Capítulo 43 "Te extrañe"

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NARRA SALVATORE

Estamos en nuestra residencia en el living, tengo una copa de vino en la mano y Zoé un vaso de agua para los nervios. Ha llegado el momento y voy a ser 100% sincero.

- Pregunta lo que quieras - le digo relajado sentado en el sofá al frente de ella.

Zoé se sumerge en sus pensamientos y titubea hasta que pregunta.

- ¿Desde qué edad eres el todo poderoso? - pregunta con una mirada complicada.

- Desde los 23 - respondo puntual.

- ¿Has matado personas? - inquiere abriendo los ojos, no quiero que enferme de nuevo pero quedamos en ser sinceros.

- Si - respondo en seco - Pero nunca a inocentes - le aclaro luego tomo un trago de vino.

Ella se quedó con la cara desencajada con la respuesta.

- ¿Cuántos? - me pregunta asustada.

- Que tal si dejamos los temas que te asustan, te sorprenden y te dañan para más adelante; prometo contarte todo pero no embarazada y con la presión inestable - le pido preocupado.

- Entiendo - me dice y toma un trago de agua - Es lo mejor - afirma y la veo temblar.

No quiero que Zoé me tema, quiero contarle todo poco a poco y que ella absorba lentamente cada detalle.

- Sabes, yo nunca te voy a volver a mentir y está conversación la podemos tener más adelante, no quiero verte mal, ya sabes lo que soy y no te escondo nada - le aclaro mirándola fijamente - Más adelante hablaremos de detalles, números y más cosas pero hoy no - manifiesto en un tono autoritario.

- Hay ciertas cosas que necesito saber hoy - asegura con el ceño levemente fruncido.

- Desde que no afecte tu salud puede ser - respondo relajado y me acerco para sentarme en el mismo sofá - ¿Qué necesitas saber? - le pregunto suavemente y le retiro un mechón de cabello de su rostro para ponerlo detrás de su oreja.

- ¿Quién contestó el celular hace una semana? - me cuestiona y siento un tinte de rabia.

- Martha, ella trabaja para mí - contesto mientras paso mi pulgar por su labio inferior, sí que la extraño, nadie puede llenar la necesidad que siento por ella, ninguna mujer.

- ¿La has follado? - pregunta arrastrando las palabras y mirándome con ganas de llorar.

- Ese día no, pero antes si, mucho antes de tu existencia en mi vida - le respondo tranquilo mientras ella frunce el ceño y me retira la cara - Zoé no pelearemos por mi pasado, quiero abrirme completamente a ti - le explico intentado tomarla de la barbilla.

Ahora siento que esta le tiembla y tengo un mal presentimiento.

- ¿Cuándo nos separamos cuantas mujeres te cogiste? - inquiere con ganas de llorar.

Esta mujer me la pone difícil, esa época cuando ella me dejo fue tan oscura y tan decadente, yo pensé que ella no iba a regresar y si me acosté con varias putas, vivía drogándome y no media las consecuencias de nada.

- Contesta - grita al notar que no respondo.

- No quiero que pase lo que está pasando, mírate estás nerviosa y llorando - le digo con el ceño levemente fruncido.

- ¿Cuantas? - pregunta colérica y me mira con lágrimas en sus ojos.

- No - le contestó y frunzo el ceño.

Se quiere levantar y la tomo del brazo.

- Cuando estuve contigo, desde el día en el que me enteré que iba a ser papá hasta el día en el que te llevaste los niños de donde Sofía afirmando nunca volver, nunca estuve con ninguna otra mujer - aseguro relajado intentado que ella se calme y ella se sienta de nuevo para escucharme - Luego te fuiste y te olvidaste de mí - al decirlo se me desgarra la voz - Fue tan doloroso perderlos a los cinco, que me sumergí en las drogas y el alcohol, luego mi adicción verdadera regresó y comencé a castigar mujeres de nuevo, me sentía perdido y solitario pero nunca con nada llenaba el vacío que habías dejado - le explico con amargura y ella no para de llorar - Paremos - le digo apagado.

Cruzando Fronteras (Borrador sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora