, y agradecía que se preocupara por mí pero había cosas que yo prefería tratar de forma de personal.

—Gracias por preocuparte, tendré cuidado te lo aseguro.

Ya era lunes y tenía que llegar corriendo a la primera clase si no me mataría el profesor. Encontré a mis amigos en la entrada del instituto apenas me vieron se acercaron hacia mí.

—Hola chicos, ¿por qué todos están acá afuera?

—Sé cancelaron las clases, pero no quisieron darnos detalles, nos dijeron que nos podíamos retirar y solo te estábamos esperando a ti—dijo Zac.

—Que suerte tenemos—festejo Neidan alzando los brazos.

Gire mi cabeza hacia la de izquierda y vi a la castaña sentada con el celular en la mano, ella siempre se acercaba a mí y tal vez era momento de que yo me acercara a ella.

—Ahorita vengo chicos—les informe y me aleje, sentía sus miradas en mí pero no me importo.

—Hola—me senté a su lado y al parecer se asustó porque dio un pequeño saltito.

—¡Ay! Vaya susto me has dado—exclamó mientras reía y sus mejillas se pusieron rojas, como era costumbre en ella.

—Sí claro lo note—asegure riéndo—era momento de que yo me acercara a hablar contigo, así que aquí estoy.

—Pensándolo bien tienes razón, todas las veces que hemos hablado yo siempre me acerco a ti.

—Así es, pero cambiando un poco de tema, ¿qué harás ahora que se cancelaron las clases?

—No lo sé, tal vez ir a mi casa y aburrirme, no tengo planes si te soy sincera.

Voltee a ver a mi grupo de amigos, sin duda alguna estaban planeando algo, mi boca soltó las palabras sin pensarlo.

—Puedes venir con nosotros, digo no sé qué vamos hacer pero te aseguro que la pasaras bien—inmediatamente sentí como mis mejillas ardían y ella solo rio.

—Bueno, no me parece mala idea, ¿te parece si llamo a mi mamá para avisarle?—preguntó parándose a lo que yo la seguí

—Para nada, has lo que tengas que hacer, ¿quieres que te espere aquí o me voy con mis amigos?—extendí la mano para señalarlos discretamente.

—No—dijo inmediatamente, y me tomó de la mano, sentí mil mariposas en mi estómago, esto me preocupa. Mire hacía su mano que tenía aún agarrada la mía y después la mire a los ojos, Dios tenían un brillo hermoso y sus pupilas dilatadas, puedo jurar que yo en ese momento estaba igual, el momento duró solo unos segundos pero para mí pareció una eternidad—es decir me va a dar pena llegar con ellos sola, solo conozco a Leo, esperame—soltó el agarre y se alejó un poco para llamar a su mamá.

Todos vieron esa escena no tenía dudas y en cuanto tuvieran la oportunidad de hacer mil preguntas las harían.

No hacía falta decirles que la llevaría conmigo a donde quiera que vayamos a ir, me conocían muy bien.

—Ya está, me dijo que estaba bien pero con dos condiciones, una que no llegará muy tarde a mi casa, y dos que tenía que conocerte, si quería seguir saliendo contigo—informo apenas llegó junto a mí con una enorme sonrisa mientras guardaba su celular.

—Perfecto, me encargaré de que no llegués tarde y de lo otro está bien, solo que soy un poco penosa pero si me invitas con gusto voy—le dedique una sonrisa—vamos te presentaré al resto de mis amigos.

—Oigan ella vendrá con nosotros a donde sea que vayamos a ir—todos asintieron esperando a que les presentará a la chica que me acompañaba—Ella es Flor, Kristen, Zac, Neidan y Leo aunque a él ya lo conoces—dije mientras señalaba a cada uno de mis amigos.

—Mucho gusto—iba diciendo conforme los saludaba de mano, a lo que mis amigos hacían y respondían lo mismo.

—Y tú ¿cómo te llamas?—preguntó Neidan.

—No pierdas el tiempo que no te lo dirá—dijo Leo riendo a lo que yo y la ojiverde también reímos.

—Vaya una chica misteriosa—exclamó Zac—Tú y ella se llevarán muy bien—aseguro señalandonos.

—Bueno, ya que no nos dirá su nombre y cambiando un poco de tema, ¿creen que podría invitar a Daniel?

—Claro—dijimos al mismo tiempo todos mis amigos.

Ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora