-Yoonie, pensé que no vendrías.
El alfa solo la observó en silencio, tratando de darle una sonrisa o una excusa, pero nada salía de su boca.
La chica lo vio confusa, acostumbrada al nerviosismo del alfa, no al silencio del mismo.
Yoongi estaba dolido, en su mente pasaba una y otra vez el momento en que Dahyun se lanzaba a los brazos del otro alfa, recordándose así mismo que no podía dejarse llevar por el olor a flores que lo hipnotizaba ligeramente.
-Debemos hablar.
Solo eso pudo decir antes de empezar a caminar, sintiendo a la chica seguirlo.
La fémina intentó aligerar la tensión, pero el peligris no colaboraba. Respondía con monosílabos, cosa que empezaba a exasperar a la omega.
Al llegar a un pequeño parque, lo suficientemente solitario, es que Yoongi decidió encarar a la joven de ojos claros.
-¿Por qué aceptaste salir conmigo?
La pregunta descolocó a la chica, demostrándolo en la mueca que se formó en su rostro.
-Porque me gustas, y yo te gusto a ti, no hay gran razón para eso, Yoonie. Lo que sí me interesa saber es por qué me has ignorado todo el día, tú no eres así.
La chica lo observaba frunciendo el ceño.
De haber presenciado su gesto días antes, el alfa estaría encantado de lo tierna que se veía esa mueca en su cara, pero ahora solo sentía dolor y tristeza.
Aún la quería, no podía olvidar su enamoramiento de casi años por una traición, pero sabía que no merecía algo como eso, no cuando nunca lastimó a la chica frente a él.
Y por haberla idealizado tanto es que se había lastimado él mismo.
-Te vi, Dahyun.
Al ver que la omega no parecía entenderlo, tragó fuerte antes de continuar.
-La vez que te dejé en tu casa. Te vi, fui a devolverte a bufanda que me habías prestado y cuando llegué... alguien más estaba ahí.
Dahyun parecía entender cada vez más, abriendo los ojos demostrando la sorpresa que tenía.
-¿Por qué dijiste que sí cuándo ya tienes a alguien? - preguntó, roto.
Estaba luchando por mostrarse fuerte, pero no podía. Era la chica de sus sueños. La mujer que le sonreía y le daba ánimos cuando lo rechazaban para cualquier trabajo. La que llegaba y le decía que todo iría bien, porque él era un alfa asombroso.
Era esa pequeña alegría que había adquirido con el tiempo, la razón por la que iba sin falta a diario a la peluquería de su amigo. La que le hacía sonreír sin siquiera intentarlo.
Lo atontaba de una manera estúpida, pero que lo hacía sentir bien.
Cuando aceptó salir con él, pudo jurar que se sentía en el cielo. Su lobo reclamaba, pero él no podía estar más feliz.
Por eso, cuando pasó lo demás, Yoongi no sabía qué hacer.
-Y-yo...
-Pudiste rechazarme, Dahyun.
-No podía, no era tan fácil.
-¿Y era más fácil ilusionarme? ¡Yo si te quiero, Dahyun! ¡Y tal vez no tuve el valor de decirlo antes, pero sé que lo sabías!
Sus lágrimas querían aparecer, sintiendo cómo distorsionaban su visión de la joven impactada frente a él.
-¡Yo no te debo nada a ti Yoongi! Ya te dije que acepte porque me gustas y yo a ti ¿Qué te importa si me vi con alguien más? ¡Eso no es tu asunto!
Dahyun gritó, importandole poco el lugar donde estaban.
-¡Sí son mis asuntos, porque mis sentimiento están involucrados! No te pido que te excuses y me pidas perdón, mierda. ¡Solo quiero saber por qué aceptarme si estarías con otro!
-Porque sí y ya. Porque me dio la gana, Yoongi. Me gustaste, eres como un estúpido y tierno perro fiel, me gustó tu atención. No te debo nada porque tú y yo no somos nada.
La chica respiraba agitadamente, observando cómo cada palabra dicha rompía más el lastimado corazón del alfa.
Se sintió incapaz de responder ante aquello. Su alfa estaba humillado, y él también.
-¿Ahora te callas? Pelea, maldición. Eres un alfa débil, si tan solo tuvieras la mitad de coraje que cualquier alfa normal, tal vez no tendría que estar con alguien más.
Yoongi solo la veía, sin poder evitar más sus lágrimas.
-Te quiero, Dahyun, y lo sabías, lo sabes. Si soy tan mal alfa ¿por qué hacerme eso? ¿Siquiera te importa que me jodiste?
Su voz sonaba baja, buscando salir con la fuerza mínima necesaria.
Enfrentó a la omega, observando los ojos claros llenos de furia.
-No me pongas de mala, Yoongi. Yo solo acepté salir contigo, no una puta vida a tu lado, si te confundiste es tu problema.
Fue lo último que escuchó antes de que la fémina se fuera, empujándolo con su hombro en el camino.
Estaba harto de sentirse mal, pero no podía evitarlo.
La chica no mentía al decir que se había ilusionado, pero ¿cómo no hacerlo si la oportunidad de tu vida aparecía como caída del cielo? Dahyun había sido su luz por tanto tiempo, que verle defectos era prácticamente imposible.
Se odió así mismo por caer tan fácil y profundo por la omega. Por creerla perfecta, por tener una imagen de ella que nunca fue del todo cierta.
Dahyun no era culpable de su sufrimiento, era él.
Por amarla intensamente, por evitar ver sus defectos y concentrarse en lo demás.
Ignoró las veces en la que la omega era descarada y coqueta. No se fijó en las veces en que llegaba con marcas de noches fogosas. Parecía ciego y sordo ante las cosas que no parecían ser parte de ella, y ese fue su principal error.
Se enamoró de la imagen que creó de Dahyun, y cuando vio que la mujer estaba dispuesta a solo disfrutar del sexo y cariño que los alfas que ella quisiera estuvieran dispuestos a ofrecerle, no pudo soportar ver esa imagen desmoronarse.
Ella fue mala al aceptarlo sabiendo que él era completamente devoto a ella, pero él se equivocó al creerla un perfecta.
Sintió su pecho doler, y las lágrimas que tanto había escondido esos días, se hacían presentes una tras otra sin darle tregua.
Se escondió en un pequeño rincón del vacío parque, sufriendo, una vez más, por el amor estúpido y ciego que tuvo.
Pensando una y otra vez en lo fácil que hubiera sido todo si hubiera hecho caso a su lobo.
Creando mundos paralelos donde miles de cosas sucedían, dónde Dahyun se entregaba sólo a él, dónde él era un alfa tan bueno que nadie dudaría de eso, dónde su vida era estúpidamente perfecta y no debía caminar día tras día para conseguir un trabajo en lo que más deseaba desde joven.
Yoongi se deshizo en lágrimas, sueños y recuerdos, sintiendo su corazón latir con fuerza y desesperación, pidiendo ayuda, sin darse cuenta que aquel pedido de auxilio podía percibirlo un castaño ajeno a todo aquello.
Un castaño que había unido su vida a la suya en otro tiempo y en otra vida. Uno que poseía un lazo tan fuerte con él desde que finalmente se reencontraron, que podía sentir las punzadas de dolor que Yoongi vivía.
El alfa era ignorante de aquello, pues se enfrascó en sus pensamientos.
Y mientras el castaño empezaba a llenarse de angustia, el pálido se encargaba de sacar todo aquello de su sistema, rogando que al finalizar, el dolor fuera menor.
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2/3
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Editado 03/08/24
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Conocidos •YoonTae•
FanfictionA veces el destino podía ser injusto y cruel, juntándote con personas que pueden alegrar tu vida tanto como arruinarla. Ellos no podían terminar de aceptar que el mundo decidiera juntarlos en los peores momentos de su vida. Estaban destinados a esta...