El pelirrojo

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Albums despertó en una camilla nuevamente, ya se estaba acostumbrando a despertarse en un sitio que no podía identificar. Esta vez estaba en lo que parecía se un consultorio, y en el escritorio se distinguía el nombre de la Doctora Anderson. La puerta se abrió dando paso a la mencionada, le saludó sonriente mientras él se sentaba en la silla dispuesta para el.

–Como estás Potter?

–Tan bien como un adolescente que ha sido encerrado en un loquero puede estar.–No seas pesimista Albus....– le dijo con voz melosa– esto no es un loquero es un centro de rehabilitación para adolescentes que tengan pequeños problemitas.

–El problemita es de la gente que nos mete aquí. Porque los adolescentes no tienen ni voz ni voto, son solo personas que están creciendo y qué aún no valen nada para la sociedad! Ni siquiera nos dejan vivir en paz.

–Los adolescentes necesitan orientación cariño y no todos los padres saben darla correctamente, para eso estamos nosotros.–Albus hizo amago de levantarse– Y ni se te ocurra irte o hacerle daño a nadie que el que va a pagar las consecuencias eres tu

–Puta Mierda! Y la orientación no puede ser de otra manera sino meterme en una cárcel.

–Ya verás que no es una cárcel– le respondió sonriente. –Ya podemos comenzar la revisión– sentenció.

El decir que fue raro es poco, Albus se sentía extraño, la mujer solo le hizo preguntas de su infancia y respondió todo lo que se le preguntó de la manera más pesimista, se dedicó a mentir. Desde su comida favorita cuando era muy pequeño hasta el número de escalones de la casa donde creció, todo lo personal de su infancia. Para Albus eso más que raro era sospechoso y a el no le convenía que nadie lo conociera. Al finalizar la llamada "revisión" salió con la doctora Anderson por una de las 2 puertas que estaba en el consultorio, salieron a un pasillo largo e interminable, completamente blanco. A los lados habían puertas que parecían cajas fuertes por la cantidad de protecciones que tenían, seguro ahí habían más adolescentes que como el estaban encerrados. 

–Increíbles la cantidad de presos inocentes.

–No son presos–Respondió con simpleza la doctora.

–Privados de libertad. Presos, es la misma cosa.

 –Llegamos– dijo cuando se paró frente a la puerta B-97-1, con un toque de varita la puerta empezó a hacer aquellos ruidos metálicos que rechinaban como anunciando un destino terrorífico. Albus entró y se lanzó sobre su cama... 

Tres horas después llegó nuevamente la Doctora pidiéndole que le acompañase

–Hasta hoy te has portado bastante bien dentro de lo que cabe, por eso te voy a dar el privilegio de salir a las áreas comunes en las horas de recreación. Aquí en esta ala solo hay chicos de tu mismo perfil, edad y condición.

–"Condición" Todos son gays –Albus se burló sin humor.

–Chicos rebeldes de tu edad.Cuando entraron era una sala parecida a las salas comunes en Hogwarts, habían libros, mesas, sofás y seguía siendo totalmente blanco. Habían chicos que como dijo la Doctora parecían de su edad o un poco mayores. Algunos estaban por grupos, otros solo caminaban por ahí, otros estaban aislados o leyendo. –Si necesitas algo le puedes decir a las chicas que están en las puertas, son enfermeras y pasantes puedes confiar en ellas.

–Doña Anderson... Una cosa más, les puedo pedir cualquier cosa? 

 –Claro.– respondió sonriente.

–Hey tú, chica! Guapa!– le gritó Albus a una de las bata blanca que estaba por ahí, todo el mundo se quedó mirándolo y la chica no parecía muy contenta con acercarse.– la Doctora Anderson me dijo que te podía pedir cualquier cosa. – la chica a lo lejos asintió dudosa y miró a la Doctora Anderson en busca de una explicación que nunca llegó puesto que esta se marchó en ese momento. Albus tenía la atención de todos– si puedo pedir cualquier cosa...– empezó a caminar hacia la chica– podría pedirte....

Scorbus ♥~ A Través De Un Sueño ~ ♥🐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora