Cruzando Fronteras (Borrador sin editar)

Epílogo

NARRA SALVATORE

21 de abril

Hoy es mi cumpleaños y curiosamente es el primero que paso con mi hermosa esposa, hace dos años no sabía aún lo de Julia hasta unos días después y hace un año ella se escapó días antes; sí, es bastante irónico.

Para el día de hoy ella accedió a hacer todo lo que yo quiera y sí que me la quiero comer pero completica. Temprano estuvimos en familia en una fiesta sorpresa de shrek que Zoé me hizo, al principio me enojé un poco con ella por la temática pero después noté lo mucho que se esforzó por hacérmela y la disfruté por esto, al final de la celebración dejamos a los niños con mis padres para así poder estar completamente solos.

Ahora me encuentro con ella en el cuarto negro y la tengo sometida en la cama; está en cuatro con un arnés de cuerpo completo de cuero color rosa, con sus muñecas en la espalda esposadas y estas están ancladas con cadenas a las columnas de la cama. Zoé está totalmente abierta para mí porque entre sus piernas tiene un tubo telescópico que puse entre las esposas de sus tobillos y estas también están ancladas como las otras. Además mi mujer está amordazada y le cubrí los ojos, ella intenta hablar pero...

- No te está permitido hablar, gemir, gritar, jadear; cualquier sonido que hagas es razón de castigo - le aclaro mientras paso suavemente el látigo por sus piernas bien abiertas y su feminidad.

Ella solo se sobresalta con mi acción y más cuando le doy un pequeño azote en su coño. Luego voy por un aceite de Cannabis, en este cuarto hay muchos juguetes pero mis preferidos son para someter. Seguidamente le echo este por todo el cuerpo, masajeando y disfrutándola; finalizó en sus dos entradas estimulándola para la noche que viene y es que la quiero totalmente dilatada para mí. Mi esposa está intentando callar sus gemidos y a mí me pone duro la incomodidad notoria de ella.

Ahora estoy prendido de su coño estimulándola con mi lengua también, lo hago suavemente y a ella se le eriza la piel. A continuación le beso ese culito tan apetecible y le meto el primer dedo allí para ver cómo está, esto sin dejar de masajear su clítoris y la sola acción me pone más caliente al sentir como prensa mi dedo con su interior, causándome un colapso mental.

- Bueno amore esta noche vamos a comenzar con este delicioso culito que tienes aquí y después la dejaremos fluir - al decirlo me ubico detrás suyo y mi polla palpitante roza la entrada de este.

Entonces se la meto hasta el fondo con mi agarre en su cadera y cabello en nudo, ella lanza un gemido bastante alto y yo me emociono por empezar a contar, cuantos más sonidos haga más grande será la zurra que le voy a dar. Ahora la embisto duro y seguido mientras ella intenta tragarse los jadeos, luego lo hago con salvajismo enterrándome más en ella y dejando mi falo por instantes en su interior, lo hago con la intención de hacerla correr pues a Zoé le gusta que la penetren así.

Las gotas de sudor caen por mi torso salpicando esa sabrosa nalga que marco, magreo y palmeo; en este momento puedo sentir como se contrae su interior y ella grita muy alto mi nombre mientras yo la acompaño con mi derrame, posteriormente calmo mi respiración y veo que ella se va ahogar con todo el cabello revuelto.

Después Zoé intenta decir algo y yo la ignoro.

- Sabías mi dulce Zoé que entre gemidos, jadeos y gritos me has regalado once en total, lo que viene te va encantar - manifiesto con una sonrisa sumamente retorcida, darle nalgadas no es suficiente necesito más.

A continuación busco el látigo y me ubico detrás de ella... Estoy listo para zurrar.

El primer azote fuerte es en su culo y ella grita, luego le paso el látigo por sus piernas lentamente y el segundo es en estas causando un respingo por el impacto acompañado por otro sonido lascivo. Seguidamente la acaricio sutilmente con el látigo llegando a su coño brillante de la excitación y le doy un gran azote allí, por lo cual Zoé lanza un gemido monumental.

- Quiero escucharte - le digo mientras le quito la mordaza.

Entonces la azoto muy fuerte tres veces seguidas en su culo mientras la escucho gritar con tanta lujuria y me pone duro saber que le excita que la someta. Ahora la rozo suavemente con el látigo hasta llegar a su espalda y allí le regalo el azote número siete el cual ella acompaña con un jadeo ahogado, luego le doy otro allí y ella gime en respuesta.

- Salvatore - pronuncia mi nombre ahogada en las sensaciones - Quítame el cabello de la cara - me pide y yo la ignoro dándole un azote de improvisto en su culo - Ahhhhhhhhh - jadea en respuesta y se muerde los labios con fiereza.

Acto seguido sin que mi mujer lo note voy de nuevo a su coño y le doy otro allá, grita mi nombre y parece un ruego. Después termino con otro azote en el culo seguido de uno muy fuerte en su sexo, ella gime y me llama de nuevo con la respiración irregular.

Cuando me inclino para quedar a su nivel la miro con una sonrisa de satisfacción y es porque estoy fascinado con lo resistente que es.

- Follame - me grita descaradamente mientras le quito el cabello del rostro, está roja.

- ¿Será? - le pregunto acercándome más.

- Necesito que sea tan duro que mañana no pueda ni sentarme - expresa sudorosa y se muerde los labios con intensidad.

- Mi presa favorita - le confieso con malicia y le marco el hombro con total fiereza por lo cual ella lanza un gemido bastante lascivo.

Ella es mi presa favorita porque es igual de caliente, morbosa y lujuriosa; la conexión que tenemos es única.

- Por favor quítame el cabello de la cara - me pide con su voz muy ronca.

Pero yo la ignoro y me ubico detrás de ella, porque voy a penetrarla de nuevo pero esta vez por su sexo; Zoé está bastante excitada y a mí me duele la polla con las ganas de quebrarla que manejo, por todos esos jadeos lascivos que me regalo con los azotes.

Entonces hago un nudo con su cabello y ella arquea la espalda, después me acomodo rozando la polla con su entrada y la penetro de una sola estocada, por lo cual ella lanza un gemido ahogado y no la dejó recuperarse porque la embisto de nuevo con toda mi fuerza. A continuación le doy una nalgada y noto que tiene en llamas su culo; acto seguido le doy empollones feroces sin parar mientras las gotas de sudor caen y magreo con una mano esos deliciosos pechos mojados por la leche desbordándose, ella gime desesperada en respuesta y su interior me aprieta aún más. Ahora lo hago más pausado pero con más profundidad y más bestialidad, sintiendo cómo se contrae con su llegada y grita mi nombre mientras yo le lleno el sexo de mi esencia como me gusta.

Estoy muy agitado y ella sí que más, decido concederle la libertad para que se hidrate y cuando la suelto de las esposas, Zoé se queda inmóvil en la cama con ganas de dormir.

- Aún no he terminado contigo - le aseguro con una sonrisa ladina mientras sirvo un poco de Brandy.

- Necesito tomar agua - dice acostada boca abajo.

Me causa risa cómo ella queda después de unos buenos polvos, pero hoy no tiene escapatoria y esto apenas comienza.