Destino

Capítulo 24

Narrador omnisciente.

Han pasado solo unos minutos desde que los dos jóvenes abandonaron el departamento y el señor Somchai aún no puede creer todo lo que sus oídos escucharon. Esta es la primera vez en todos los años de vida que tiene, que alguien se atreve a alzarle la voz y decirle ese tipo de cosas.

—Cariño, vámonos ya —dijo la mujer embarazada.

—Vete tú si quieres, yo tengo cosas que hacer.

—Pero...

—¡Ya vete, Senkha!

Indignada y con furia en su mirada, la señora tomó su bolso y se levantó del sofá, salió del departamento azotando la puerta. Bajó al lobby, salió y se subió al carro. El chófer desconcertado, sólo obedeció las órdenes de la señora y ambos desaparecieron.

Narra Senkha.

Durante años he tenido que aguantar tus gritos, insultos y hasta golpes, pero ya estoy harta de ti. Esta es la última vez que soportaré a un idiota como tú, a partir de ahora, sabrás quien es Senkha Kiretsum.

Si quiero hacerte pagar, tu primogénito no es una opción, él te importa tan poco como yo, pero tu compañía es lo que más cuidas y quieres, por eso necesitas que Gulf se comprometa con la hija de tu socio, porque si no lo hace, todos sabrán que estás en quiebra.

Ni siquiera este estúpido bebé pudo hacer que me quisieras un poco, porque yo nunca pude ocupar el lugar de ella, desde esa vez, nunca llené tus expectativas. A veces, me arrepiento de aquel día en que me casé contigo, era tan ingenua al pensar que cambiarías con el tiempo.

Narra Somchai.

El departamento ahora no es la sombra de lo que era esta mañana, en mi arranque de enojo tiré todo, en el piso hay cosas rotas y los muebles están volteados, absolutamente todo es un completo desastre, al igual que mi vida.

Maldito sea el día en que ese bastardo nació.

Pensé que sería fácil seguir manipulando a Gulf, pero nunca pensé que llegaría el día en que me perdiera el miedo y el respeto. Todo es culpa de ese idiota que tiene como novio. Si quiero cumplir mis planes, Mew tiene que desaparecer. Tomé mi teléfono y marqué el número de Khoi.

—¿Ya está todo listo?

—Sí, señor.

—Perfecto, busca el momento exacto. Hazlo y no quiero errores.

—No habrá errores esta vez.

—Más te vale, o pagarás con tu vida.

[...]

Narra Gulf.

El despertador sonó y su ruido me está dando dolor de cabeza. Estiro mí brazo hasta la mesita de noche y lo apago, mi cabeza regresa a su posición antigua en el pecho de Mew. Sus respiraciones son lentas y calmadas, duerme tan tranquilo que me transmite mucha paz.

Desde que he vivido con él, no ha habido un solo día en que no me haya hecho feliz, pero tengo un mal presentimiento que no me deja dormir. Cada vez que cierro los ojos, la imagen de Mew alejándose aparece en mi mente y me despierto agitado y sudando. Trato de no hacer ruido, pero más de una vez él ha escuchado mis gritos y respiraciones, se levanta y me abraza hasta que pueda dormir. Sin dudarlo, puedo decir que Mew es lo mejor que me pudo pasar en esta vida, así esté feliz, triste, cansado, o incluso enojado, él siempre estará a mi lado apoyándome.

Sus pestañas largas y torcidas sobresalen de sus párpados, su nariz perfecta forma una curva y su piel suave me recibe entre sus brazos como todos los días. Quiero quedarme así para siempre, pero es imposible. Mis dedos empiezan a hacer círculos en su pecho desnudo, el contacto hace que él empiece a despertar y sus ojos se cruzan con los míos.