Capítulo 34

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Narrador omnisciente.

Con su teléfono apagado y sin un rumbo fijo, el joven Gulf caminaba por las solitarias calles de Bangkok; nada en su mente estaba claro, solo había mentiras y secretos. De su padre lo esperaba todo, pero de su mamá y de Mew no. Para muchos parece estúpido, pero para él no lo es.

Las únicas personas a las que había amado en su vida le hicieron daño. Su madre a la que creía muerta aparece de repente y le dice que está viva y, además, que toda la familia de su novio la ayudó a esconderse desde que regresó. Aun sabiendo que día con día llora su muerte y su recuerdo; decidieron seguir mintiendo.

Tal vez si todo hubiese sucedido en otras circunstancias, si tan solo se hubiese enterado de otra forma, tal vez no se sentiría tan traicionado. Su día había estado lleno de emociones diferentes, la discusión con su padre, los secretos de su madre y las mentiras de Mew. Prácticamente se desquitó con las personas equivocadas; mientras tanto en la casa de los Jongcheveevat más de una persona lloraba desconsoladamente.

—¿Alguien me puede decir por qué yo no sabía nada de este plan? —Lili seguía indignada con su segunda familia. Ya le habían contado todos los detalles de cómo pasaron las cosas y era mejor que no supiera nada para que no se le escapara algo en uno de sus arranques. —Me ofenden que piensen que yo haría algo así.

—¿Recuerdas cuando te dije que tenía novio? —preguntó Jom.

—Ya te dije que fue un accidente, tu mamá apareció de repente y no me di cuenta.

—Basta con sus peleas sin sentido —dijo la señora Day —si no te dijimos era porque Manaow prefirió no involucrar a nadie más para no complicar las cosas.

—¿Y de qué sirvió? —preguntó Mew planeamos tanto tiempo esto y al final se arruinó.

—Mew no seas...

—Déjalo, es comprensible que esté así —intervino Manaow. Todos los presentes habían escuchado la conversación de la pareja, aunque no lo pareciera, hablaban más fuerte de lo que ellos creían. Gulf ya no está para más explicaciones. Solo necesita asimilar todo. —Lo mejor será que me vaya.

—Te acompañamos —dijo el señor Jai. Los tres adultos salieron de la casa dejando a los jóvenes solos.

—No te preocupes —dijo Lili acercándose al mayor —sabes cómo es Gulf. Él te ama, sólo necesita estar solo para pensar.

—Lili, él nunca perdona una mentira.

—Claro que sí, hablará con ustedes cuando esté mejor y entienda que las circunstancias lo complicaron todo.

—Lo traicioné...y ahora ni siquiera sé dónde está.

—Él va estar bien, cuando quiera hablar regresará a la casa.

—Estaba muy mal...tengo miedo de que algo le pueda pasar.

—Nada va a pasar.

Mew se quedó pensando en todo lo que pasó anteriormente, las palabras dichas aun duelen, pero recordó algo que Gulf dijo.

—Lili, ¿pasó algo mientras Gulf estaba trabajando?

—No, todo el día estuvo normal. ¿Por qué lo preguntas?

—Gulf dijo que por estar ocultando a su madre ni siquiera sé lo que pasa.

—No pasó nada que yo sepa, pero...

—Lili —habló Jom —Bright me está marcando.

—¿Bright?

—No eres el único que encontró el amor. —Lili caminó hasta donde estaba sentada Jom y tomó su teléfono, el número de Bright estaba en la pantalla, pegó el aparato hasta su oreja y contestó. —¿Si?

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