Cruzando Fronteras (Borrador sin editar)

Capítulo 22 "Los tonos negros y grises"

NARRA SALVATORE

De cumpleaños a Zoé mi familia le quería hacer una gran reunión con amigos y conocidos, pero esta la convertí en un brunch y luego la secuestre. Ahora estamos en un yate disfrutando de Venecia; si, la traje para Venecia y ella no lo tomó muy bien por dejar a Julia.

Lo siento gatita pero estos dos días serás solo mía; volveremos para navidad, es todo lo que le dije, pero ella solo refunfuño ante esto.

Estamos en la cubierta, en una mesa tomando vino y observando el mar, miro el rolex en mi mano y marcan las 3:37 pm.

- ¿Dime que trajiste el extractor de leche? - me pregunta enojada y con una mirada complicada.

Sé que su actitud negativa es porque le duelen los pechos y necesita extraerse la leche.

- En tu maleta está mi vida - le respondo luego me da un poco de risa su actitud.

Razón por la cual ella me fulmina con la mirada, la verdad es que se ve preciosa enojada.

- Esta noche la vamos a pasar bien - le digo con ganas de devorarla mientras bebo más vino.

- Estuvimos solos hace dos días, por qué me traes lejos para lo mismo - declara y me fulmina con la mirada, luego gruñe y se va - Dos días lejos de Julia - vocifera - Al menos avísame la próxima - grita muy fuerte.

- Se llama sorpresa, quería darte una sorpresa - hablo en un tono más alto mientras la sigo hasta nuestra habitación.

Allí la tomo del cuello para besarla apasionadamente, al principio se niega luego se deja llevar, entonces me detiene y me mira.

- Espera, primero debo extraerme la leche o sino no podré - me explica mientras señala sus senos y hace gestos de desagrado.

Ella es única e irrepetible.

- Te ayudo - le susurro luego muerdo mi labio mientras le tomo un seno y ella se estremece.

- Salva - gime.

- ¿Qué? - pregunto y le doy un apretón más duro mientras mi otra mano va a su entrepierna.

Zoé gime de nuevo en respuesta.

- Que tal si te hago gritar más fuerte de lo que lo hiciste hace un momento - aseguro mientras masajeo su feminidad y la siento mojarse.

NARRA ZOÉ

Maldito italiano, me está torturando y me duelen las tetas.

- Espera - aclaro mi garganta, lo aparto y busco el extractor - Empecemos por aliviar mi dolor - lo encuentro y se lo muestro mientras le digo.

- Te ayudo - dice él mirándome con intensidad.

Entonces Salvatore acomoda con precisión cada parte del extractor y ubica las copas en mis senos.

- Me encantan - recalca tocándome suavemente y me muerdo el labio.

Luego él enciende este y comienza a bombear, yo solo me siento en la cama y dejó que el aparato libere la presión, ¡Dios, necesitaba esto!.

- Esta leche es para botar, he bebido bastante vino hoy - le aclaro y señaló lo que sale de mis senos.

Pero Salvatore solo me observa como un depredador al acecho mientras asiente y continúa tomando de su vaso.

Al terminar mi sesión de liberación de leche, voy al baño aún con esa mirada devoradora de parte de él, sé que mi noche será larga y muy caliente, mi prometido toca su erección incomodo y sé que necesita follarme horas.