Scorbus ♥~ A Través De Un Sueño ~ ♥🐍

Adiós amor

Esa noche Albus simplemente no sabía que hacer...

Sabía que esa era su ultima noche ahí, sentía que estaba en un retorcido juego del cazador y su presa. El ya estaba enjaulado, no tenía mucha escapatoria. Su padre... No sabía ni que pensar. Una cosa era que nunca le hubiese importado su hijo, otra muy distinta era que este quisiera hacerle la vida imposible. Adiós libertad, adiós adolecencia, adiós amor, adiós Scorpius... Esa ultima le lastimaba mas. Se sentía infantil por haber creído que con solo irse sería feliz. Aun le faltaba mucho por recorrer.

Hizo notas con muchas indicaciones sobre "el proyecto Grindelwald" destinadas a los hermanos Nott, a Matthew y una a Scorpius sobre lo que haría para resguardar las reliquias... Tenía miedo.

Ahí desparramado sobre el colchón de una habitación que no era del todo suya mientras escuchaba música a todo volumen con los ojos aguado y un nudo en la garganta escuchó que tocaban la puerta.

–Pasa! –apenas moviendo un dedo bajó el volumen de la música. Scorpius entró con el ceño fruncido.

–Tengo rato tocando. Pensé que te había pasado algo...

–Nada físico – se rió sin humor. Scorpius se recostó a su lado y le abrazó por la cintura.

–Papá me contó.

–No me quiero ir.

–Yo tampoco quiero que te vayas...

–Dudo que me dejen verte en mucho tiempo.

–Solo no me olvides...– Scorpius se sentó de golpe con una nueva idea rondando en su cabeza– Hagamos algo.

–Que?

–solo no me mires como si hubiese enloquecido. No estoy loco.

–Ahora me da miedo... Dime.– Scorp se subió a su regazo y Albus sonrió de lado. Se besaron antes de que Scorpius hablara, o mejor dicho, soltara aquello que les destinaría el resto de su vida.

–Hagamos... Hagamos un pacto de sangre...

–que?.. Estas en serio?

–Si muy enserio... Solo piénsalo.

–Pero por que? Ya estamos juntos, por ahora, para que... Para que un enlace así?

–Al! Tu eres inteligente! Piensa, mira mas allá de tu nariz! Mañana que crees que pase? Tu crees que si te internan ahí solo te hablarán sobre valores y morales? Sabes que no! Lo primero que van a hacer es obligarte a olvidar todo lo que te identifica y a separarte de eso... Padre me dijo que hasta el mismo tiene miedo de lo que pueda pasar. Tu Pa- El señor Potter tiene mucho poder y será difícil... Es su orgullo lo que está en juego. No soporta que pases por encima de él.

–Y crees que esto ayudará.

–No solo ayudará. No te podrán obliviar ni separar de nosotros... Podremos seguir juntos porque un pacto de sangre no se puede, por ningún medio, contradecir ni contrarrestar.

–Te estas escuchando?.. Imagina que en unos años... -Joder me duele decir esto- Tu quieres otra vida o qué se yo. Quieres a alguien más... estarías amarrado a mí hasta, que? La muerte?

–Sabes que eso no pasará!!! Albus! –Scorpius suspiró mientras le daba besos por su cuello– yo creo que estamos destinados...– Habló mas despacio–... Como almas gemelas, sabes? Mi madre lo sabe ahí en el mas allá de la vida. Yo confío en ella y en ti... Sé... Yo sé que no me decepcionarás y yo prometeré nunca fallarte.

Albus le besó por gratitud, por estar junto a él, por su eterno amor, por las mil y un promesas que le hacía, por el futuro que soñaban. Un futuro junto. Por un presente juntos y por un pasado lleno de recuerdos. Albus lloró porque necesitaba desahogarse.

Se rió cuando Scorpius apareció con una botella de wisky de fuego, insonorizó la habitación y empezaron a beber. Scorpius se sentó en la cama y se quitó el pijama por completo quedando solo solo en boxer bajo la atenta mirada de Albus.

–Al– Albus se acercó y le acarició en cuello delicadamente antes de besarle.– Quiero que lo hagamos. Hoy quiero mas... Mas que una simple paja– Albus le empujó sobre el colchón.– Esto suena súper cursi pero quiero hacer el amor contigo.

–hacer el amor ? Estás leyendo demasiados libros empalagosos!– dijo mordiendole el cuello

–Al! Hablo en serio.

– Estás seguro?

–Muy seguro, tengo tiempo pensándolo... Se que su también quieres – Dijo mientras acariciaba el Abdomen de Albus, este se encontraba solo en un jean.

–Claro que si! Me vuelves loco, y aveces temo perder el control, no quiero hacerte daño. Pensé que no estabas preparado o algo así. De verdad estás seguro?

–Si. Pues ahora lo sabes, Albus no queda mucho tiempo... La noche es corta son las dos de la madrugada y mañana te vas! Deja de hablar y bésame si?– Le besó mientras se deshacía se su pantalón y el interior. Con un movimiento de muñeca y sin varita, dejó a Scorpius sin el bóxer y este soltó una carcajada.

Era la primera vez que estaban así, completamente desnudos, excitados y con las ganas a millón. Se miraron, se acariciaron nerviosos, se exploraron inexpertos, se mordieron, se besaron y amaron como si fuera la ultima vez que se verían. Quizás ése era su miedo...

Scorpius le cedió todo el control a Albus, porque así lo quería, porque para él así tenía que ser. Cuando Albus le preparó y le preguntó si estaba listo, asintió. Albus le penetró poco a poco hasta llegar al final y se detuvo. Le preguntó si estaba bien, Scorpius jadeó y volvió a asentir.

Antes de que Albus diera el siguiente paso tomó la varita que estaba en la mesa de noche y le hizo seña para que le mostrara la palma de su mano, este lo hizo sin preguntar. Scorpius suspiró y le hizo un corte en la mano derecha, la sangre emergió y Albus apenas se inmutó.

Luego repitió la acción y se cortó así mismo la mano izquierda. Las juntó y con un nudo en la garganta empezó a hablar...

–Prometo amarte....

–Prometo respetarte...

–Prometo protegerte...

–Prometo cuidarte....

–Prometo nunca olvidarte...

–Prometo...

Cientos de promesas unas tontas, unas serias, unas cursis, unas crueles... Cada estocada una promesa de felicidad, de amor, de compañía de un futuro... Cada gemido un asentimiento ahogado.

Pudieron estar así una eternidad, o eso sintieron pues su inexperiencia tampoco les permitió durar mucho. Scorpius se corrió gritando el nombre del azabache, un grito que fue ahogado por los labios de Albus quien acabó poco después.

–Te amo –dijo Scorpius cuando hubo recuperado el aliento de ese ultimo beso.

–Yo también.... Te amo– respondió Albus mientras Scorp se escondía en el hueco de su cuello. Así se durmieron sin darse cuenta del colgante parecido a un guardapelo que se encontraba en la alfombra representando el pacto de sangre recién hecho.

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