Capítulo 23 "Un lugar mágico"

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NARRA SALVATORE

Ayer perdí el control con Zoé, aunque al final decidió perdonarme no está bien ser tan cabrón y menos desquitarme con ella.

Está dormida, son más o menos las 10 am y la observo, su rostro es precioso, ella es una obra de arte. Sus pestañas son largas, las cejas oscuras, sus labios carnosos y tiene una nariz perfecta, ella es exquisita. Nunca ame antes a una mujer y la sensación de perderla me abruma, debo ser más cuidadoso.

Decido levantarme y salir a la cubierta, voy a esperarla mientras tomo café y creo estrategias para aniquilar mi enemigo actual. Resulta que el maldito de Alonzo Lombardi creó nexos con el cartel mexicano Los Condenados y el hijo de puta Donatien Roux, mi némesis dueño de todo el territorio parisino. Ellos han causado un gran caos en la familia; empezaron con las armas de Román, la muerte de su mejor amigo más otros soldados y continuaron con el robo de un conteiner con Tusi cortesía de Martin.

Se aproxima una guerra entre mafias y esconderle esto a Zoé va ser muy difícil.

Entra una llamada, es Román.

- Demonio - contesto.

- Tengo ubicados a los condenados - me cuenta luego fuma.

- ¿Donde? - le pregunto luego bebo un poco de café.

- Ciudad Juárez - contesta con la voz cargada de rabia - Los voy a masacrar y las sobras se las entregaré a la Dea - me explica tenso.

- Entonces ya tienes todo bajo control al parecer Pakhan, solo resta el francés quién no es una presa fácil de cazar - afirmo mirando el periódico sobre la mesa puntualmente un articulo de mi cuñado.

- Efectivamente - asegura.

- Tengo un posible plan, los M trabajan en este - le cuento luego puntualizo - Buscamos apoyo entre sus enemigos y la ambición de sus amigos.

Los M son Massimo, Magno y Maximiliano.

- Feliz cacería hermano - me dice él luego se carcajea con la voz bastante rasgada.

- Diviértete hermano - me despido luego finalizo la llamada.

Mientras Zoé despierta disfruto de la vista y bebo más café pensando en el plan, no va ser fácil pero nada es imposible menos para los Rossi.





NARRA ZOÉ

Sé que está mal escuchar conversaciones pero es inevitable a veces no hacerlo y lastimosamente entendí gran parte de lo que dijo Salvatore, me preocupa mucho lo que escuché.

Salgo a la cubierta, estaba en las escaleras y hoy debo ocultar mis emociones mejor que la última vez, porque es importante saber qué es lo que esconde y parece ser que debo descubrirlo por mi cuenta. Las dos conversaciones que he escuchado hasta el momento no son una simple coincidencia, él hablo de mafia en la primera y en la segunda de cazar a alguien, sea lo que sea que esconda es mejor saberlo.

- Mi vida - me saluda con su súper sonrisa mientras se levanta de la silla para abrazarme y besarme suavemente.

- Mi amor - lo saludo entre besos.

- ¿Hace cuánto te despertaste? - al preguntar intenta descifrarme como la última vez.

- Hace un momento apenas - le respondo y bostezo disipando la duda.

- Bueno mi bella durmiente - me dice y besa mi cabeza.

- La verdad ser mamá de tres te deja agotada y yo soy un oso dormilón de por sí - le digo mientras río.

Salvatore tiene preparado un gran desayuno para la ocasión más otro arreglo de girasoles adornando la mesa, él es todo un príncipe, el más atento y romántico. Solo me pesa lo oculta de mí y es que a veces los secretos dañan hasta el más grande idilio, tengo miedo de perderlo.

Cruzando Fronteras (Borrador sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora