Los tormentos de James II

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Albus frunció el ceño al pequeño griffindor que no le quería decir nada de su hermano quien, hasta donde sabía, se encontraba en su habitación. Rose le había contado todo lo ocurrido con James en el lago y por una vez luego de muchos años se preocupó realmente por su él.

Empujó al niño y entró a la sala común haciendo oídos sordos al retrato de la señora gorda que aun se quejaba del "la serpiente que se coló en griffindor" la sala común era tal cual la recordaba, brillante, ruidosa, con mucho dorado y escarlata en cada esquina.

Muchas miradas curiosas y otras indignadas cayeron sobre él pero también las ignoró, subió al ala de las habitaciones de chicos y un grupito de sexto año le bloquearon el paso. Intentó ignorarlos también pero un chico mucho mas alto que él le bloqueó el camino con un brazo.

–¿Adonde vas maricón, a buscar una nueva conquista en griffindor?

–Vete a la mierda imbécil, no tengo tiempo para estas estupideces – respondió intentando esquivarlos

–¡Callate serpiente!¿ Que mierda haces aquí en nuestros territorios?– y para sorpresa de todos Albus se río, y no era de esas risas sarcásticas si no que de verdad parecía que había algo que lo divertía.

–¡Que infantiles! Enserio tienen esa tara mental de "territorios"– imito exageradamente la voz de uno de ellos –Ustedes son mayores deberían madurar– y antes de que el otro pudiera replicar Albus sacó la varita de su túnica en un movimiento limpio y practicado y envió una maldición punzante a la entrepierna del primer chico y una maldición mocomurcielago al otro.

–¿Pero que te pasa?– exclamo el tercer chico pero no se movió ni un centímetro hacia el. Albus lo ignoró y siguió al que recordaba como el cuarto de James. En el pomo de la  puerta había una corbata, pero también la ignoró.

Adentro se consiguió lo que jamás hubiera imaginado. James estaba llorando. Sí, su hermano el arrogante, insensible y maleducado James Sirius Potter estaba llorando sin sus lentes y con los ojos hinchados. Nunca se imaginó a su hermano así hecho una bolita en su cama abrazando sus piernas y en su mano un peluche de un cervatillo.

–Sirius...

–¿¡QUE MIERDA HACER AQUÍ EN MI CUARTO SEVERUS!? –Gritó James antes de enterrar la cara en la almohada. Albus trancó la puerta y caminó cauteloso hacia la cama de su hermano, esperando una maldición asesina que nunca llegó. Se sentó a los pies de la cama.

–Sirius...

–Vete Albus... Vete por favor...– repetía con la voz ronca y a Albus se le estrujó el corazón al pensar que ese era el mismo chico altivo y arrogante con quien había peleado durante años.

–No... No me voy. Tu me vas a decir por qué estas así y por qué lanzase a Luka y a Luna al lago negro. Tu verás por donde comienzas.

–¡Vete al infierno, no tengo por qué decirte nada!– pero en vez de sonar intimidante la voz se le quebró.

–James... ¿Que te pasa?– dijo Albus y se sorprendió por el tono en que lo dijo, nunca le había hablado tan suave en su vida... Ellos no eran así.

–No es tu problema –Replicó James abrazándose mas fuerte a sus piernas.

–Si, yo creo que sí, se supone que aquí tu eres el idiota que me amarga la vida al que llamo hermano y es mi problema lo que tu hagas o dejes de hacer porque esa es mi tarea como hermano menor, joderte la vida así como tu a mi... Así que sí, es mi problema– James bufó y se recargó en la cabecera de la cama mirándolo fijamente , Albus supuso que estaba pensando si decirle o no... Intentó utilizar legeremencia pero se sintió muy abusivo así que solo preguntó

Scorbus ♥~ A Través De Un Sueño ~ ♥🐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora