Capítulo 33

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Maratón 3/3

Narra Manaow.

Me encuentro en la habitación cercana a la sala, desde aquí todo lo que hablen se escucha perfectamente. Han pasado algunos minutos desde que llegué, tanto Mew como Gulf volvieron con todos y se quedaron muy cerca de donde yo estoy. Mi hijo y yo estamos en la misma casa otra vez, tan cerca, pero tan lejos. Sólo una puerta de madera es lo que nos separa.

Cuando llegué traje un pequeño aporte para la cena, mi puré de papa especial. Tiene años desde la última vez que lo cociné y falta poco para que me olvide por completo de la receta. Day dijo que iba a calentar la comida y un olor invadió mis fosas nasales; y no fui la única que lo notó.

¿Pasa algo?

—Ese olor, lo conozco de algún lado.

Lo conoces tan bien, mi pequeño Gulf.

—Tal vez son las especias, te gusta la comida condimentada.

—Lo sé, pero ese olor es muy familiar.

Al escuchar esas palabras una lágrima se deslizó por mi rostro. Mis latidos aumentaron un poco y sentía como si algo estuviera perforando mi corazón.

—Es la primera vez que siento ese aroma, no sabría decirte de qué es.

—Es de puré de papas.

Day, por favor, ayúdame a saber si Gulf está listo para verme.

—Me recordó a mi niñez.

—¿Te gusta el puré de papa desde chico?

—Sólo como el puré de papa que hacía mi mamá, después de que murió no volví a comer otro, pero siempre recordé el olor.

Las lágrimas aumentaron y mojaron todo mi rostro, el poco maquillaje que me había puesto ya se había esparcido dejando manchones oscuros alrededor de mis ojos.

—Tal vez tu mamá le echaba algún condimento como yo.

Cualquiera creería eso, pero es una receta de familia. Gulf no contestó y todo se quedó en silencio por varios segundos, hasta que Day hizo una pregunta que sería mi pase de salida.

—¿La extrañas mucho?

Mi corazón empezó a latir aún más como si quisiera salirse de mi pecho. Necesitaba escuchar la respuesta de Gulf, necesito saber si mi hijo aún se acuerda de mí.

—Si...la he extrañado todos los días desde que murió. No pude ni siquiera despedirme de ella, no pude decirle nada. A veces me despierto en la madrugada porque sueño con ella y solo me pongo a llorar anhelando el día en que nos volvamos a encontrar.

Mi vida, si supieras que siempre estuve cerca de ti ¿aún me querrías?

—¿Qué le dirías si la tuvieras enfrente?

—Que ella no tuvo la culpa de nada. Nunca la odié, pero si me hubiese hecho caso desde la primera vez que le dije que nos fuéramos lejos tal vez aún estaríamos juntos. Quisiera que me abrazara y me dijera que todo va a estar bien, que me contara mi cuento favorito antes de ir a dormir. Quisiera poder decirle lo mucho que la amo.

—Lo sé, y me arrepiento todos los días de mi vida el no haberte hecho caso, debí huir contigo cuando pudimos hacerlo. —susurré.

Mis lágrimas aumentaron aún más y me nublaron la vista, ya no puedo seguir aquí parada conteniendo mis sollozos ocultando la verdad. Gulf tiene que saber todo, aun si después de todo me odia por haberlo dejado sufrir por mi culpa, él necesita saber que su madre aún sigue viva.

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