cueva

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Cayó de cabeza en una superficie dura, miró hacia atrás y vio el último destello del portal al cerrarse. Estaba en shock.

Se sentó tratando de regularizar su respiración, se tomó el pelo repasando la situación en su cabeza. Miró a su alrededor y se fijó que estaba en una cueva, un poco más adelante se veía una salida con mucha luz, miró hacia abajo y se percató de que se estaba mojando toda la ropa porque estaba sobre un gran charco de agua.

Vió a su lado a Albus que estaba tendido boca abajo en el charco ahogándose y casi le da un infarto. Lo volteó y trató de reanimarlo, aún respiraba...

No sabía que hacer, Albus no le había dicho nada sobre aquel escape, no sabía si ese era un lugar seguro, si...

Empujó como pudo a Albus a un lugar seco y lo maldijo por quincuagésima vez por ser tan pesado y no haberlo puesto al tanto de aquella locura.

Caminó hacia la fuente de luz y lo que vió fue de las cosas mas hermosa que había visto en su vida. Para empezar se encontraba en una cueva a mitad de una montaña, por la humedad supuso que cuando llovía se convertía en una especie de cascada que caía a un lago a unos diez o quince metros más abajo, nunca fue bueno midiendo distancias pero no se veía tan lejano, más allá comenzaba un bosque que luego se convertía en un valle y al final una especie de playa paradisíaca con la arena más blanca que hubiera visto nunca.

Serían las 9 de la mañana, el sol estaba en lo alto pero sin mucha fuerza aún, no hacía ni frío, ni calor. Divisó una chimenea humeante y supo que ahí estarían salvados.


Lo primero que sintió fue un rayo atravesarle el cuerpo de electricidad, apenas podía abrir los ojos. Cuando lo consiguió no veía nada, sentía el cuerpo entumecido, trató de moverse pero era casi imposible. Se relajó un momento y escuchó a su alrededor, si el plan había salido bien estarían en la playa de los Black, una isla oculta entre las aguas tropicales. Había servido de refugio para los antiguos Black hacía más de dos siglos.

–Por Merlín!!! Pensé que nunca despertarías! Que susto! No sabes las ganas de estrangularte que tengo pero solo me contendré porque estás tan moribundo que de verdad y te mueres... Es que no podías decirme al menos lo que harías? Tenías que...– lanzó un gritó frustrado cargado de mucha desesperación que le sacó una mueca a Albus –Y encima te ríes!

–Tranquilo– su voz salió ronca y deforme como si una especie de demonio se le hubiera colado en las cuerdas vocales, le ardía la garganta. Philips pareció notarlo y corrió a buscar el botiquín de primeros auxilios que había traído no habían muchas cosas pero al menos uno de los contenedores de metal le serviría de vaso, había visto un chorrito de agua que salia de una pared en la entrada de la cueva y ahí recogió agua, debía estar limpia puesto que venía de la propia piedra. Albus se sintió mejor como para sentarse y beber.

–No te imaginas lo agradecido que estoy.

–Yo estoy muy molesto Albus!! No había una forma menos dramática de huir?

–No, está tiene daños y beneficios colaterales así que mientras más drama mejor resultado.

–Estas loco!!!

–No, solo pienso distinto

–Ahg!!!! Que frustrante! Ahora sabes cómo salir de aquí?

–Se suponía que debíamos aparecer en una cabaña y ahí nos esperaría alguien...

–Vi una en un bosque más adelante pero no sé cómo vamos a bajar de aquí estamos en una maldita montaña a 20metros de un lago, imposible salir.

–Era imposible salir del manicomio y míranos.

–Yo al borde de un colapso y tú medio muerto.

–Ya me estoy recuperando, no ves? Mi magia me va recuperando poco a poco.

–Dale gracias a Merlín de que eres mago creo que después de toda la sangre que derramaste no podrías ni estar vivo.

–Cuanto tiempo estuve inconsciente?

–No se, unas tres horas o más... Debe ser medio día y cuando llegamos eran como las nueve de la mañana. Donde estamos

–No se, debe ser el trópico. Viste la luna roja? O ya había pasado?

–No vi nada que no fuera el sol, había luna roja?

–Si, por eso logramos huir.

–Wow pero cómo... No lo entiendo

–Después te explico, ahora tratemos de llegar a la cabaña. – se levantó con ayuda del pelirrojo y le fue tan difícil caminar que también necesitó ayuda para eso.

Cuando llegó al borde de la cueva vió aquel paisaje maravilloso, era magnífico. Un lugar lleno de la magia natural que le revolvía el estómago, miró hacia abajo y divisó el lago no muy grande que se formaba bajo la aparente cascada, era agua completamente cristalina, parecía mágica.

–Estamos a veinte metros, no podemos descender porque estamos prácticamente en una pared.

–Estamos a treinta metros no es taaanto y si calculo bien el lago debe tener unos 4 metros de profundidad...

–No me voy a lanzar– advirtió el pelirrojo.

–Si no te arriesgas la vida pierde sentido, se trata de saber de lo que eres capaz y descubrir hasta donde puedes llegar.– Sin más se dejó caer la vacío de espalda...






























Que tal??? Actualizaré todo lo que pueda por si acaso....
















Scorbus ♥~ A Través De Un Sueño ~ ♥🐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora