Capítulo 26

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Narrador omnisciente.

Han pasado semanas, el empresario ha entrado en crisis desde que su primogénito lo retó y desde entonces todo ha ido mal. Sus amigos cercanos lo han presionado para pagarle los préstamos que les ha pedido, su socio sigue esperando que su hija y el heredero de la empresa formalicen su relación como Somchai lo prometió hace unos meses.

Lo que nadie fuera de la empresa sabe es que ese condominio que parece lujoso y refinado está a nada del colapso. Literalmente esa empresa está en quiebra y lo único que la puede salvar es el matrimonio entre los jóvenes para unir las dos, supuestas, fortunas. Si eso no pasa en los siguientes meses, todo saldrá a la luz.

Mientras Somchai está hundido y quemándose en su propio infierno, Senkha no se ha tentado el corazón para planear poco a poco su estocada final. Lo que ninguno de los dos imaginaba es que el regreso de alguien complicaría las cosas. Una persona de su pasado vendría a cambiar el rumbo de las cosas.

En otro país, en una casa totalmente amueblada y lujosa, detrás de cuatro paredes y en una vida donde la luz fue arrebatada, hay una mujer que llora y sufre todos los días desde aquel trágico momento en el que todo lo que más amaba se convirtió en algo prohibido. Vestía siempre ropa de colores oscuros y neutros, su rostro siempre estaba tapado con un velo, su piel pálida como cera ya se ha comenzado a llenar de algunas arrugas por la edad y su sonrisa; su sonrisa murió el día en que la persona que amaba se volvió su verdugo.

Su único anhelo era algún día encontrar a la única persona que la ha mantenido con vida tan sólo con su recuerdo, a pesar de que hace muchos meses dejó de verlo, de escuchar su voz detrás de las paredes a escondidas. Aunque esa persona ni siquiera supiera de su existencia, ella era feliz con tenerlo cerca. Sus miradas nunca se cruzaron, y ninguno escuchó la voz del otro de frente.

Parecería estúpido que esa persona nunca la reconociera, pero su cuerpo siempre debía estar cubierto para evitar revelar su identidad, sólo su mano atravesaba la puerta de la persona que lloraba en silencio abandonado en un rincón, preguntándose si de verdad valía la pena seguir con vida.

Narra Gulf.

La casa estaba reluciente, es domingo en la mañana y tocaba limpiar cada rincón de la casa. Chopper estaba dormido en el sofá muy cálidamente, Mew había salido a comprar algunas cosas de la despensa y traería consigo el desayuno. Mi espalda me ha estado doliendo estos últimos días y necesito recostarme un poco.

Después de la noche en el parque acuático fuimos a un chequeo en el hospital y los resultados arrojaron que ninguno tiene alguna enfermedad o anomalía, aún no así nos recomendaron siempre usar protección por cualquier cosa, aunque no sé si me gustaría hacerlo con condón después de haberlo hecho sin nada. Se sentía tan malditamente bien.

Mis manos acariciaban a Chopper que parecía disfrutarlo mucho, escuché una camioneta afuera, pero no es la de Mew. Me levanté de mi asiento y observé por la ventana, era de la oficina de correos que habían dejado los recibos en el buzón. Salí a tomarlos para ver los gastos de este mes.

Entré con los sobres en mano y los coloqué en la mesa, todos tenían un sobre blanco con líneas azules y rojas, pero había uno que estaba en un sobre amarillo. Lo agarré y miré su contenido vaciándolo en la mesa, un papel doblado junto con cuatro fotos salió del interior. Parecía una broma de mal gusto, estaba a punto de tirarlo hasta que reconocí una de las camisas en la foto.

Cada una de las fotos mostraba a dos personas, y esas personas éramos Mew y yo. Saliendo del restaurante, del hospital, saludando a la familia de Mew y hasta cuándo vamos de compras, en todas estábamos nosotros.

Esto ya no me está gustando.

Tomé el papel y lo extendí para ver su contenido, estaba escrito con letras de papel periódico lo que lo hacía aún más tétrico.

