NARRA ZOÉ
No he visto a Salvatore desde el día que me pidió que le suplicara y ya han pasado dos semanas; hoy tengo chequeo con el doctor Lucca, debemos revisar mi bebé y Alma también viene para lo mismo.
Alma regresó el mismo día que yo a la casa pero muy tarde en la noche, mucho después de que el italiano me follara con sus dedos y lengua. Ella se cansó de esperar al ruso todo el día y toda la noche, él no fue y no la llamó, por ende Alma regresó a nuestra residencia.
Vamos rumbo a la cita Alma, Sofía, Gabriella y yo; ellas quisieron acompañarnos para darnos todo su apoyo y es muy divertido hacer esto juntas.
Ahora estamos en el consultorio y empezamos con el mini rusito de Alma, es un bebé muy grande y el doctor espera que Alma si lo pueda parir naturalmente. Después seguimos conmigo y mi pequeño está perfecto también, mi salud está mejorando y yo estoy feliz, tengo cuatro hijos por los cuales luchar.
Luego del chequeo vamos a comer algo a la cafetería de la clínica y la verdad allí todo es muy rico.
- Esto está delicioso - dice Alma eufórica y se lame los labios mientras toma una malteada de fresa.
Nos reímos todas porque parece una niña pequeña, le brillan los ojos.
- La verdad está delicioso este muffin, banana y chocolate debería ser delito - confieso fascinada y chupando hasta mis dedos.
- Amo las malteadas y combinarlas con muffins - afirma Gaby alegre mordiendo en grande su muffin.
- Deberíamos hacer esto más a menudo - declara Sofía lamiendo sus labios y luego toma de su malteada fascinada.
Una de dos, o todo está muy rico o tenemos hambre.
De un momento a otro se siente frío el ambiente y es porque llegan los dos icebergs, Román y Salvatore están mirándonos con cara de póker, luego se enfocan en Alma y yo para observarnos cómo si un delito hubiéramos cometido.
- ¿Por qué no nos avisaron? - pregunta el ruso bastante serio con su ceño bien fruncido.
Todas callamos.
- ¿Son mudas? - pregunta el maldito adonis de mi ex con la ceja enarcada.
- No, no lo somos; simplemente no nos dio la maldita gana y además llevamos dos semanas sin verlos, al fin de cuentas no somos nada y cuando nazcan los bebés con ellos es que van a llevar una relación - les aclaro relajada mientras tomo un poco de mi malteada de vainilla y me relamo el labio superior mientras cierro los ojos provocando al italiano.
Salvatore tensa la mandíbula.
- Para - espeta y me mira como si quisiera comerme viva - Somos sus padres y no hemos podido tener relación alguna, ni si quiera verlos una vez, ¿Es justo acaso? - manifiesta con rabia el italiano.
- ¿Justo? - pregunto mirándolo con los ojos como platos - Ahora vamos a hablar de lo que es justo - agrego con el ceño fruncido - Injusto es que tú esposo te mienta en la cara y luego se enoje por tu reacción - reclamó, siento que me arden los ojos, tomo aire y continúo - Injusto es que esté embarazada de un hijo de puta al que realmente le importo un carajo - grito un poco al final, luego me levanto y les indico a todas que nos vayamos.
- Si los quieren ver Lucca grabo todo el ultrasonido, obtendrían más si realmente se esforzarán por arreglar las cosas - declara Alma mirándolos - Están muy dolidos y el dolor de nosotras para cuando - finaliza dándoles la espalda y todas nos vamos.
Ellos se quedan estáticos y yo no volteo a mirar, no sirve de nada.
***
Ayer fue un mal día, Salvatore es muy orgulloso y quiere que yo sea la que me acerque a él.
ESTÁS LEYENDO
Cruzando Fronteras (Borrador sin editar)
RomanceZoé Martínez Flórez, es una madre soltera hecha de hierro y con el corazón roto. Salvatore Mazza; seductor, frío y calculador. Está es su historia... 🖤 Primer libro de la saga "ROSAS" 🥀 Historia original y única de mi autoría, no se aceptan copi...