Capítulo 27

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Narrador omnisciente.

Durante todo el tiempo que Mew y Gulf han estado juntos, Podd los ha estado observando a la distancia y capturando cada uno de los momentos que han pasado uno con el otro. Por su parte, Khoi se la pasa haciendo tratos con gente peligrosa para el plan que tiene listo el señor Somchai.

En la casa donde un perro se adueñó del sofá, hay dos personas que se aman a cada segundo que transcurre. Sin importar los altibajos por los que han estado atravesando últimamente, su fe en el otro no ha disminuido ni siquiera un poco. Sin embargo; dentro de Gulf sigue el pensamiento de conseguir un trabajo cuando antes le sea posible. No puede seguir viviendo con Mew sin ayudar en algo económicamente.

Así que, en esta noche de luna llena y en la calma de su habitación, ambos enamorados estaban hablando del asunto. Aunque Mew seguía diciendo que Gulf no se necesita preocupar por nada y que solo se dedique a algo que le guste, Gulf sabe que la situación se volverá más complicada con el tiempo.

-Bebé, no tienes que hacer nada, yo me ocuparé de los gastos.

-Me niego a seguir permitiendo vivir gratis en tu casa cuando yo también puedo trabajar.

-Sé que me quieres ayudar, pero quiero que ahora te concentres en ti, haz las cosas que siempre quisiste hacer.

-Si mi hobby favorito se convierte en un trabajo, ¿Lo aceptarías?

-Si no corres ningún riesgo, sí.

-Hace unos días, cuando salí con Chopper a dar un paseo, pasé por una librería donde estaban solicitando a un ayudante y como yo amo los libros creo que puedo trabajar ahí. No está lejos de la casa y será algo que me gusta.

-Si eso te hace feliz no tengo ningún inconveniente. Sólo cuídate mucho, no vengas tan tarde o avísame y te voy a buscar.

-Tranquilo, estaré bien.

-¿Podemos dormir ahora? Enserio tengo sueño.

-Sólo si me abrazas toda la noche.

-Ni siquiera tienes que pedirlo. Ven aquí.

El más joven de los dos se subió a gatas en la cama hasta que se acurrucó en los brazos de su amado novio. Este último le acarició la cabeza y le empezó a cantar una canción en voz baja, después de un rato los dos quedaron hundidos en un profundo sueño.

[...]

Narra Gulf.

Es una hermosa mañana y es el día perfecto para buscar trabajo. Mew se quedará con Chopper mientras yo voy a esa librería, espero que aún no hayan contratado a nadie.

-Amor, ya me voy.

-¿No se te olvida algo?

-Llevo dinero, las llaves y mi teléfono, ¿Qué se me puede olvidar?

Mew caminó con paso firme hasta donde estaba, tomó con sus dedos finos y largos mi barbilla y me plantó un beso.

-Esto -dijo separándose de mí.

-¿Crees que se me olvidaría despedirme de ti? -me acerqué de nuevo y le di otro beso, pero no como el de hace un momento que fue un roce, este está lleno de amor y deseo de poder quedarme todo el día con él.

-¿Enserio tienes que ir? -dijo tomando un poco de aire y volviendo a besarme.

-Tengo que ir, pero en la noche no te salvarás de mí.

-Cumple tu promesa.

-¿Cuándo te he metido?

Salí de la casa con dirección a ese lugar lleno de libros y conocimiento. Por las calles de Bangkok el tráfico no se detiene casi nunca y el ruido de las bocinas se escucha por doquier. El murmuro de las personas al pasar siempre están presentes. Un edificio viejo en colores café se puede ver cruzando la calle y, por suerte para mí, el letrero donde se solicita ayudante aún está. Una mujer se acerca a la puerta, lleva unos jeans de mezclilla con una playera blanca, la chaqueta de cuero cubre sus brazos y las botas negras que carga la hacen ver aún más alta de lo que ya es.

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