Cruzando Fronteras (Borrador sin editar)

Capítulo 45 "Mansión Rossi"

NARRA SALVATORE

Llegamos a la mansión cuartel y ella mira detenidamente todo, desde los hombres que la custodian hasta la fuente en el centro del lugar. Después salgo del auto y luego la ayudo a ella también a hacerlo.

- ¿Qué es este lugar? - pregunta mirándome a los ojos confundida.

- La residencia de los Rossi - le contesto mientras entramos por las puertas.

Todos la miran y ella les devuelve la mirada con extrañes sobre todo a Martha; mi gatita celosa.

Entonces la llevo al living para sentarnos e iniciar nuestra conversación.

- Bueno, para comenzar quiero explicarte todo lo referente a los Rossi - le digo y ella sigue mirando cada cosa del lugar como una niña.

Ella es así.

- Yo sé que tú eres El Capo Rossi; enigmático, malvado y nadie conoce tu rostro - se burla y se me sale una carcajada con las expresiones que hace con cada palabra.

- ¿Pero sabes por qué? - le pregunto tomando su mano.

Ella niega con la cabeza.

- Ni idea - responde y se recuesta en el sofá.

- Nadie sabe quiénes somos porque para las reuniones y cuestiones del bajo mundo, siempre usamos máscaras y guantes, inclusive a veces usamos sombreros y pasamontañas - le explico y ella me mira sorprendida.

- O sea que literalmente no conocen sus rostros - recalca mirándome con los ojos entrecerrados.

- Así es - le aseguro y sonrío con malicia - Nadie sabe nada sobre nuestra identidad, nadie, es un total enigma - le continuó explicando.

Ahora ella se sumerge en sus pensamientos como siempre y me mira después.

- Pero puedo notar que acá hay varias personas que si te conocen y saben quién eres, ¿Ellos qué? - inquiere con el ceño levemente fruncido.

- Son pocos los que saben sobre nuestra identidad, son fieles a la familia y llevan años a nuestro lado - le contesto mientras me levanto para llamar a Martha.

- Señor - me saluda - Señora - saluda a Zoé y por supuesto ella la ignora.

- Tráeme por favor un café, ¿Quieres algo amor? - le pregunto y ella me asesina con la mirada.

- Si señor ya mismo - dice en un tono profesional y se va.

- No es necesario tener esa actitud con ella, es una buena persona y muy fiel a nosotros - la regaño y me ignora revisando su celular.

Entonces me le acerco y la tomo de la barbilla.

- De malas - expresa con un toque de rabia y me quita la mano con la suya - ¿Por qué la llamas justo a ella? - me cuestiona enojada.

- Simplemente trabaja para mí, no existe otra razón, ella te respeta como mi esposa que eres, además me acosté con ella hace como cuatro años, es lo suficientemente lejano para que te calmes - declaro en un tono dominante.

Zoé se voltea, me da la espalda y sé que ya se enojó.

- Señor y señora Rossi - dice la rubia y entra con el café más un vaso con agua, los deja en la mesa y luego se retira.

Mi mujer analiza cada uno de sus movimientos y al irse Martha, Zoé simplemente toma el vaso de agua para mirarme de nuevo.

- ¿Quiero saber qué pasó realmente en navidad?- pregunta más tranquila mientras toma el agua.