Capítulo 15

840 119 25
                                    

Narra Gulf.

Han pasado varias semanas desde la cena en el departamento de Mew, después de eso, nuestra relación ha mejorado mucho, la confianza sigue aumentando con el paso del tiempo y he perdido un poco la timidez cuando estoy a su lado. Me habla de una manera en la que siempre sonrío, es tan cariñoso y expresivo. Bebé, gatito, incluso me ha dicho amor, cada uno de los sobrenombres me hace sentir tan pleno y amado, siempre tiene algo con que hacerme feliz y llego a sentir que no lo merezco.

He vivido tanta mierda desde mi infancia que siempre pienso que él es demasiado para mí, siento que no merezco ser tan feliz como lo soy ahora. No hay un día en que no me diga lo importante que soy, que no me diga lo mucho que me quiere, que me diga que tiene miedo a perderme o a que me aburra de él. Y siempre que lo dice yo me quedo sin palabras, estático en donde estoy, tratando de no llorar por todo lo que eso causa en mi interior. No sé qué hice bien en mi otra vida para tenerlo, pero solo le agradezco a la vida, al universo, o a quien sea, que nos haya unido.

Sin él, probablemente ni siquiera estaría en mi departamento haciendo los deberes mientras espero que llegue la hora de la cena. Sin él, probablemente hubiese intentado terminar con mi vida otra vez, igual que el día anterior al que lo conocí. Ya no encuentro las palabras o las acciones para agradecerle por haber llegado a darle luz a mi vida, por iluminar mis días y por darme todo el cariño que me arrebataron.

A su lado siento que mi mamá es quien está conmigo, me cuida como ella, se preocupa como ella y, sobre todo, me quiere como ella. Una lagrima avisó con salir de mi párpado y no la detuve, por primera vez no me resistiré a llorar, necesitan fluir todos esos sentimientos que llevo guardando tanto tiempo, los puedo dejar ir sin miedo a lo que pase después. La imagen de mi mamá apareció en mi mente y eso bastó para que esas lágrimas reprimidas salieran con total libertad.

Mamá, ya no te preocupes por mí, por fin encontré a alguien que me cuidará tan bien como tú lo hacías. Mamá, he vuelto a ser feliz desde que él apareció. Mamá, me han vuelto las ganas de vivir gracias a él, quiero estar con Mew por todo lo que me reste de vida.

Ojalá pudiera decírtelo. Ojalá estuvieses conmigo.

Una a una las gotas de agua se desplazaban por mi rostro, por fin pude hacerlo. Lo he dejado salir después de tanto tiempo. Un peso ha sido liberado de mí, me siento mucho mejor ahora que puedo seguir.

El timbre del departamento sonó y sabía que detrás de esa puerta estaba la persona que más quiero en este mundo. Guardé mis cosas y las llevé al cuarto, me dirigí a la puerta mientras limpiaba los restos de lágrimas que había en mi cara, todo está bien, pero sé que a Mew no le gusta verme llorar, se preocupa demasiado.

—Te extrañé.

—Yo te extrañé más.

Corrí a sus brazos, necesitaba sentirlo cerca, sentir su olor y que sus manos envolvieran mi cuerpo. Él es lo único que necesito para sentirme mejor, es mi lugar seguro.

—¿Qué trajiste?

—Hamburguesas.

—Delicioso.

—¿Todo está bien?

—Si, sólo quería abrazarte.

—Sube, te cargaré.

—Me mimas demasiado.

—En efecto, porque te quiero lo hago, y sé que te gusta que te cargue.

—Me conoces tan bien.

Subí mis piernas y las enrollé en su cintura para sujetarme bien y no caer, aunque no debo preocuparme por eso, Mew nunca me dejaría caer.

—Por esto es que digo que eres mi bebé.

DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora