NARRA ZOÉ
Tengo quince semanas de gestación, la verdad han mejorado las náuseas, han cesado mucho y aunque estoy más gorda nadie sabe aún ni sospecha que estoy embarazada.
Sofía hace unos días bromeó con mi peso pero se quedó en ser una broma, luego recalcó que eran los cuidados de ella. Tendré que ser sincera pronto porque ya tengo el estómago abultado, así que deberé contarle a todos mi estado y va a ser una sorpresa, no sé si podré conservar mi empleo menos sé si voy hablar con Salvatore.
La rutina diaria es desde las 4:00 am, inventé que tenía problemas estomacales para que nadie sospeche el por qué no bebo café y aunque sé que algunos empleados han notado que he subido de peso en casa doña Laura, no hacen preguntas.
He tomado la decisión de ser sincera con todos pero aún no sé cuando.
*
Es miércoles, estamos en el quiosco del jardín disfrutando el día tan precioso que está haciendo y la buena música, además le estoy leyendo Romeo y Julieta a doña Laura parada en dirección a la fuente mientras ella está sentada mirando los girasoles, a las dos nos encanta hacer esto.
Entonces ella me interrumpe.
- Zoé no quiero que lo tomes a mal pero estás diferente y te he visto engordar, sabes que soy mamá y me gustaría preguntarte - Pausa y la miro - ¿Tú estás embarazada? - inquiere mirándome a los ojos con su aura maternal pero con el ceño levemente fruncido.
Se me cae el libro, me sudan las manos y siento un nudo en la garganta el cual estalla en un llanto incontrolable.
- Doña Laura - digo sollozando y estoy sin palabras.
- No llores mi niña, cuéntame - me dice con cariño luego señala un asiento al lado de ella.
Tomo asiento a su lado sin poder parar de llorar, sintiendo como el mundo se me viene encima y entendiendo que llego el momento de asumir las consecuencias de aquella noche.
- Ahora si, cuéntame - manifiesta con una sonrisa cálida.
- Lo estoy - le confieso sin más mientras sigo llorando y ella intenta consolarme posando su mano sobre la mía.
- No estés triste, un bebé no es un motivo para estarlo - recalca y me tranquiliza mientras palmea mi mano.
- Lo sé, pero temo decepcionarla a usted y a tantas personas - aseguro mientras suspiró profundamente - No estaba en mis planes y me cuide, no sé porque razón quede embaraza tan fácilmente - me calmo un poco mientras le cuento pues no quiero preocuparla.
- ¿Quién es el padre del bambino? - pregunta atenta.
- Doña Laura no quiero incomodarla, ni alterarla, menos molestarla, yo hablaré con él y lo resolveré - contesto calmada para que ella no se intranquilice.
El día se torna algo difícil porque doña Laura informa mi estado, don Igor se asombra pero no se molesta y los empleados detrás de los señores se burlan de mí. La verdad estoy muy asustada porque a Sofía si no sé que decirle y que cara voy a poner, otro bebé como si no fueran suficiente tres con el de ella.
La hora de la salida llega, doña Laura me abraza diciéndome que debo estar tranquila por el bebé y salgo rumbo a mi hogar muy ansiosa, ya sé como llegar sin necesidad de Tito pero el camino se me hace eterno pensando en el encuentro con Sofía.
Cuando llego, en el living veo a Sofía con cara de decepción y yo la verdad no sé cómo explicarle, si contarle la verdad o mentirle, de cualquier manera la conversación va ser demasiado difícil.
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Cruzando Fronteras (Borrador sin editar)
RomanceZoé Martínez Flórez, es una madre soltera hecha de hierro y con el corazón roto. Salvatore Mazza; seductor, frío y calculador. Está es su historia... 🖤 Primer libro de la saga "ROSAS" 🥀 Historia original y única de mi autoría, no se aceptan copi...