Capítulo 16

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Maratón 1/3

Narrador omnisciente.

El olor a tabaco invadía todo el despacho, el reloj de arena en la esquina del escritorio fluye como de costumbre y el sonido del reloj en la pared es lo único que se escucha en el alrededor. Una pila de papeles está siendo firmados, la tinta desprende su color y aroma tan característico sobre las hojas, todo está en calma, hasta que el teléfono de la oficina empieza a sonar, interrumpiendo el ambiente tan tranquilo que había.

—Diga.

—Señor Somchai, Podd ha llegado.

—Dile que pase.

La puerta se abrió después de unos segundos, un hombre joven de cabello negro ingresó a la oficina, caminó sin titubear hacia el escritorio y se quitó los lentes negros.

—¿Cuál es el trabajo? — preguntó sin más.

—¿Conoces a mi hijo?

—Por supuesto.

—Quiero que lo vigiles de cerca, lo sigas y me informes todos sus movimientos y con quien se relaciona, sobre todo, investiga quién es ese amigo con el que lo vi en su departamento, alto, cabello castaño y rasgos finos.

—Está bien.

—Quiero un trabajo limpio y sin errores, sabes que trabajar conmigo no es un juego.

—Lo sé.

—Eso esperó. La paga estará en tu cuenta el lunes. Ya puedes irte.

—Con permiso, señor. —Y, sin más, salió de la habitación con destino al departamento de Gulf. —Esto será divertido.

[...]

Narra Mew.

Llevo días planeando esto y tiene que salir perfecto. Me encuentro en el carro rumbo al departamento de Gulf, le dije que pasaría por él para llevarlo a algún lado, no tiene ni idea de lo que haré hoy.

Hoy es el día en que por fin serás mí novio.

Había muchas opciones para pedírselo, en una cena, en el cine, en su departamento, pero ninguna era lo suficientemente significativo como lo era un parque de diversiones. Él ama este lugar y es perfecto para pedirle que me acepte en su vida y que no seamos sólo amigos. Espero tener el valor de decirlo y que no me ganen los nervios. Ya estoy frente al edificio así que bajé de mi auto y caminé hacia el lobby lo más tranquilo posible, llamé al ascensor y presioné el piso de Gulf.

Narra Gulf.

Ya estoy listo, sólo necesito encontrar las llaves del departamento y todo estará en orden. El sonido del timbre me hace saltar, P'Mew ya está aquí y mis llaves aun no aparecen.

—Bebé, ¿estás listo?

—Ya casi, amor.

—¿Qué buscas?

—Mis llaves, no las encuentro.

—¿Dónde las dejaste por última vez?

—No recuerdo, ¿en la cocina?

—Cosas que sólo a ti te suceden.

—Lo siento, ando muy distraído últimamente.

—Me doy cuenta, porque las llaves están aquí.

Volteé a verlo y ahí estaban mis llaves, en la mesa de la sala, ¿enserio no las vi?

—Gracias.

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