"Termina tu relación con él o su familia pagará el precio."

Era obvio de quién era el mensaje, de la única persona a la que no le importa pasar por encima de todos con tal de conseguir lo que quiere. No le importa si inocentes salen heridos, mientras él no se vea afectado, todo está bien. Mi "padre" es capaz de hacer hasta lo imposible por lograr su objetivo, incluso destruir la felicidad de su familia.

Ahora no sé qué hacer, si le digo a P'Mew se preocupará más de lo que ya está y lo menos que quiero es darle más problemas. Desde que mi papá supo de nuestra relación hizo hasta lo imposible para que lo corrieran de la universidad, ahora ya no es más mi maestro ni yo un alumno, ambos desertamos y actualmente Mew trabaja en el consultorio de su familia, yo estoy buscando trabajo para ayudarlo con los gastos, mientras tanto me encargo de arreglar la casa y cuidar a Chopper. Mis amigos-conocidos de la universidad sospecharon algo de nuestra relación y obviamente me veían como el bicho raro, por suerte no dijeron nada a los demás.

Escuché otra camioneta y esta sí es la de Mew, reconozco ese motor en donde sea. Mi mente empezó un debate en si debía guardarlo y esconderlo todo, o mostrárselo. Tanto él como yo odiamos las mentiras y no soportaría traicionarlo de esta manera. Dejé todo en la mesa y salí a recibirlo.

-Te extrañé.

-Y yo a ti.

Caminé hacia él y tomé algunas de las cosas que había comprado. Metimos las bolsas y acomodamos todo en la cocina. Íbamos a desayunar cuando Mew vio los sobres en la mesa y tomó las fotos entre sus manos.

-¿Qué es esto?

-Lo trajeron hace unos minutos junto con el correo.

-Tú padre enserio me odia.

-Lo acabo de ver y estaba dudando si contarte o no, tenía miedo de tu reacción.

-¿Miedo? Bebé, no me tengas miedo, sabes que la confianza en una relación es importante.

-Lo sé, por eso no te lo iba a ocultar, pero no sabía cómo decírtelo.

-Ven aquí.

Él estaba sentado en una de las sillas, caminé hasta quedar enfrente y me senté en su regazo, todo estaba bien. No hay enojos ni malos entendidos, aprendimos a confiar en el otro. No hay mentiras ni engaños en nuestra relación, somos tan trasparentes como el cristal.

Sus brazos me rodean y yo apoyo mi barbilla en su hombro, estando así siento que puedo enfrentar al mundo yo solo, no hay nada que me detenga si se trata de luchar por nuestro amor. A su lado sé que soy fuerte y es este abrazo me lo confirma una vez más; él es mi lugar seguro.

Narra Mew.

Mi cuerpo lo rodea y sus brazos me corresponden, intento transmitirle paz y tranquilidad porque sé que lo necesita. Su aroma es el mismo perfume que yo uso, su piel huele a mí y eso me encanta. A pesar de que ya le he comprado ropa él sigue usando mis camisas porque sabe que me vuelve loco cuando lo hace.

Siento el toque de sus labios en mi cuello y su voz me susurra al oído:

-Te amo.

Escuchar esas palabras en un momento como este podría parecer tonto para muchos, pero para mí es de las confesiones más sinceras que hemos tenido. No hay deseo y sexo de por medio, sólo somos él y yo amándonos con todo nuestro ser.

Le doy un beso con mi nariz y contesto en su oído:

-Yo también te amo.

Lo miro a los ojos y sello este momento con un cálido beso.




Wenas wenas mis amores, espero que les haya gustado el capítulo de hoy, como siempre, no es mucho, pero es trabajo honesto. Les quiero confesar que esta semana no ha sido la mejor para mí, pero no los dejaría sin capítulo por nada del mundo. Probablemente después de la siguiente actualización podré hacerlos más largos y detallados porque habré pasado la semana de finales, mientras tanto ténganme confianza y paciencia.
Lxs amo mucho, nos leemos el próximo sábado.🥺💗

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