Capítulo 7 "La semana comienza"

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NARRA ZOÉ

Empieza la semana, "Que sueño", yo soy como un oso perezoso, amo dormir; creo que es mi actividad, deporte y hobby favoritos.

Mi hermana está muerta de la risa, no puede parar de hacerlo con mi cara de dormida.

- Zoé eres tan dormilona, despierta ya, te necesitan hoy en la casa de la señora Laura, te contrataron - me cuenta con su risita maliciosa.

- ¡¡¡Tan rápido!!! Ayer no más estábamos hablando en la tarde de eso. Sofiiiii son las 4:00 am, acaso ellos no duermen o no son seres humanos normales, que clase de persona me necesita tan temprano - espeto, estoy un poco enojada y peleo con la cobija para cubrirme hasta la cabeza.

- No seas gruñona, Tito hablo por la noche con el señor Marco y él te acepto de inmediato pues confía mucho en Tito. Oye no pareces enfermera de verdad- me dice luego cuestiona y no para de reír - ¿Se supone que estás acostumbrada a horarios arduos? - pregunta burlona.

- Ja ja ja tan chistosita, pero yo nunca madrugo tanto, trasnocho o tomo turno de 7:00 am, además no me avisaron para prepárame mentalmente para hoy - le respondo y sin darme cuenta vuelvo a quedarme dormida.

- Zoéeeeeeeeeeeeeeeee - me grita.

- ¡¡¡Queeeeeeee!!! Ya voy ya voy - manifiesto mientras me levanto como un zombi y me siento en la cama -¿Sofí quien va cuidar mis hijos? - pregunto confundida, la verdad me siento atontada.

- La nana Bianca y yo tenemos todo cubierto, no te preocupes y ve a reiniciar tu vida - me explica y sonríe - Trabajo nuevo, vida nueva - agrega mientras me tira una toalla en la cara y yo la fulminó con la mirada.

Me levanto con toda la pereza del mundo, me baño y visto con unos vaqueros más una camiseta de Fredy Krueger; desayuno poco y me dirijo a tomar turno de 5:00 am, para ello bebo mucho café. Por fortuna Tito puede llevarme mientras me acostumbro al trasporte público de Italia y aprendo su idioma.

Llego a la casa de la señora Laura y el señor Igor, así se llaman los dueños y para quienes trabajo a parte del señor Marco su hijo.

Toco el timbre, me recibe un portero, la casa tiene bastante seguridad y muchos hombres la custodian; se me permite entrar después de verificar mi identidad y al hacerlo noto que es una hermosa mansión como la del señor Marco pero esta tiene más plantas y flores, esta es de colores claros y crudos, amplios espacios, corredores y muchos lugares de la casa abiertos casi al aire libre, una casa con un estilo entre clásico y natural.

En la entrada de la casa me encuentro un señor italiano, viste muy elegante y tiene por ahí unos 80 años, también unos increíbles ojos azules grisáceos y cabello color plata, él está con varios sirvientes hombres y mujeres.

- Buenos días señorita Zoé - me saluda con una sonrisa galante pero sin dejar de ser serio.

Medio entiendo y lo que comprendo es que me está saludando.

- Buenos días señor, mi nombre es Zoé Martínez, aunque no hablo italiano, estoy a sus enteras órdenes y muy agradecida con la oportunidad que me está ofreciendo - le digo sonriendo y con mucho entusiasmo.

- Te entiendo perfectamente - me dice él, pero esta vez en español con el acento marcado - Mi nombre es Igor Mazza, el gusto es mío - se presenta dándome la mano - Estas son las personas que trabajan para mí y le podrán enseñar la casa más sus obligaciones - al decirlo me señala varias personas - Mi esposa Laura se despierta a las 7:00 am más o menos, todo debe estar preparado para ella - me indica con un tono serio pero noble.

- Claro que sí señor, vamos a preparar todo y daré siempre lo mejor de mí - declaró sonriendo y me da mucha felicidad que él hable español pues va ser más fácil entendernos.

Cruzando Fronteras (Borrador sin editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora