Scorbus ♥~ A Través De Un Sueño ~ ♥🐍

El señor Potter

Albus ya estaba en su casa. Su padre no. No estaría por una semana por cuestiones de trabajo, su madre estaba muy contenta con tener a sus "bebés" en casa. El también estaba contento de verla pero no lo podía negar, se sentía ansioso e incómodo.

Albus se pasaba los días hablando con Scorpius por llamadas o mensajes, ya fuese por las mañanas, por las noches, cuando hacía la comida o lavaba los platos. Para Ginny no pasó desapercibido pero tampoco dijo nada.

El día que su padre llegó fue puras risas. Por un momento pudo jurar que eran la familia perfecta, la de antes... Cuando el aún no había demostrado lo anormal que era, antes de Hogwarts cuando eran niños y todo era "maravilloso". Pero luego llegó esa vocecita en su cabeza que le recordó esos momentos en los que sí, todo era maravilloso pero en el exterior, Albus nunca estuvo del todo bien. Desde que nació y se le puso el nombre se le condenó a ser alguien más, a cumplir las expectativas de todos. El hijo del niño que vivió, del niño dorado, el nunca fue alguien, con una personalidad, con una vida, con una manera de ser. No, el se tenia que parecer a su padre el Oh grandioso Harry Potter. Recuerda ese momento en que se dio cuenta que hasta su nombre era de alguien mas, no fue elegido por ser bonito, por ser parte de una cultura, como era el caso de Scorpius y la familia Black. O como.... Al menos que tuviera un significado no?...

Ya era la segunda semana y no se habían dirigido la palabra mas de lo necesario. Era un hervidero de tensión, Ginny hacia lo posible por fingir que todo estaba bien pero Albus podía sentir y palpar los problemas en ese momento. En un momento dado utilizo un poco de legeremancia con su padre y lo único que logro escuchar fue una retahíla de insultos. No decidió indagar más porque si le pillaban sus planes se vendrían abajo.

Toc toc toc.

–Pasa–Gritó albus a quien tocó la puerta. Su padre entró como si fuera otra persona. Serio como la muerte.

–Hola Albus... Puedo pasar?

–Hola. Si, que pasa?

–Sabes que tenemos que hablar no?

–No...de que?

–Albus no te pongas impertinente! Por favor!

–No levantes la voz. Yo no la he levantado– respondió tajante en voz baja –Se claro porque no se qué se supones que debemos hablar.

–De ti Albus, de tus ganas de llamar la atención, de ser un rebelde de eso hablo.

–Mmm... Sigo sin entender, no me he metido en ningún problema.

–Albus...– Harry camino y se sentó a su lado en la cama –No quiero pelear contigo... Solo necesito que hablemos sobre tu conducta y sobre... Lo otro.

–Dilo coño! – Exclamó Albus en voz baja– Dilo de una vez, no es una maldición!

–Al-

–Cariño, hijo, bajen a cenar por favor– interrumpió Ginny entrando al cuarto, Harry le lanzo una mirada asesina a su hijo antes de dar un suspiro y salir de la habitación. Serían las diez y Albus estaba terriblemente ansioso, se montó su mejor mascara de indiferencia, que había aprendido del señor Malfoy el verano anterior y bajo con todo el auto control que le quedaba, olía a pelea y el iba dispuesto a ganarla. Antes de bajar tuvo un extraño presentimiento y tomó las tres reliquias y las escondió, una en la manga de su suéter y las otras en los bolsillo. Cuando bajo el ambiente seguía tenso. Decidió puyar la bomba para que explotara de una vez. La ansiedad llevaba días matándolo.

–Que era eso que me querías decir? – Harry lanzó la servilleta en la mesa.

–Pues que no quiero verte mas mariconeando por ahí, te voy a poner en control psiquiátrico en san mungo lo antes posible, a ver si se te pasa– eso no se lo esperó.