Scorbus ♥~ A Través De Un Sueño ~ ♥🐍

libre

Sería libre, al fin sería libre.

Esa noche era la más rara del año, la luna roja, la maldita luna roja le salvaría de esa tortura.

Huiría de la prisión esa noche, cuando se hicieran las 12:00am en punto la luna roja bañaría el lugar de sangre, literalmente bañaría todo el psiquiátrico de sangre, o eso parecería...

El plan de Gellert era tan jodidamente simple que le daba miedo, todo podría salir mal y aún así el beso que le había dado Scorpius la ultima noche después de dejarle por tercera vez sin aliento le daba la fuerza mental que necesitaba. Saber que se había ido a escondidas, sin aclarar sus dudas y sin despedirse también era otro motivo para volver lo antes posible.

Cuando el reformatorio fuera un caos de gente tratando de entender lo que pasaba, el podría realizar la locura más grande de su vida. Crearía un campo mágico tan potente con su propia magia y utilizando su propio núcleo que sería igual de destructivo que un obscurial. La diferencia? Que el canalizaría su magia a través de la electricidad del edificio.

El peligro de aquello era inimaginable, era literalmente explotarse a sí mismo y utilizando una resistencia que solo había practicado en sueños salvarse... Quedaría como una especie de muggle durante quién sabe cuánto tiempo pero sería la única forma de salir de ahí y como ganancia que no lo rastreara su padre.

Ese día la directora Anderson, la única con el poder para detenerlo, estaría en un viaje muggle (información suministrada por el maravilloso espionaje de Gellert). Esa sería su única oportunidad.

–... Sabes Phil? Te prometí que volverías a ser feliz... Hoy a las 11:00pm volverás a ver la luz y los colores. Chao.

–Espera...Que? – pero ya era muy tarde, una enfermera ya se llevaba a Albus a su "celda".

Philips era el punto clave del plan. Gracias a él todo sería posible....

El reloj del dispensador de agua dió las 11:00pm, no sabía cuánto tiempo habías estado en ese loquero, podían haber pasado años desde el día que visitó a Scorpius. Su plan se ponía en marcha.

Cerró los ojos con fuerza desde su cama, imaginó como le había indicado Gellert como conseguía la fuente de energía de la cámara de seguridad, se concentró lo suficiente hasta que al abrir los ojos la cámara no era más que un montoncito de vidrio y metal.

Comenzó el ritual...

Media hora después por día sentir vibrante toda su magia, desde su cabello que crecía a cada minuto que liberaba magia, su corazón latiendo a una velocidad mortal para cualquier ser humano común, hasta la punta de sus dedos. Sus sentidos maximizados le permitían ver todo lo que había en el plantel, sentir el dolor en cada parte de su cuerpo, escuchar todas las conversaciones y gritos por la desesperación de la ilusión de sangre corriendo por los pasillos.

Maneobró para alcanzar la puerta de metal de la habitación y al tocarla sintió el estallido, fue peor se lo que imaginó. Fue como si le explotarán los órganos uno a uno, le inflaran, lo exprimieran y  luego lo regeneran para volver a la tortura una y otra vez, un millón de gritos le atormentaban, no supo cuando fue el el que también gritaba desgarrado por el dolor...

Abrió los ojos y el portal estaba ahí, en medio del pasillo, una grieta en la pared del techo al piso. A su alrededor solo quedaban escombros y al otro lado del pasillo viéndolo con la más absoluta cara de horror estaba una enfermera que había tratado de desalojar a todos los muchachos de aquel pasillo. Albus la miró y esta se desmayó, era una muggle.

Trató de correr para quitarle la tarjeta que abriría las puertas de las celdas pero su cuerpo no se lo permitió, el dolor y el agotamiento no le dejaban ni moverse. Por un momento la desesperación se apoderó de él, la sensación de no poder moverse, sus sentidos se habían reducido, se sentía flotando pero en dolor. Un pitido constante le nublaba el juicio y el sabor metálico de la sangre en su boca le hacía querer vomitar.

Cerró los ojos y supo que ésta era la verdadera prueba, se armó de la poca fuerza que quedaba y llegó a la enfermera, tomó la tarjeta y como pudo la pasó por el control de seguridad antes de desplomarse en el suelo. Philips terminó de abrir y lo vió tirado en el piso lleno de sangre y tierra. Cuando se acercó Albus le pasó un papel de su bolsillo que el pelirrojo leyó desesperado.

"Todo mal, nos largamos de aquí, ve al portal"

Albus le hizo señas como pudo de la dirección porque ya había perdido la voz.

Philips con gran esfuerzo logró arrastrarlo hasta el portal que cada vez estaba más y más grande, destruyendo todo a su paso.
Lo mas difícil fue pasar al otro lado, Albus se había desmayado y Philips era tan desnutrido que ya se le hacía imposible seguir empujándolo, no sabía a donde dirigía la grieta en la pared. Albus se desangraba en el piso y el no sabía qué mas hacer, corrió hasta la esquina del pasillo donde siempre había un kit de primeros auxilios y lo cogió, luego fue por una silla y volvió con Albus.

No había nadie, sonaban las sirenas de emergencia y el sudor le empapaba el pelo. Maldecía una y otra vez a Albus por sabría Merlín que había hecho.

Como pudo utilizó la silla como una especie de palanca para empujar a Albus por el portal, en cuanto cruzó el portal empezó a cerrarse y sin pensarlo dos veces se lanzó de cabeza también, mientras  empezaban a sonar fuertes estruendos en el pasillo.

Después de eso su vida dejó de ser la misma...

Mirenme a tres años de esta historia inconclusaaaaaaaaa Y LA VOY A TERMINAR ASÍ ME CUESTE UN RIÑÓN